viernes, 17 de enero de 2020

ACTUALIZACIÓN DE AYUNO EN LA PRISIÓN: EL MILITAR QUE EMPEZÓ UNA HUELGA DE HAMBRE PARA RECLAMAR UN TRATO IGUALITARIO



La situación planteada por la decisión personal del teniente primero (R) Gustavo Ramón De Marchi, quién en cautiverio se declaró en huelga de hambre, desnuda varias verdades que se mantienen ocultas o en las penumbras del conocimiento del ciudadano común:
1.  La ley no es igual para todos en la República Argentina, el personal de las Fuerzas Legales que fue sometido a los llamados juicios de lesa humanidad es juzgado con un derecho a medida para poder ser condenado (seguramente de antemano). El resto de los presos en Argentina (comunes y corruptos) gozan de beneficios legales, que a ellos les son negados.
2.  Una vez más se pone en evidencia que el estado incumplió su obligación constitucional de garantizar el debido proceso.
3.  De Marchi no reclama nada en especial, solo que le apliquen la ley igual que al resto de la sociedad.
4.  El Tte. 1° De Marchi se considera un “prisionero de guerra” y como tal su primera misión en prisión era escaparse (sobran ejemplos de guerra al respecto).
Su fuga junto a la del Mayor (R) Olivera trajo como consecuencia que el entonces ministro de defensa, Agustín Rossi, ordenara la prohibición para que todo el personal detenido en esos juicios no pudiera ser atendido en los hospitales militares, que por sus respectivas obras sociales les correspondía.
Esa prohibición produjo malestar y grave consecuencias en esos “presos políticos”, algunos fallecieron y otros agravaron sus enfermedades al no recibir la atención sanitaria que por ley les correspondía. El Servicio Penitenciario Federal reconoció -en varias oportunidades- su incapacidad para atender las necesidades de cuidado adecuado de la salud que esa población etaria requiere.
En consecuencia el único responsable de esa prohibición y sus consecuencias es Agustín Rossi, casualmente hoy nuevamente a cargo de la cartera de defensa. Se deja constancia que durante el anterior gobierno se terminó esa prohibición.
Podríamos continuar explayándonos sobre porque en la Argentina la vara de la ley no mide a todos por igual, basta con ver que la actual vicepresidente de la Nación tiene pendiente varias causas con la justicia, por supuestos delitos de corrupción y tiene un pedido de prisión preventiva. La coraza que la defiende de la justicia es la impunidad de la que hace gala.
Los argentinos hemos dicho basta a la impunidad y en el tema específico de los “juicios de lesa humanidad”, a través de esta petición (clic acá para firmar), solo pedimos que se efectúe una auditoría jurídica “global” sobre todo lo actuado… existen demasiadas denuncias de las arbitrariedades jurídicas cometidas para llevarlos a cabo.
Hacer esa auditoría jurídica causa por causa, llevaría demasiado tiempo y su dictamen llegaría tarde… la mayoría o todos los detenidos ya habrán fallecido en cautiverio. Ellos mantienen viva la esperanza que algún día recibirán la justicia que reclaman, el envío de los rosarios por su SS hecho realidad gracias a una incansable tarea realizada por el Obispo Castrense, Monseñor Santiago Olivera, reavivó la luz de la esperanza en los verdaderos presos políticos y sus familias.
Para un mayor conocimiento del drama del personal afectado por esos juicios, a continuación le dejamos un oportuno artículo escrito por Mariano de Vedia en el diario La Nación: https://www.lanacion.com.ar/politica/ayuno-en-la-prision-el-militar-que-empezo-una-huelga-de-hambre-para-reclamar-un-trato-igualitario-nid2324746

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