A mis amigos les pido
traten de disimular (O disculpar) mis continuos comentarios sobre las
inesperadas actitudes de S.S. Papa Francisco, pero es que cada día nos
sorprende con alguna de las suyas.
La emotiva carta que
le envió a Hebe Pastor de Bonafini contiene apenas dos párrafos y ambos nos
invitan a su análisis.
1er párrafo. “Rezo
por vos y por las Madres y pido al Señor te conserve la salud para que puedas
seguir ayudando a tanta gente”
¿Sabrá Francisco a
quienes ayuda esta mujer? ¿Tal vez suponga que esa ayuda consiste en quedarse
con los fondos públicos que le fueron entregados para construir viviendas en el
ambicioso plan “Sueños Compartidos” cuyo estrepitoso fracaso se debió a que se
guardaron en “el bolsillo” los
millones de dólares destinados a dicha construcción…
¿Y
me quieren hacer creer que Francisco ignora esto?
2do párrafo. “No
hay que tener miedo a las calumnias, Jesús fue calumniado y lo mataron después
de un juicio dibujado con calumnias. La calumnia sólo ensucia la conciencia y
la mano de quien la arroja”.
Veo que nuestro Santo
Padre tiene muy en claro lo que es un “JUICIO DIBUJADO CON CALUMNIAS” a
tal punto que ni siquiera tiene que remontarse a los tiempos de la judicatura
de Poncio Pilatos… hoy día tiene a su alcance los “Juicios Dibujados con Calumnias” de nuestros jueces y tribunales
Federales.
Más
de 400 soldados que defendieron la Patria han muerto en injusta prisión acusados
de delitos prescriptos, basados en el Estatuto de Roma (posterior a los hechos
imputados) y en un retorcido caso jurisprudencial que no entra ni con fórceps…
Nuestros jueces
federales, tanto de instrucción como de Cámara, así como los fiscales y abogados
de querellantes, sin olvidar a los testigos memoriosos, todos pueden asesorar
al Santo Padre sobre lo que son “JUICIOS DIBUJADOS CON CALUMNIAS”,
tal vez de esa forma baje unos grados sus manifestaciones y algún día muestre
prudencia, piedad y misericordia para tantos argentinos.
El único consuelo que
nos queda a la vista de las decisiones gubernamentales es que conforme las
palabras del Santo Padre: “La calumnia sólo ensucia la conciencia y la
mano de quien la arroja”.
Por lo menos nuestros
jueces prevaricadores, fiscales corruptos, querellantes falsos, abogados
indignos y testigos mentirosos deben tener sus conciencias y sus manos
mugrientas…
Algo es algo.
Juan
Manuel Otero
NOTA:
Las imágenes y destacados no corresponden a la nota original.
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