DECLARACIÓN DE LA
ASOCIACIÓN DE ABOGADOS POR LA JUSTICIA Y LA CONCORDIA
Es la mentira, que no la verdad,
lo que prevalece en esta tierra.
Jr 9,2
La sentencia dictada en la llamada ‘Causa ESMA’ es otra vuelta de tuerca al orden jurídico argentino y nuevo motivo de profunda pesadumbre para quienes hicimos del Derecho algo más que un medio de vida.
Duele, en efecto, asistir otra vez a la violación flagrante no solamente de las leyes y la Constitución , sino de los fundamentos y principios que las sustentan y sin los cuales aquellas son huecas declamaciones.
Duele comprobar que esto ocurre por la decisión de hombres investidos del poder –no de la autoridad, claro– que tienen los jueces de la república.
Duele ver que la Argentina ha elegido vivir según las leyes y procedimientos de los tiempos bárbaros: manda la fuerza bruta, se obedece a una minoría vociferante y mentirosa.
Duele, en fin, ver en funcionamiento una vez más ese ‘derecho de dos velocidades’ que denunciamos dos años atrás y que no es otra cosa que un hipócrita sistema de dos pesas y dos medidas.
En la Argentina de nuestros días, pues, el ordenamiento jurídico ha abdicado de su misión de instaurar el orden, para transformarse en sirviente de los ‘proyectos’ y ‘modelos’ pergeñados por el poder político.
A esto que los sembradores de odio y los servidores de la mentira llaman ‘justicia’, le falta para ser tal el criterio de la verdad. Y ésta no puede ser reemplazada por los fallos de la Corte o los libros del señor Lorenzetti.
Buenos Aires, 31 de octubre, 2011.
Coincido que en nuestra desgraciada Patria no hay justicia , pero como debemos contrarrestar el constante y falso mensaje de los subersivos, hay insistir que tampoco hay verdad ni memoria.
ResponderBorrarJustamente de eso se trata, al no contarse la verdad y tampoco recordar el horror que produjo el terrorismo a través de las bandas subversivas... no podrá haber justicia, ni paz, ni concordia.
ResponderBorrar¿A cuantos terroristas ha escuchado perdir perdón a la sociedad, por el mal que originaron? ¿Cuantos terroristas reconocieron el error? Y encima a los más chicos y jóvenes les enseñan y transmiten una verdad distorsionada.
Seamos una sociedad más justa y menos hipócrita.