El 18 de julio 2018 se
cumplieron cien años del nacimiento de Nelson
Mandela, activista y político sudafricano, que lideró la resistencia contra
el Régimen de discriminación racial,
política, económica, cultural, y territorial
de la población negra de su país, denominado “apartheid”. Como consecuencia de su abnegada lucha fue condenado a
prisión perpetua.
Luego de más de
veintisiete años de cautiverio, en 1990
se le concedió la libertad. Fue entonces que lejos de buscar la venganza y promover el odio hacia los
blancos, se abocó con el Presidente De Klerk y bajo la inspiración teológica
de Monseñor Tutu que promovía la reconciliación
y el perdón, a un proceso de desmantelamiento del apartheid y transición hacia una democracia
interracial, proceso que culminó con éxito con su designación como Presidente
en 1994.
Conjuntamente con
otros líderes mundiales, campeones de la lucha contra la injusticia, como Gandhi y Luther King, nos dejó como legado el ejemplo de que con el diálogo, la tolerancia y el perdón
es posible alcanzar la paz, la concordia y la unidad de los pueblos que han
sufrido el flagelo de las guerras internas.
Argentina , que aun
no ha logrado cicatrizar las heridas de la guerra interna que padecimos en las décadas
de 1960/70/80, espera aún la aparición de líderes religiosos y políticos, que asumiendo con coraje el legado de Mandela, conduzcan al País por un sendero
de diálogo, tolerancia, reconciliación y perdón
en pos de la Unión Nacional.
Juan Miguel Giuliano
General (R)
NOTA:
Las imágenes y destacados no corresponden a la nota original.
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