La Fragata ARA “Libertad” tiene como
misión completar la formación profesional de Guardiamarinas, contribuyendo al
incremento de sus conocimientos marítimos, náuticos y a su formación en la
cultura de trabajo en equipo y el nacimiento de futuros líderes naturales.
A fin de, contribuir a la política exterior de la
Nación representando a la República Argentina al difundir las bondades de
su realidad geográfica, cultural y
productiva, mostrando su vocación como un país eminentemente marítimo.
En ese sentido, por
Decreto Presidencial Nº 727 del 30 de mayo del 2001 el Poder Ejecutivo Nacional
designó a la Fragata ARA “Libertad”: “Embajadora
de la República con carácter de distinción honorífica y con efecto
exclusivamente protocolar”.
Un embajador es el
máximo representante de un determinado país ante otro, o ante una organización
internacional.
Oficialmente en los
países del Occidente a fines del siglo
XIX los embajadores tenían un uniforme muy engalanado con bordados
pectorales y que recordaba al de un general de ese tiempo, incluyendo a un
bicornio (o en francés, que desde el s XVII era el idioma de la diplomacia, un
châpeau de bras o casquete o sombrero de brazo).
Actualmente las
relaciones públicas exigen un ceremonial dinámico, a tono con las exigencias del tiempo, cuyo valor se acrecienta día
a día y con las modalidades del mundo moderno que desecha la pompa, el boato, lo inútil y que busca, por el
contrario, lo práctico y ágil, lo sencillo y esquemático.
Es obvio que no entender
debidamente esos conceptos modernos del protocolo… produjo un
profundo malestar generó en las Fuerzas Armadas la indumentaria con la que el
embajador argentino en México, Ezequiel
Sabor, recibió a los integrantes de la Fragata A.R.A. Libertad que recaló en el
Puerto de Cozumel en su escala mexicana para el 47° viaje de instrucción. El
funcionario apareció vestido con una chomba deportiva, pantalones bermudas y
zapatillas, mientras los integrantes de la Fragata Libertad se muestran
vestidos de gala. También el cuerpo diplomático de la Cancillería argentina dejó
trascender su malestar… no basta con que un embajador efectúe una
insólita justificación del embajador en México para explicar por qué uso ropa
deportiva para recibir a la Fragata Libertad.
Ese tipo de displicencia
por los aspectos formales nos obliga a recordar que el protocolo establece las
normas, decretos y reglamentaciones que deberán observarse en el ceremonial; y
que este toma del protocolo las herramientas para la organización. Permite crear el escenario, el cuadro, la
atmósfera. Es la forma.
Las Fuerzas Armadas
de la Nación tienen una formación protocolar y ceremonial muy estricta, las que
también tenían a las otras instituciones del estado… desde el 2003 nuestro país
se ha ido acostumbrando al desprecio por lo formal y desconsideración faltando
el respeto hasta al pabellón nacional. Vayan como simple ejemplo, las
siguientes imágenes:
Despedida de la fragata Libertad 2009 |
Normalmente toda
zarpada del Buque Escuela Fragata ARA
Libertad era despedida por el presidente de la Nación o altas autoridades
del poder ejecutivo nacional. En el año 2009, esa despedida quedó a cargo de la
subsecretaria de Formación del ministerio de Defensa, Dra. Sabina Frederic (tercer
nivel dentro del ministerio). Sin mayores comentarios.
El 8 de enero de 2013
después de la vergüenza internacional por la detención del Buque Escuela en un puerto de Ghana, debido a una
orden judicial empredendida por acreedores de títulos de la deuda de Argentina
que piden el embargo de la nave como forma de pago, la
presidente de la Nación la recibió con un discurso de neto corte político y un
carnaval de militantes. Se usó la llegada del Buque Escuela para un acto político y no para dar su bienvenida, un despropósito.
Bienvenida a la Fragata Libertad |
El 2 de abril de 2018
el Presidente Provisional del Senado,
Doctor Federico Pinedo, el Ministro de Defensa, Doctor Oscar Aguad, y el
Jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas, Teniente General VGM
Bari del Valle Sosa, presidieron el acto
por el Día del Veterano y de los Caídos en la Guerra de Malvinas. Es
demasiado evidente la “forma” del senador Pinedo respecto al resto de las
autoridades… ¿Era un mensaje? ¿Qué quiso expresar?
Ceremonia por la guerra de Malvinas |
Podríamos dar muchos
ejemplos más, pero preferimos dejar esa tarea a la memoria de nuestros lectores,
quienes seguramente recordaran amargamente los bailes en las ceremonias a cargo
de la Mancha de Rolando y otros cumbiancheros.
Cristina Fernández de Kirchner no dudaba en mostrar sus dotes de baile en actos oficiales. (Foto: Getty Images) |
Preferimos enfocarnos
en las distintas formalidades que se destacaron en el acto de dar un mensaje, para
calmar a los mercados, por parte del señor
presidente Mauricio Macri.
Creemos que por primera
vez se dirigió a los argentinos desde el Salón
Blanco de la Casa Rosada, en una jornada colmada de expectativas. Con sus
palabras trató de comunicar de manera clara su mensaje, al que también acompañó con un lenguaje no verbal.
Desde la elección del
lugar hasta la vestimenta, nada fue dejado al azar durante el mensaje
presidencial, se lo apreció con una actitud distinta: saber vestir
adecuadamente. El vestuario es la mejor tarjeta de presentación de una persona.
Cambiar una mala primera impresión es bastante difícil. Hay que saber vestir de
forma correcta en función del qué, cómo, cuándo y dónde. En esta
oportunidad/emergencia el señor presidente dejó de lado lo que hasta ese día era
habitual en Cambiemos/PRO: los globos, bailes, risas, etc.
Sería bueno que ese
cambio en las formas del señor presidente sea acompañado por el resto de los
funcionarios de todo el estado y que además de ser, lo sean.
Según cuenta Plutarco en su obra “Vidas paralelas”,
Publio Clodio Pulcro, un patricio
romano dueño de una gran riqueza y dotado con el don de la elocuencia, estaba
enamorado de la mujer de Julio César,
llamada Pompeya. Era tanto su amor
que un día se infiltró en la casa de César
disfrazado como músico, mientras celebraban la fiesta de la Buena Diosa, a la que solo asistían
mujeres; allí fue apresado y condenado por engaño y sacrilegio. Además, César reprochó a Pompeya por este
hecho; aunque estaba seguro de que ella no había cometido delito alguno, dejó
claro que no le agradaba que su mujer fuera sospechosa de infidelidad diciendo:
“No
basta que la mujer de César sea honesta, también tiene que parecerlo”.
La
frase del emperador ha quedado como un paradigma de la conducta que se debe
exigir a quien ocupa un cargo de responsabilidad en la sociedad.
Ser y parecer deberían ser dos categorías tan ligadas como la teoría y la
práctica. La misma frase se ha hecho popular y se ha usado para cualquier caso
en el que alguien es sospechoso de haber hecho algo ilícito, incluso cuando no
haya dudas de su inocencia.
FUENTE:
distintas fuentes indirectas de Internet.
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