La
gestión del presidente Mauricio Macri, un balance previo a las elecciones de
2019. Los Acuerdos con el FMI, la crisis de seguridad pública y mucho más en la
entrevista al dirigente político Juan Carlos Neves de la coalición ENCENDER.
Especial para El Minuto del Dr Jorge Alejandro
Suárez Saponaro Corresponsal para Argentina.
Juan Carlos Neves es
un brillante oficial naval, veterano de la Guerra de Malvinas, primer promedio
de la Escuela de Guerra Naval. Luego de retirarse de la Armada con el grado de
contraalmirante, ingresó a la política. Así promovió la creación de Nueva Unión
Ciudadana, un espacio político en el ámbito de la Provincia de Buenos Aires que
tiene varios años de existencia. Fue su presidente y luego secretario general.
Ahora Nueva Unión Ciudadana, forma parte de un nuevo proyecto, ENCENDER, una
coalición de partidos de centro derecha, para sostener una serie de valores y
principios, sin ninguna duda dejados de lado en la vorágine de la política en
Argentina. La coalición en la cual, Juan
Carlos Neves, es uno de sus impulsores más decididos, tiene como objetivo presentarse
como opción en las elecciones de 2019. Que son de suma importancia, dado que no
solo se renovarán cargos legislativos, ejecutivos provinciales, sino también se
elegirá un nuevo Presidente. La gestión de Cambiemos ha dejado a muchos que lo
apoyaron en las elecciones de 2015 y las últimas elecciones legislativas,
muchos sinsabores. En esta entrevista Neves nos da su visión en calidad de
dirigente político, además de tocar temas como el acuerdo del FMI, la crisis de
la seguridad pública y la política exterior argentina. Un aspecto original e
innovador que ha impulsado Juan Carlos Neves como dirigente político, es la
promoción del concepto de “Logopolítica”,
sobre el cual nos habló en esta entrevista.
Podría
explicar a nuestros lectores y amigos de Chile y Argentina sobre el proyecto
político ENCENDER y sus propuestas principales.
La palabra ENCENDER
es la sigla de Encuentro de Centro Derecha y designa e identifica a un espacio
político formado por un grupo de
partidos y organizaciones que están dispuestos
a representar al sector de la sociedad que se
identifica con los principios y valores de la centro derecha.
ENCENDER se conformó
para defender desde el plano político a la Constitución y sus instituciones, a
la familia argentina, la vida desde la concepción, la seguridad del ciudadano
que cumple la ley frente al delincuente,
la soberanía, la cultura del trabajo, la producción, el crecimiento y el desarrollo, poniendo como bandera
la honestidad en las conductas públicas y privadas y enfrentando a la
izquierda, el populismo y el falso progresismo que envenenan a nuestra
sociedad.
Para lograr sus
objetivos, ENCENDER busca sumar partidos y organizaciones afines y presentar,
en las elecciones del 2019 y sucesivas, candidatos en todo el país que alcancen
los cargos ejecutivos y legislativos con la consigna y el compromiso de
defender sus valores desde el poder por el bien de la Argentina y sus
habitantes.
Al presente
constituyen ENCENDER el partido Autonomista, el partido Nueva Unión Ciudadana
al cual pertenezco, la Organización Líderes para el Cambio y MORERA (Movimiento
para la Reconstrucción de la República Argentina) y en el breve tiempo de
nuestra existencia ya hemos sumado apoyo de partidos y organizaciones de
diferentes puntos del país. Creemos y percibimos que el entusiasmo que ha
despertado nuestra propuesta responde a que hay un amplio sector de la
ciudadanía que se identifica con los valores que defendemos y que no tiene, al presente, una estructura política
que los represente.
Como
Ud ve la gestión de Mauricio Macri, que aspectos resaltaría y que aspectos
considera criticables.
La gestión del
presidente Mauricio Macri y, más ampliamente, la gestión de Cambiemos que es la
alianza que el presidente encabeza, la califico como deficitaria.
Esta alianza asumió
el gobierno de la Argentina luego de tres períodos presidenciales que llevaron
a la nación al borde del colapso económico, al aislamiento internacional y a la
desconfianza generada por un esquema de corrupción generalizada y a un ocultamiento
sistemático de los datos reales del estado del país, que llegó al extremo de deformar o simplemente negar las
estadísticas oficiales.
El nuevo gobierno no
llegó apoyado por una base política propia,
pero recibió el voto de una gran masa
de ciudadanos que deseaba un cambio profundo en las políticas públicas,
el respeto a las instituciones y el fin de la tendencia ideológica populista de
izquierda que imperaba en el país.
Comienza su gestión
con algunos aciertos tales como liberar el tipo de cambio, recuperar la
credibilidad en los organismos a cargo de las estadísticas oficiales y
apartarse del estrecho círculo de las naciones bolivarianas, para restablecer
relaciones con las democracias reales y los países desarrollados. Sin embargo,
comete un primer error de alto costo posterior que resulta de haber ocultado
por razones de marketing electoral el calamitoso estado en que se encontraba la
nación, prefiriendo formular falsas promesas de una rápida recuperación, exenta
de esfuerzos y sacrificios.
Su estrategia de
tomar deuda en el mercado internacional para mantener las mismas políticas
sociales del gobierno anterior y alentar la economía con obra pública,
combinada con un fuerte aumento en los servicios el transporte y el
combustible, a la que llama “gradualismo”,
provocó un incremento de la inflación consecuencia de políticas contradictorias
y descoordinadas. El sueño de la llegada de una lluvia de capitales
internacionales fue solo eso, un sueño. Finalmente, tan pronto las condiciones
externas redujeron el flujo de préstamos se produjo una corrida contra la
moneda argentina que disparó el valor del dólar.
Fracasado el inviable
plan económico, la Argentina ha vuelto
una vez más al prestamista de última instancia, el Fondo Monetario Internacional, que impone sus duras
condiciones de ajuste en un momento en que la situación social del país se
torna crítica.
De todos modos, no es
solo la oposición la que marca las incongruencias de Cambiemos. Un sector importante de los votantes de
Mauricio Macri se sienten traicionados por la persistencia en mantener lo que
el mismo denominó “el curro de los derechos humanos”, manteniendo e incrementando los
juicios contra los militares y miembros
de las fuerzas de seguridad y policiales que combatieron a la guerrilla y el terrorismo en la década
de los años setenta. Esos juicios han derivado en millonarias y en muchos casos
injustificables indemnizaciones a parientes de terroristas caídos en combate o
asesinados por sus propios compañeros y continúan hoy contra suboficiales y
oficiales de muy baja graduación que son juzgados por leyes que no existían al
momento de cometerse los supuestos delitos por los que son acusados.
El último cachetazo a
su base política ha sido la decisión de Mauricio Macri de autorizar el debate
por la despenalización del aborto que ha finalizado con su media sanción en la
Cámara de diputados, equiparando los programas de Cambiemos con los de la izquierda
pseudo progresista que prometió enfrentar.
En síntesis, el
cúmulo de errores en todos los ámbitos de gobierno promete un duro recorrido
para el presidente Mauricio Macri hasta el fin de su mandato y disminuye su
aspiración de ser reelecto.
Dada su insistencia
en tratar de atemorizar a la ciudadanía con el riesgo del regreso del
populismo, si no es elegido nuevamente, es que nos hemos visto alentados a
lanzar la propuesta de ENCENDER que constituye una alternativa al temor y que
presenta un auténtico programa de Centro Derecha.
El
problema de la criminalidad, es un mal endémico en toda la region. La Argentina
no está exenta de ello. Podría darnos su visión de lo que pasa en Argentina.
La criminalidad en la
Argentina es hoy uno de los problemas que más preocupa y acongoja a los
habitantes del país y especialmente a los que viven en el conurbano bonaerense
y en muchas de las grandes ciudades. En mi visión eso obedece a tres grandes
causas.
La primera es el auge
que la justicia ha dado a teorías que consideran a los delincuentes como
víctimas de la marginación social y sobre esa base tienden a desproteger a las
víctimas de delitos, para poner el
énfasis en los derechos humanos de los criminales. Esta tendencia creciente
lleva a lo que se denomina cotidianamente “la
puerta giratoria”, frase que ilustra la liberación rápida de malvivientes
capturados en pleno acto delictivo, la liberación de condenados antes de
cumplir la totalidad de las penas, las salidas transitorias de la cárcel a
delincuentes peligrosos que las aprovechan para volver a robar, violar o
asesinar, y toda una parafernalia de
prebendas y fallos “garantistas” que
otorgan impunidad al accionar delictivo.
La segunda causa de
gran peso es el incremento del narco consumo, el narcotráfico y la narco
producción de todo tipo de drogas adictivas.
El incremento del
consumo de drogas en la sociedad en general y especialmente en los jóvenes,
comienza con la banalización de los efectos destructivos de esas sustancias,
particularmente de las llamadas “drogas
sociales” como la marihuana, y su penetración a través de la apología de su
consumo mediante canciones, relatos, y su uso por artistas, cantantes y
personajes populares. Continúa con los fallos de la justicia que despenalizan
el consumo personal y culmina cuando el dinero del narcotráfico comienza a
financiar campañas políticas y consigue de ese modo impunidad para su negocio.
Los crímenes cometidos bajo los efectos de los estupefacientes se suman a los
delitos perpetrados para conseguir dinero para el consumo y a la violencia
entre bandas que se disputan territorios para el manejo exclusivo de la
distribución de drogas.
La tercera y última causa es la desvalorización
permanente del trabajo policial y el desprestigio a que se somete a los miembros
de las fuerzas policiales y de seguridad. Esta acción disolvente proviene de
los sectores de izquierda y fue alentada durante las presidencias de Néstor
Kirchner y Cristina Fernández desde el gobierno mismo. La actual Ministra de seguridad ha comenzado
a modificar esta tendencia respaldando a las fuerzas de seguridad bajo su
control en algunos casos sonados pero el daño causado a la opinión pública por
años de acción psicológica negativa no serás fácil de revertir.
En síntesis, si
queremos modificar el auge de la criminalidad tenemos que modificar los
paradigmas jurídicos apuntados a defender a los delincuentes, acabar
frontalmente con la proliferación de las drogas
y devolver a las fuerzas
policiales y de seguridad su prestigio y las herramientas necesarias para
cumplir fielmente con su función.
La
actual gestión habla de que Argentina “regresó
al mundo” como observa la política exterior argentina, tanto en el plano
regional como extrarregional
Considero que la
ruptura con el bloque bolivariano en América del Sur y el mejoramiento de las
relaciones con los países desarrollados es un aspecto positivo de la política
exterior argentina.
Sin embargo, es
importante mantener la independencia de la política exterior evitando el
alineamiento automático con cualquier potencia militar y económica. La posición
Argentina ante los conflictos internacionales debe decidirse en una base de
caso por caso en función de la defensa del derecho internacional emanado de la
Carta de las Naciones Unidas, los tratados vigentes y los intereses nacionales.
Específicamente,
tenemos una fuerte crítica al manejo de las relaciones con Gran Bretaña,
particularmente en lo referido al caso Malvinas, ya que se han otorgado
ventajas y beneficios, y firmado
acuerdos que no contemplan el tratamiento del tema de la soberanía de las
Islas, perdiendo terreno trabajosamente ganado y poniendo en cuestión el apoyo
logrado por parte de diversos países en el ámbito regional.
También se
percibe un marcado desinterés por
mantener las ya limitadas capacidades de las Fuerzas Armadas que se traduce en
magros presupuestos y un manifiesto desinterés por los accidentes y las
fallas que esas políticas generan en la
operatividad de los medios y en la problemática de la defensa nacional en
general. Esta debilidad creciente afecta tanto la participación en operativos
internacionales y operaciones internacionales de paz como a la credibilidad de
la disuasión de la nación ante cualquier amenaza y brinda total impunidad al
accionar británico en el Atlántico Sur.
En el plano regional
considero esencial la relación con Brasil y el fortalecimiento del MERCOSUR.
Apruebo las críticas y las acciones punitivas a la dictadura venezolana pero
entiendo que similares criterios deben aplicarse a la dictadura cubana cuyo mantenimiento a lo largo del tiempo no le otorga
legitimidad, sino que refuerza el rechazo que debería generar. El doble
estándar aplicado a las relaciones con Venezuela y Cuba es otra de las
contradicciones de la actual administración en materia de relaciones
exteriores.
Que
apreciación le merece el acuerdo con el FMI. Había otras opciones para Ud?
El FMI es un prestamista de última instancia al que
se acude cuando la alternativa es el “default”.
Acordar con el FMI significa asumir el
fracaso de la política económica y resignarse a adoptar los severos programas
de ajuste que exige este organismo internacional para garantizarse que el
deudor dispondrá de fondos para poder pagar su deuda.
Las exigencias del
FMI dan por tierra con el “gradualismo”
al que el gobierno aspiraba en la aplicación del ajuste en un momento en que la pérdida de confianza
y credibilidad internas, sumadas al accionar de sectores de oposición que
buscan agitar el ambiente social, crean un ambiente hostil a las medidas
gubernamentales.
Al punto en que
habían llegado los problemas de falta de
liquidez de divisas ya no
quedaban alternativas porque la Argentina no tenía acceso al mercado internacional de capitales. Esto se
hubiera evitado si el gobierno hubiera hecho un ajuste por propia iniciativa al
comienzo de su mandato, hubiera evitado la toma indiscriminada de crédito y no hubiera tomado decisiones muy
criticables como autorizar a las
empresas exportadoras a mantener las divisas recibidas fuera del país. Una vez que la imprudencia y los malos
hábitos desencadenan la enfermedad ya no hay opciones a tomar los remedios por
más duros y agresivos que sean para el organismo.
Nueva
Unión Ciudadana, es un partido que tiene inserción en la Provincia de Buenos
Aires. ¿Como considera Ud. que María Eugenia Vidal, la actual gobernadora,
lleva a cabo su gestión?
Luego de más de diez
años en los que Nueva Unión Ciudadana trabajó intensamente en la Provincia de
Buenos Aires creemos tener un panorama
claro de las necesidades, los problemas
y las soluciones que requiere la provincia.
Con esa base podemos
argumentar que la gestión de María Eugenia Vidal tiene distinta valoración si
la consideramos en términos relativos o absolutos. En el primer caso, la
comparación con la pésima gestión del gobernador Daniel Scioli, plagada de
casos de corrupción, negación de la amenaza de la inseguridad y el crecimiento
del narcotráfico, sumados a la desatención de los sistemas de salud y
educación y de la infraestructura vial
y edilicia, representa una notable mejoría que es percibida por los
bonaerenses.
En cambio, si
analizamos la gestión de la gobernadora sin comparaciones estamos lejos de
estar satisfechos tanto desde el plano político como en nuestra condición de
habitantes de la provincia.
La voracidad fiscal
de esta gestión que se sustenta en desaforados revaluos de las propiedades y
los campos atenaza a los contribuyentes. La inseguridad no se esconde pero
tampoco se soluciona y la pregonada lucha contra el narcotráfico parece
ineficaz a la luz de los índices crecientes de consumo y tráfico de drogas y de
la pérdida de control en villas de emergencia y zonas marginales.
La gobernadora
también se ha sumado con ligereza a las políticas de persecución a quienes
combatieron la guerrilla y la apología de los grupos terroristas de tendencia
marxista que asolaron el país en la década
de los setenta, llegando al extremo de consagrar por ley la
obligatoriedad de afirmar que en esa época hubo 30.000 desapariciones aunque
está históricamente comprobado que esa cifra es falsa y que fue utilizada por los ideólogos
subversivos para obtener subsidios de organizaciones internacionales.
También vale
mencionar que la gobernadora consiguió que la provincia recuperara el fondo del
conurbano bonaerense pero que dichos recursos se tomaron de las cajas
jubilatorias del ANSES, provocando una reacción muy dura de la oposición y
graves disturbios callejeros que afectaron seriamente la imagen de la alianza
gobernante. Si bien la decisión corrió por cuenta del gobierno nacional la
estrecha proximidad política de la gobernadora con el presidente también
salpicó su imagen.
En síntesis, la
gobernadora Vidal ha quedado a medio camino en su gestión lo que permite
calificarla como regular.
En
su momento planteó la idea de la Logopolítica, un concepto realmente novedoso,
podría explicarnos sintéticamente que implica ello.
La Logopolítica es
una aplicación que hemos hecho a la política de los principios de la
Logoterapia, desarrollados por Viktor Emil Frankl, doctor en medicina y
filosofía egresado de la Universidad de Viena y sobreviviente del campo de
concentración de Auschswitz.
Frankl sostenía que a
los dos grandes motivadores de la conducta humana que eran la “voluntad de placer” (enunciada por
Sigmund Freud) y la “voluntad
de poder” (enunciada por Alfred
Adler) había que agregar la “voluntad de sentido”. Desde su perspectiva,
la búsqueda del sentido de la vida por parte del hombre constituye una fuerza
primaria caracterizada por los valores que el individuo quiere realizar en el
futuro.
El nombre que asignó
a su teoría fue la Logoterapia porque “Logos”
es una palabra griega que equivale a “sentido”,
“significado” o “propósito”.
Llevando este
concepto al plano político, la Logopolítica sería una política inspirada
por un propósito, dotada de un
significado y ejecutada por organizaciones que tengan una auténtica voluntad de
sentido.
Las organizaciones
constitucionalmente designadas como actores políticos primarios son los
partidos políticos y a ellos les cabría una voluntad de sentido expresada en
sus programas que le dan identidad y propósito al ser diferenciados e
identificables con un ideario sostenido en el tiempo. Asimismo para poder poner
sus ideas en acción se requiere que tengan “voluntad
de poder” pues de lo contrario se
transforman en organizaciones meramente testimoniales.
Por su parte los
dirigentes políticos según nuestra visión Logopolítica son ciudadanos que
encuentran el sentido trascendente de su existencia en la búsqueda del bien
común a través del ejercicio del poder.
Es necesario dejar de
confundir al ciudadano con programas que se limitan a seguir los dictados de
las encuestas sin apoyarse en un Logos que permita conocer hacia donde
conducirán a la república sin mentiras
ni ocultamientos. También es pertinente que los dirigentes no oculten su
voluntad de ejercer el poder pero sostenida por una voluntad de servicio
apuntada a lograr el bien común.
Nuestro planteo sigue
con los procedimientos y las definiciones necesarias para que no se confundan
las reglas de juego de la política con las faltas a la ética que son tan
frecuentes en el ambiente político actual en que el engaño y la traición, tanto
entre los políticos como hacia el ciudadano son moneda corriente.
En síntesis los
procedimientos de la Logopolítica tienden a devolver a la política el carácter
de actividad noble y elevada que atraiga
a ella a los mejores y más dignos miembros de la comunidad.
Este paradigma es
ampliamente desarrollado en los cursos de capacitación de dirigentes que
anualmente imparte Nueva Unión Ciudadana y que ahora queremos incorporar en el
espacio de ENCENDER, para llevar al nivel nacional una nueva forma de hacer política basada en
principios y normas éticas.
Gracias
Sr. Almirante por esta entrevista.
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