"Si
la Justicia existe, tiene que ser para todos.
Nadie puede quedar excluido; de lo contrario, ya no sería Justicia".
Paul Aulster
Paul Aulster
Debo pedirle
disculpas porque, el sábado pasado, atribuí la bastarda comparación de los
asesinatos de Nicolás Maduro con el desalojo judicial de Pepsi Co. a Jorge
Taiana, el terrorista montonero que secunda en la fórmula de precandidatos a
senadores a Cristina Elisabet Fernández; en realidad, el autor ese verdadero
dislate fue Daniel Filmus, quien encabeza una de las fórmulas kirchneristas en
la Ciudad de Buenos Aires.
La noticia de la semana
fue la inhibición que la Cámara Nacional Electoral impuso a Carlos Saúl Menem,
un corrupto marca cañón que, como tantos otros, pretendía seguir refugiado en
el Congreso para evitar cumplir efectivamente, aunque fuera en alguno de sus
domicilios, las varias condenas penales -con doble conforme- que pesan en su
contra. Aunque mañana el pueblo de La Rioja eligiera mayoritariamente la boleta
que llevará impresa su fotografía, los argentinos tendremos un delincuente
menos en el Senado. Un comentario aparte merece la conducta del PJ en su
conjunto, incluyendo nada menos que al Senador Miguel Angel Pichetto, mostrando
un monolítico y vergonzoso respaldo a este impresentable; tal vez, estaban
curándose en salud para impedir que, en un previsible futuro, lo mismo pudiera
sucederles.
Ya estamos en veda, y
han dejado de machacar nuestra paciencia con la propaganda que difundieron los
distintos partidos políticos en el espacio que les fuera cedido. No voy a
explayarme, muchos ya lo han hecho, sobre el patético cambio que la noble viuda
introdujo en su mensaje, indumentaria incluida, pero sí lo haré en relación con
la izquierda.
Promesas tales como
duplicar los salarios y, a la vez, reducir drásticamente el horario de trabajo,
además de congelar las tarifas del transporte y la energía, llaman la atención
porque, por supuesto, ninguno de los prohombres de esas corrientes dijo quién y
cómo pagarían tales milagros de multiplicación de panes y peces. Tal vez los
destinatarios eran los niños que aún creen en que sus regalos los traen los
Reyes Magos, ya que eso explicaría por qué la izquierda vernácula, adoradora
del chavismo, nunca consigue salir del escuálido porcentaje que obtiene en cada
elección.
Pero hay un aspecto
de la actividad de estos calamitosos personajes que produce daños permanentes.
El mejor ejemplo fue, precisamente, el cierre de la planta fabril que Pepsi Co.
tenía en el Conurbano bonaerense; la empresa despidió a su personal (500
operarios), pagando no sólo las indemnizaciones de ley sino duplicando las
mismas. Más del 90% de quienes perdieron el trabajo aceptó encantado la gran
suma que recibió y se fue a buscar otro, pero 40 de ellos y muchos cretinos
ideologizados ocuparon las instalaciones e intentaron que el Estado expropiara
la fábrica cerrada y la entregara a una cooperativa.
Si seguimos viviendo
en un país que no respeta la ley ni el derecho de propiedad cuando un grupo
violento avanza, ¿podrán llegar las anheladas y esenciales inversiones
privadas? ¿Alguien cree que los permanentes piquetes que estos violentos
inadaptados protagonizan a diario en la ciudad y en las rutas no se difunden en
el exterior? ¿Cómo se creará trabajo genuino en estas condiciones? ¿Pretenden
convertir a la Argentina en Venezuela, que asesina por hambre y desnutrición a
su pueblo?
Y esto nos lleva al
ataque que nuestro país está sufriendo en el sur cordillerano, como sucede en
Chile desde hace años. Me refiero a los grupos mapuches que han comenzado a
utilizar el terrorismo para ocupar un territorio enorme que no les ha
pertenecido nunca; se trata de individuos que su propia comunidad repudia, y
que se disfrazan de "pueblo
originario" para acceder a los beneficios contantes y sonantes que les
proveen algunos imbéciles europeos y, sobre todo, de interesada difusión.
Resulta urgente que Mauricio Macri se ponga las botas y, a través del
Ministerio de Seguridad, ordene la represión y la detención de estos
subversivos, ya que está en juego la autoridad presidencial misma; si no lo
hace, si se siguen tolerando estos hechos, será muy tarde para una de las regiones
más bellas de la Argentina.
Tampoco en este
asunto resulta demasiado difícil descubrir la negra y malintencionada mano del
kirchnerismo: sólo una increíble casualidad podría haber hecho que sea la misma
abogada quien defiende a Milagro Salas en sus múltiples causas penales por
defraudación y extorsión, y a Facundo Jones Humala, el líder de una nueva
organización terrorista, Resistencia Ancestral Mapuche (RAM), preso por los
episodios de violencia registrados. La indignidad escala si recordamos con qué
rigor trató el gobierno anterior a los qom, cuando este pueblo verdaderamente
originario trasladó sus eternos y justificados reclamos a un campamento en la 9
de Julio; estaba harto de las expoliaciones y las sevicias a las que lo somete
Gildo Insfrán, el fraudulento, dictatorial y extremadamente corrupto Gobernador
de Formosa desde hace décadas, y fueron desalojados a los golpes.
Mañana todos iremos a
votar, como manda la ley, en estas absurdas PASO, y nadie deja de especular
sobre los resultados, incluyendo las encuestadoras, que tanto han fallado aquí
y en el extranjero (EEUU, Gran Bretaña, Francia, España, etc.). Pues bien,
estoy absolutamente convencido de que Cambiemos, con excelente criterio, ha "ido a menos" durante toda la
campaña, es decir, creo que los números reales que maneja son mucho más
tranquilizadores que los que dice tener.
Al menos en lo que a
senadores y diputados nacionales se refiere, el país deberá mirarse como un
todo y, en él, podremos comprobar a qué ha quedado reducido el kirchnerismo,
cualquiera sea el disfraz que utilice en cada provincia; mi impresión personal
es que no superará el 15% de los votos. Si esto se confirmara, resulta obvio
que los grandes capitales locales e internacionales volverán a confiar, toda
vez que un regreso al populismo ladrón resultará harto improbable por largo
tiempo.
En lo que
erróneamente se ha dado en llamar la "madre
de todas las batallas", o sea, la Provincia de Buenos Aires, creo que
Esteban Bullrich, a quien muchos consideran un "cuatro de copas" de la política, le ganará a Cristina
Elisabet Fernández sin necesidad de esperar hasta octubre y, de ser así, ya no
habrá quien logre resucitarla ya que, como siempre ha hecho con quienes han
sido "mariscales de la derrota",
será el propio peronismo quien cargue su ataúd hasta el cementerio de la
historia.
Nuestro destino está
en nuestras manos. Si volviéramos a elegir a los corruptos, no seremos víctimas
sino meros cómplices y, como tales, mereceremos la condena eterna, porque
habremos arrojado a la Argentina a un nuevo abismo, como tantas veces hemos
hecho en los últimos cien años.
Bs.As., 12 Ago 17
Enrique
Guillermo Avogadro
Abogado
E.mail: ega1@avogadro.com.ar
E.mail: ega1avogadro@gmail.com
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