El Foro de
Generales Retirados ante la nueva instancia que se vive en el país
1.- En
ediciones anteriores de Tiempo Militar, el Foro de Generales retirados se ha
referido a la decadencia que desde hace muchos años postra a la Defensa
Nacional, señalando aspectos que deberían ser encarados con premura.
Es harto
conocido que desde el advenimiento de la democracia se produjeron en el ámbito
de las Fuerzas Legales[1]
graves hechos que han afectado no sólo a los aspectos materiales -económicos-
con que debe contar un sistema eficiente, sino mucho más a los morales–de orden
sociopolítico.
2.- En orden a
estos últimos, las Fuerzas Legales derrotaron a las fortísimas expresiones
pro-socio comunistas que durante años actuaron en nuestro país con extrema
violencia. Necesariamente las Fuerzas del Estado tuvieron que responder con la
energía que aún se conservaba, tras incomprensibles amnistías, sueltas de
delincuentes y devastadoras acciones de gobierno.
Tal vez hoy
recordadas sólo por parte de los votantes muy mayores. Y obviamente no vividas
por la gran cantidad de jóvenes que participan actualmente de los procesos electorales.
En nuestro
país, después de tanta desgracia y desolación el chivo expiatorio fue
extrañamente esa misma Fuerza victoriosa en lo interno.
La que nunca
pretendió quedarse en el poder para siempre ni luchó para ello, y que no
necesitó de una manifiesta amenaza política para alejarse del poder, como se
suele tergiversar en recordaciones de este triste pasado. Los motivos decisivos
se encuentran en la derrota en una guerra internacional, lo que es grave, aunque
los resabios de ésta en cuanto a reconocimiento de legítimos derechos sobre las
Islas irredentas está por verse. Todo el planeta se enteró de ellos.
Como hombres
de armas, con asombro observamos a partir de 1983 que se trazó una línea
divisoria entre antes y después de 1976, probablemente aprovechando el estado
de inercia y desmoralización de las Fuerzas, ocurrido inmediatamente después de
la citada guerra. La sociedad fue intencionalmente desinformada que con
anterioridad a ese año, no se habían producido terribles acontecimientos
protagonizados durante la lucha entre una organización irregular como la tripe
A y el terrorismo subversivo (generador de más de 20.000 hechos de violencia de
extrema crueldad). Por los medios y a través de expresiones comunicacionales de
todo tipo, se adjudicó de hecho a las F. Legales (que por fortuna nos salvaron
de ser otra CUBA), el cúmulo de responsabilidades de las tragedias del país.
Incluidas las mal fortunas de nuestra economía. Y tan potente ha sido ese
accionar comunicacional, reiteramos, que la sociedad ha quedado impregnada de
una gran duda sobre quiénes son los hombres que visten uniforme.
Rematando esta
verdadera tragedia nacional -un país como Argentina no puede carecer de hombres
valiosos, capaces y reconocidos en las Fuerzas Legales- asistimos desde los comienzos
de este siglo a un espectáculo falaz. Los terroristas convertidos en idealistas
y/o sus admiradores -jóvenes o no jóvenes- han sido perdonados y amnistiados.
Y en gobiernos
democráticos recientes muchos de ellos, (arrepentidos o no) ocuparon y ocupan
altos cargos en estamentos del Estado. Algunos de ellos con voluntad para ser
candidatos en cuanta elección haya lugar.
En tanto que
muchos miembros de la Fuerzas Legales que selecciona la Justicia Penal no
militar entre los combatientes de la guerra no convencional-irregular que se
libró en nuestro país (para la que no estaban preparados), son enjuiciados y mueren
de viejos o enfermos en la cárcel o han sido privados de libertad de por vida,
es decir; una pena de muerte encubierta.
Surge aquí la
incógnita y la pregunta sobre la actitud que asumirán los gobernantes que
elijamos en pocos meses; continuarán aceptando este tipo de aberraciones
jurídicas o, como esperamos, comenzarán a respetar y restablecer la aplicación
de los principios básicos del derecho.
3.- En cuanto
a los aspectos de orden material -económicos- afortunadamente el actual
Gobierno ha anunciado el año pasado un Plan de Reconversión del Sistema de Defensa
Nacional. Para ello en su discurso fijó los parámetros y criterios a tener en
cuenta para la misión, organización y funcionamiento del Sistema en general y
en particular de las FF AA para que se constituyan en un instrumento de
disuasión real, con la asignación además de nuevos roles de acuerdo con las
nuevas amenazas y riesgos presentes y futuros para los intereses de la Nación.
Supuestamente
se pondría así fin a décadas de indiferencia política, destrato, marginación y
desinversión en el campo de la Defensa.
Si bien es
cierto que el espíritu de la reforma es el de brindar apoyo en especial
logístico a las Fuerzas de Seguridad y disuadir a eventuales oponentes, se deben
fijar claramente desde el nivel político las normas o reglas de empeñamiento
para los casos en que deban ser empleadas en combate, como así también la restitución
del marco jurídico en las que se desempeñarán. O sea; restablecer el Código de
Justicia Militar, de lo que por el momento no se habla.
Se evitará así
la amarga experiencia que padecen los ex combatientes de la guerra interna
irregular-no convencional de la que hablamos, que habiendo cumplido órdenes superiores,
repetimos, hoy son juzgados por la Justicia Penal Ordinaria, mediante jueces
que no son los naturales, y que de la guerra poco o nada entienden. O son
maltratados por otros connacionales que parece hubieran preferido el triunfo de
la ideología marxista.
Cuánta razón
tuvo el ex Presidente Obama cuando en el año 2010 expresó «Cuando la Patria
está en peligro se recurre a Dios y al soldado. Cuando el peligro pasa, Dios es
olvidado y el soldado... juzgado».
Una de las
claves que por las disposiciones sobre Defensa del Gobierno anterior se
desguarnecía a la República, consistía en delimitar la agresión externa a la
ocasionada por otro Estado. «Sin embargo especialistas en la materia coinciden en
que la respuesta a una agresión no depende hoy de la localización geográfica
del agresor, sino del daño potencial que podría producir según los elementos
destructivos de que esté dotado»[2].
Como era de
esperar, por parte de los que no tienen claro qué tipo de República quieren, si
revolucionaria socialista o revolucionaria gramsciana, no podían faltar
opiniones como ésta.
Dicen entre
otras: «otorgar a los militares misiones del campo de la seguridad, como el
antiterrorismo que ya realizan cuatro Fuerzas Federales, sería una decisión
poco racional para el gasto público. Además no está claro qué tipo de acciones
serán consideradas terroristas»[3].
Se ve que ignoran nuestra experiencia por haber sufrido en gran medida el terrorismo;
el mismo terrorismo que hoy combate el mundo entero.
Pero el
aggiornamiento de la Defensa sufre contratiempos, son producto de una economía
que no termina de arrancar.
El 10 de
Diciembre de 1983 se abrió un abanico de grandes expectativas.
Se originó por
parte de hábiles políticos una gran ilusión por las perspectivas que depararía
la democracia. Si bien hay logros en el ámbito de la inclinación social, en
cuanto a una marcada preferencia por este sistema (considerado el menos malo de
todos, según algún ministro británico), hay que admitir que las deudas
generadas por los sucesivos gobiernos son alarmantes: - el índice de pobreza sobrepasa
el 30 %; - el 40 % de la población no tiene cloacas; -más del 16 % no tiene
agua potable; de cada 10 alumnos que comienzan el secundario no llegan a 5 los
que lo terminan y - los haberes de los jubilados comparados con los de los funcionarios
son miserables. Y podríamos seguir. Ni hablar que el principal problema es la
inflación por carecer de una moneda viable, fenómeno que soportamos desde hace
décadas.
Nos debe
preocupar que el estado económico financiero del país pueda privar a la
República de fondos para modernizar el Sistema de Defensa.
El desafío
cercano para el ganador de las elecciones de este año, son las exigencias
financieras del próximo año que tendrá vencimientos y déficit millonarios en
moneda extranjera lo que se repetirá en los siguientes años 2021 a 2023, en que
no se contaría con aportes como los actuales.
Finalmente el
porcentaje del presupuesto anual destinado a la Defensa se ha reducido en
Argentina y hoy no llega al 0,9% del PBI, nos encontramos en situación parecida
a la de España, hace un par de años.
Este Reino
destinaba a la Defensa en 2018 el 0,92 % del PBI y decidió aumentarlo en 0,1 %
por año. Con lo cual llegaría en 2024 al 1,6 %. Con ello en 2028 cumpliría con
el compromiso de la OTAN de aportar el 2 % por año.
En nuestro
caso para llevar a cabo las reformas necesarias con las dificultades
descriptas, debería llevarse progresivamente dicho presupuesto -según
especialistas- hasta un nivel equivalente del 1,5 % del PBI, compatible con el
potencial del país.
Habiendo
tratado de señalar en apretada síntesis aspectos de tipo económico y de orden
socio-político que afectan a la Defensa Nacional y a las FFAA en particular,
resulta oportuno destacar el siguiente concepto expresado por el Presidente de
la Nación durante la ceremonia por el 209 aniversario de la creación del Ejército
Argentino: «Las tareas que nos quedan por resolver son muchas y conocidas por
todos, pero es posible avanzar, y para eso es necesario dar una vuelta de
página. Tenemos que dejar atrás el pasado y mirar el futuro.»
La gran
pregunta es si la dirigencia política, actuando hasta el momento ante las
próximas elecciones (Octubre) sin decir palabra sobre cuáles son sus objetivos
en orden a gastos e inversiones, estará dispuesta a atender a la Defensa como
lo precisa la República Argentina.
Tte.
Grl (R) Diego Suñer y Generales (R) David Comini y Luis A. Cloux
Foro de Generales Retirados
Foro de Generales Retirados
FUENTE: Tiempo
Militar Número 346, Jueves 15 de Agosto de 2019.
NOTA: Las imágenes no corresponden a la nota original.
NOTA: Las imágenes no corresponden a la nota original.
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