Editorial Lunes, 09 de mayo Del 2016
Si hay un elemento desconcertante en el nuevo gobierno es su
miedo a ser políticamente incorrecto, no según sus cánones sino siguiendo los
ajenos. Nadie entiende esta dependencia, ¿espiritual?, ¿psicológica?, vaya uno
a saber… Como si haber obtenido el triunfo
por una diferencia estrecha los descalificase para jugar sus propias cartas. Es
extraño, porque pretenden hacerlo con las cartas marcadas de quienes los
precedieron. Solo en lo económico, porque nadie hubiese podido mantener la
situación anterior, se atreven a opciones diferentes.
Al mejor estilo mistificador de Néstor Kirchner, han querido
montarse sobre los Derechos Humanos manteniendo la misma concepción de quien
intentó recrear la historia en beneficio propio. Poco le han importado los
escándalos del latrocinio perpetrado por la corte de Hebe Pastor de Bonafini o
las despóticas acciones de Estela Barnes de Carlotto, aceptando que los
Derechos Humanos son parte del patrimonio de las mismas. Ellos se han dolido
por los atropellos de los terroristas europeos en Francia y Bélgica pero han
lanzado flores al río, con Obama y Hollande, celebrando los terroristas
locales. Es cierto - y hay que dejar en claro - que no todos aquellos memorados
por las flores en el río eran terroristas, algunos nunca se sabrá siquiera qué
eran. Pero la gran jugada de hace tanto tiempo camufló los malos con los buenos
y hoy no sabemos quién es quién ni el actual gobierno tiene ganas de
investigarlo.
Para Pinedo, ni para el gobierno actual, parece haber
posibilidad alguna de revisión. Flojo de lengua da a entender que todo esto es
el pasado, sin importarle que ese pasado los liberó, tanto a él y a su familia
como a la del presidente, de la suerte que hubiesen tenido si aquel millón y
medio de muertos previsto por los terroristas se hubiese cumplido en caso de
conseguir aquello de "hasta la victoria siempre… Es bastante vergonzoso
esto de no mirar atrás, con la filosofía de "lo pasado, pisado", ya que
si es por eso de no mirar atrás, deberíamos dejar en paz a Lázaro, a De Vido, a
Máximo, a Cristina… Y a esta altura tenemos dudas de que eso no vaya a suceder
en la lentitud de la Justicia.
Lo que se esperaba del gobierno de Macri era una inmediata
investigación y balance de todo lo actuado por el gobierno anterior que, a más
de cinco meses, no se ha visto, salvo casos particulares como el de PAMI. Pero
también se esperaba más. Muchos de los militares presos aún no están muertos,
si el señor Federico Pinedo pretende mantener la situación con su prédica de
"no mirar atrás" logrará ponerlos en esa situación sin retorno y así
terminar con el problema. Su actitud parece ponernos ante un gobierno al que no
le importarán los medios -como al anterior- para construir poder político.
Nadie está pidiendo abrir las cárceles al estilo de Héctor
José Cámpora en 1973, solo se está pidiendo que se cumpla la ley, que los
mayores de setenta años puedan tener prisión domiciliaria, que aquellos
detenidos sin proceso sean liberados, que quienes precisan atención médica la
tengan y que los juicios puedan ser revisados.
La actitud de Pinedo -"no mirar atrás"- denota
la ambición de continuar y -si es posible- permanecer, pero al mismo tiempo
denota el temor de incomodar a los desplazados. Poco parece importarle que en
su "democracia" haya presos políticos.
Esa "tibieza" de la cual hace gala, ignorando
frente a quien fue un preso político la suerte de otros que lo son hoy, lo
incluye, sin dudas, entre aquellos que el Apocalipsis (3:16) promete vomitar de
su boca.
FUENTE: http://www.diariocastellanos.net/noticia/entre-la-ambicion-y-el-temor#
NOTA: Las imágenes no corresponden a la nota original.
NOTA: Las imágenes no corresponden a la nota original.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
No dejar comentarios anónimos. Gracias!