Eduardo Farah y Jorge Ballestero |
La
comedia de los jueces Ballestero y Farah es funcional al gobierno, apenas una
excusa para hacernos creer que se pretende enderezar la justicia
A nadie en su sano
juicio escapa el hecho de que en los Tribunales Federales de Comodoro Py se
incuba un cáncer difícil de contrarrestar, con metástasis hacia varios
tribunales federales del interior del país. Lamentablemente en el propio
gobierno, es decir en el Poder Ejecutivo no existe el mínimo deseo ni intención
de cambiar esta situación. Buscar la justicia no es para Cambiemos una decisión
“políticamente correcta”.
Y ahora nos enteramos
de que, eufóricos y entusiastas, han resuelto investigar “a fondo” la resolución de los Jueces Eduardo Farah y Jorge
Ballestero de otorgar la libertad al estafador serial Cristóbal López.
Utilizando una simple metáfora diríamos que los heraldos informan al pueblo,
con bombos y platillos, que se está intentando denodadamente descubrir un
antídoto para la picadura de los bichitos colorados, mientras un cruel e
hipócrita silencio se cierne sobre el cáncer,… de eso no se habla.
En un excelente
artículo (“De
tormentas a tsunamis”), mi amigo Enrique G. Avogadro sostiene que “Con una Justicia independiente, seria y rápida, todo será posible; sin
ella, nada lo será”.
Movilización de argentinos reclamando por la justicia |
Lamentablemente
nuestra justicia hoy no es ni independiente, ni seria ni rápida, pero como
estamos en la República Argentina, se me ocurre que a dichos requisitos
necesarios e indispensables debería agregársele el ser “completa”, entendiéndose por tal a la que abarque a todos y cada
uno de los conflictos en trámite ante los Tribunales.
Comprobamos a diario
que peligrosos asesinos, violadores, estafadores y demás residentes de los
establecimientos penales, son bendecidos innecesariamente, sea con “salidas transitorias” o “prisión domiciliaria” o directamente
con un anticipado “cumplimiento de pena”.
El único fundamento es la disparatada
doctrina del Dr. Zaffaroni quien en su desequilibrio mental asume que los
delincuentes son apenas unas indefensas víctimas de la sociedad que no les ha
permitido su desarrollo potencial y, en consecuencia, se ven obligados a
delinquir… “no les quedaba otra”
hubiera dicho el inolvidable Fidel Pintos.
Eugenio Raúl Zaffaroni |
Y una vez liberados,
inclusive en contra de los dictámenes del Servicio Penitenciario Federal o del
Departamento Técnico Criminológico, vuelven a las andadas y nuevos asesinatos,
violaciones, estafas son noticias que ya casi no nos conmueven.
El silencio cubre de
injusticia las nuevas víctimas. Pero hoy el gobierno reaccionó airado y
ofendido ante la liberación de Cristóbal López y preocupado seguramente por las
“libertades” que se vienen sucediendo
de personeros del corrupto gobierno kirchnerista.
Eso es todo, su
reacción contra los inquilinos de Comodoro Py no lo es por conductas
prevaricadoras (que las hay a raudales), por desprolijidad procesal, ni por los
probables errores jurídicos o violaciones a la ley… nada de eso. El motivo de su
enojo es puramente político. A tal punto llega su rabieta que nos quiere hacer
creer que ha encarado seriamente el tema ordenando una reunión “cumbre” entre el
Ministro de Justicia Garavano y el
Presidente de la Corte Dr. Lorenzetti. ¿El temario? Apenas conversar sobre
la liberación de López y el nombramiento de un par de camaristas que no nos
gustan…
Germán Garavano y Ricardo Lorenzetti |
¿Una
reunión entre Garavano y Lorenzetti? Que me perdonen,
pero de esos dos impresentables no creo que pueda salir nada que ayude a
nuestra renga y tuerta justicia.
Y eso es todo, entre
la Corte y el Ejecutivo están tratando de encontrar la vacuna contra la
picadura de los bichitos colorados….
Mientras
tanto siguen muriendo abandonados en crueles mazmorras soldados, integrantes de
fuerzas de seguridad, policías, civiles, sacerdotes, abogados, etc. que fueran
llevados a juicio aplicando la figura de “Genocidio”
con la misma sutileza de un orangután suelto en una cristalería.
Entre muchas
irregularidades, nuestros jueces federales violaron el más elemental principio del derecho criminal cual es la prohibición de aplicar la ley en forma
retroactiva (única excepción: Que beneficie al acusado), dado que el Estatuto de Roma es posterior a los
delitos imputados, los cuales habían prescripto a la fecha de inicio de las
querellas. Un fallo impresentable les sirvió de amañado fórceps para aplicar la
ley retroactivamente. También violaron normas elementales de juzgamiento al
encarcelar apenas con mendaces dichos de
testigos preparados en la Escuelita de las Abuelas, permitiendo que bandas
de forajidos invadan las salas transformando lo que debería ser un augusto acto
de justicia en linchamientos populares. Y luego del injusto encarcelamiento
daban por cumplida la orden recibida del Poder Ejecutivo y con la complacencia
del Augusto Señor Representante de la Vindicta Pública, es decir nuestros
fiscales, los jueces procedían a
sentarse sobre los expedientes llegando a tener en prisión largos años sin
derecho a defensa, sin sentencia, sin excarcelaciones,…. sin derechos
humanos de ninguna especie para los acusados, todos mayores de 70 años a
quienes, como mínimo, correspondería la prisión domiciliaria, la que es negada
una y otra vez, menos aún la excarcelación por superar el tiempo sin sentencia.
Esos juicios, remedos
circenses, llevados a cabo por jueces prevaricadores, impulsados por fiscales
corruptos, querellantes falsos, testigos mentirosos… han llevado a la cárcel a
miles de inocentes, han causado la
muerte de 438 presos políticos por abandono y falta de atención médica. Es
de hacer notar que, desde que se hizo cargo el gobierno que acabaría con el “curro de los Derechos Humanos”, los muertos en
prisión suman 97.
Sin
embargo, ni en el Poder Ejecutivo, ni en el Judicial alguien se preocupa por
estos argentinos que lucharon contra el terrorismo que intentó arriar la
celeste y blanca y reemplazarla por el trapo rojo, dejando a su paso miles de
víctimas inocentes. Tampoco hay para ellas reconocimiento
alguno. Sólo preocupa a nuestros gobernantes salir en las fotos junto a
mandatarios extranjeros arrojando flores al Rio de la Plata en homenaje a los
traidores a la Patria. Claro que, producido algún acto terrorista en el
exterior, corren presurosos a enviar condolencias y rechazo al accionar de
estas bandas... no olvidemos que para nuestras autoridades hay terroristas
buenos, los nuestros, y terroristas malos, los extranjeros.
Tanto
Macri como Garavano y Lorenzetti son conscientes de esta vergonzosa e ilegítima
actuación de nuestros jueces federales, de que octogenarios y nonagenarios,
enfermos y abandonados sigan muriendo en la cárcel… pero un cruel y cobarde
silencio es su única respuesta.
Claro que,
felizmente, Garavano y Lorenzetti café por medio, se sientan a conversar sobre
la liberación de López y el nombramiento de Farah…
ME
DUELE TANTA HIPOCRESÍA.
Juan
Manuel Otero
NOTA:
Las imágenes y destacados no corresponden a la nota original.
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