Carta de Lectores de
@aclarrabure sobre su heroico padre
Pretendiendo
inconstitucionalmente inmiscuirse en decisiones que competen al Poder Judicial,
diputados santafesinos han declarado su más enérgico repudio ante los intentos
de reabrir la “causa Larrabure” para que el crimen de mi padre, el coronel Argentino del Valle Larrabure,
sea considerado de lesa humanidad. Su actitud revela ignorancia de las normas
del derecho internacional humanitario que invocan, comprometiendo a la vez la responsabilidad internacional del Estado
Argentino quien se encuentra obligado a respetar los tratados internacionales
que ha ratificado, entre otros, las Convenciones de Ginebra de 1949,
ratificadas por nuestro país en l957 por ley 14.442, que impiden atentar contra
los prisioneros detenidos. Cínicamente el diputado
Carlos Del Frade sostuvo que en la causa penal “siempre se habló de un suicidio. Ni siquiera hubo asesinato”. Al
menos por respeto al dolor de la víctimas del terrorismo guerrillero debería
haber comenzado por leer la carátula del expediente que expresa: “N.N.S/ homicidio agravado p/el concurso de
dos o más personas, privación ilegal de libertad (art. 144 bis inc. 1) e
imposición de tortura (art.144 Ter. Inc. 1). Denunciante: Larrabure, Arturo
Cirilo, víctima, Larrabure, Argentino del Valle”.
diputado Carlos Del Frade |
Los
peritos del Cuerpo Médico Forense de la Corte Suprema, por unanimidad, han
concluido que fue víctima de una muerte violenta, habiendo sido estrangulado. Descartaron la existencia de una asfixia por ahorcadura auto provocada, pues “no
se describen protrusión de la lengua ni lesiones corporales compatibles con equimosis,
excoriaciones y/o hematomas capaces de generarse durante el período convulsivo
de colgamiento”. El surco además es de recorrido completo, mientras que
en la ahorcadura es incompleto. Especial relevancia dieron a la determinación
de alcohol etílico en sangre visceral de 3,49 gramos por mil mililitros en
promedio, guarismo que los llevó a concluir que “Larrabure se encontrara en
estado de indefensión o por lo menos con disminución de su capacidad de
reacción al momento de su muerte”.
Señores diputados: mi
padre murió sin quebrarse, como el “quebracho
que al caer hace el ruido que sigue estremeciendo la tranquilidad del monte”.
Para los terroristas del ERP que le
ofertaron canjear su libertad por la traición, la verdad y los ideales son
simples monedas de cambio. Son amorales, y por ello ni siquiera advierten
que las condiciones infrahumanas de cautiverio constituyen en sí mismas, y más
allá de las circunstancias de su muerte, una tortura psíquica y física
tipificada como crimen de lesa humanidad.
Al pedir que el delito se tipifique de tal manera no estoy defendiendo al
Proceso. A mi padre lo mataron antes de que comenzara. Pretendo, sí, extirpar la lógica de violencia que ha otorgado a los
terroristas el derecho de secuestrar, torturar y asesinar en momentos que la
Argentina tenía solo el 4% de pobreza y vivía en democracia[1].
Arturo
Larrabure
DNI 13.410.395
NOTA:
Las imágenes, referencias y destacados no corresponden a la nota original.
[1] Arnol Kremer, miembro del buró político del ERP, ha sido muy claro:
"...la verdad es que nosotros nunca
pensamos en la democracia. Nosotros pensábamos en la democracia en términos de
Lenin, como un paso, un instrumento para el socialismo, teníamos toda la concepción
leninista más dura. Para nosotros la sociedad socialista tenía una etapa previa
que era la dictadura del proletariado, y en eso que no se hagan los
desentendidos".
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