martes, 8 de febrero de 2011

Todos los caminos conducen a Roma

Haciendo la explicación amplificativa del antiguo dicho: “todos los caminos conducen a Roma”, podemos decir que: al menos en la época del Imperio romano. El intrincado sistema de comunicaciones terrestres construido por los romanos se extendía desde África oriental a los bosques de Germania, desde la Península Ibérica hasta el Cáucaso y desde Inglaterra al Golfo Pérsico. Cerca de 400 vías, con más de 70.000 kilómetros de longitud, unían Roma la capital del Imperio dominante en la época con las zonas más recónditas del Imperio.

Viendo el excelente trabajo que realizan nuestros amigos del “Proyecto 70 veces 7” y parafraseando aquel antiguo dicho, podemos expresar que los intrincados y difíciles caminos hacia la “Pacificación Nacional Definitiva” que debemos construir todos los habitantes de este bendito país, debe extenderse desde  la Quiaca a Ushuaia y desde la cordillera de los Andes hasta el Océano Atlántico” para lograr llegar a la tan ansiada conciliación y justicia que pacificará definitivamente a la República Argentina, facilitando su progreso, desarrollo y felicidad de su pueblo.

Como ejemplo de lo expresado les presentamos el excelente trabajo que desarrolla el “Proyecto 70 Veces 7” en consecución del mismo objetivo:

LA NACION – 07FEB11 – CULTURA
Actualidad religiosa –  Mario de Vedia
Proyecto de reconciliación 70 veces 7

Trabajar por la paz, sin negar los trágicos y dolorosos momentos de la violencia desatada en los años 70, con la mira puesta en una sincera reconciliación y la bandera blanca del perdón, es el propósito del Proyecto 70 veces 7, que llevan adelante familiares de víctimas de la represión y la lucha subversiva, ex represores y ex miembros de organizaciones guerrilleras. Luego de seis meses de trabajo en común, hicieron público el ideario del movimiento, inspirado en el llamado a la reconciliación que hizo el año último monseñor Carmelo Giaquinta, arzobispo emérito de Resistencia y de larga militancia y compromiso en favor del respeto de los derechos humanos.
Con un nombre que resume las enseñanzas de Jesús para ofrecer el perdón, el proyecto reúne, entre otros, a José María Sacheri, hijo del dirigente católico Carlos Sacheri, asesinado en 1974 por el ERP; Cristina Cacabelos, hermana de una militante de Montoneros muerta en un enfrentamiento, y Beatriz Fernández, que integra la comunidad de la iglesia de Santa Cruz, donde fueron secuestradas las monjas francesas desaparecidas.
Más allá de partir de un pasado que promovió la división y el enfrentamiento, el documento liminar del Proyecto 70 veces 7 intenta desalentar el espíritu revanchista con que desde muchos sectores políticos se mira el pasado reciente. "Nos duele nuestra patria herida y dividida por antinomias recurrentes, el tejido social fragmentado, disperso, con vínculos destruidos y una exacerbación del resentimiento entre hermanos, además de una ideologización y reivindicación acrítica de aquella lucha fratricida", señala la declaración de principios, dada a conocer la semana última por medio de la agencia AICA. "Con un criterio amplio -añaden sus integrantes-, pretendemos humildemente convocar para la maduración y concreción de esta causa a todos los hombres y mujeres de buena voluntad que tengan como meta el bien común y la paz de los argentinos."
El punto de partida de la propuesta fue la mesa redonda "Reconciliándonos con la historia", que reunió en la última Feria del Libro, en mayo de 2010, a Augusto Larrabure, hijo del coronel Argentino del Valle Larrabure, secuestrado y muerto por la subversión; Luis Labraña, docente y ex militante guerrillero, y a monseñor Giaquinta, que llamó a "desatar las ataduras que nos tienen prisioneros del pasado" para "volver a caminar como nación". Su prédica germinó y cosechó el Proyecto 70 veces 7, que insiste en la vía del perdón y la reconciliación. Sus miembros procuran "hacernos cargo de nuestra responsabilidad ciudadana en un proceso de pacificación humilde y sustentable que reconstruya relaciones quebradas por la violencia y que genere espacios de convivencia y concordia". Los inspira el objetivo común de que "nuestros hijos y nietos hereden una Argentina en paz y no les dejemos la pesada carga de seguir padeciendo las consecuencias de una terrible violencia que ni siquiera vivieron directamente".

1 comentario:

  1. Dios oiga las plegarias y trabajo de ustedes, los felicito la Nación necesita más gente que comprenda este grave problema.

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