Alberto Benegas Lynch
Sábado, 03 Noviembre
2018
En el libro de
Silvano Santander Técnica de una
traición. Juan D. Perón y Eva Duarte, agentes
del nazismo en la Argentina se reproduce una fotocopia en alemán de una carta del ministro consejero de la
Embajada alemana en Buenos Aires, Otto Meynen, al Capitán de Navío Dietrich
Niebuhr O.K.M [Ober Kommando der Marine] en Berlín, fechada el 12 de junio
de 1943 traducida al castellano donde consigna que "La señorita Duarte me mostró una carta de su amante [Juan Perón]
en la que se fijan los siguientes lineamientos generales para una obra futura
del gobierno revolucionario: ‘Los trabajadores argentinos nacieron animales de
rebaño y como tales morirán. Para gobernarlos basta darles comida, trabajo y
leyes para rebaño que los mantengan en brete’ […] Si no me equivoco, ya
Mussolini empleó la expresión animales de rebaño para referirse a los
analfabetos italianos. Perón sigue la buena escuela." Firmado O.
Meynen al que antepone el consabido "Heil
Hitler".
En un artículo
publicado por Claudia Peiró en Infobae el 8 de julio de 2017, se reproduce una misiva mecanografiada de Perón a Mao:
"Madrid,
15 de julio de 1965
Al
Sr. Presidente Mao Tse Tung
Mi
querido Presidente y amigo:
Desde
este difícil exilio, aprovecho la magnífica oportunidad que brinda el viaje de
los jóvenes dirigentes peronistas del MRP, gentilmente invitados por Uds, para
hacerle llegar junto con mi saludo más fraternal y amistoso, las expresiones de
nuestra admiración hacia Ud., su Gobierno y su Partido; que han sabido llevar a
la Nación China el logro de tantas e importantes victorias, que ya el mundo
capitalista ha comenzado por reconocer y aceptar.
Su
pensamiento y su palabra de Maestro Revolucionario, han calado hondo en el alma
de los pueblos que luchan por liberarse —nosotros entre ellos— que nos
debatimos, en estos últimos diez años, en marchas y contramarchas propias del
proceso de un pueblo, que va preparando las condiciones más favorables para la
lucha final contra el Imperialismo Norteamericano y sus aliados permanentes
—entre ellos ahora, los actuales dirigentes soviéticos— que se equivocan cuando
piensan que con el engaño de una falsa coexistencia pacífica podrán detener la
marcha de estos pueblos sedientos de justicia en pos de su liberación.
El
ejemplo de China Popular, hoy base inconmovible de la Revolución Mundial,
permite a los hombres de las nuevas generaciones prepararse para la larga lucha
con más claridad y firme determinación.
La
acción nefasta del Imperialismo, con la complicidad de las clases traidoras,
han impedido en 1955 que nosotros cumpliéramos la etapa de la Revolución
Democrática a fin de preparar a la clase trabajadora para la plena y posterior
realización de la Revolución Socialista. Pero, de la derrota de esa fecha,
hemos recogido grandes ejemplos que nos permiten prepararnos con mucha más
firmeza, para que nuestro pueblo pueda tomar el poder y así instaurar la era de
gobierno de los oprimidos —la clase trabajadora— única capaz de realizar una
política de paz y felicidad para nuestro pueblo. Nuestros objetivos son
comunes, por eso me felicito de este contacto de nuestros luchadores con esa
gran realidad que son ustedes.
En
lo fundamental somos coincidentes, y así lo he expresado muchas veces ante
nuestros compañeros, la clase trabajadora y peronista de Argentina. Quedan los
aspectos naturales y propios de nuestros países, que hacen a sus condiciones
socioeconómicas, y que modifican en cierta forma la táctica de lucha. Los
compañeros portadores sabrán explicar de viva voz nuestros puntos de vista, y
el gran deseo de que la más profunda y sincera de las amistades se consolide
entre nosotros.
Reciba,
querido Presidente, las seguridades de nuestros mejores sentimientos. Somos
confiantes en el triunfo de la justicia y la verdad. Nada ni nadie podrá
detener la hora de los pueblos.
Por
el triunfo de nuestras comunes luchas, por el triunfo y la felicidad el Pueblo
Chino; por la liberación de los pueblos oprimidos, con toda amistad,
Un
gran abrazo, Juan Perón."
John William Cooke |
Escribió a su
lugarteniente John William Cooke en
los siguientes términos: "Los que
tomen una casa de oligarcas y detengan o ejecuten a los dueños se quedarán con
ella. Los que tomen una estancia en las mismas condiciones se quedarán con
todo, lo mismo que los que ocupen establecimientos de los gorilas y enemigos
del Pueblo. Los Suboficiales que maten a sus jefes y oficiales y se hagan cargo
de las unidades tomarán el mando de ellas y serán los jefes del futuro. Esto
mismo regirá para los simples soldados que realicen una acción militar"
(Correspondencia Perón-Cooke, Buenos Aires, Editorial Cultural Argentina,
1956/1972, Vol. I, p. 190).
Algunos aplaudidores
y distraídos han afirmado que "el
tercer Perón" era distinto sin
considerar la alarmante corrupción de su gobierno, las bataholas que generó en
la economía y el establecimiento de la organización criminal la Triple A.
En ese contexto, Perón después de alentar a los terroristas en sus matanzas y
felicitarlos por sus asesinatos, se percató que esos movimientos apuntaban a copar su espacio de poder
debido a lo cual optó por combatirlos.
NOTA:
Las imágenes, referencias y destacados no corresponden a la nota original.
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