por Enrique Guillermo Avogadro
"La política es el circo
de los vicios, no de las virtudes.
La única virtud que se requiere es la paciencia".
Antonio Scurati
No creo en brujas, pero que las hay, las hay. El lunes 17, a las 16:00 hs, la ciudadanía saldrá a la calle para decir a la Vicepresidente ¡BASTA! en sus desesperados intentos de sojuzgar al Poder Judicial, Corte Suprema incluida, para obtener la impunidad que tanto ansía para ella y sus hijos, pero también para sus principales cómplices. Cree, como les dijo a los magistrados que la juzgan por sus innumerables delitos, que la historia ya la absolvió pero necesita que también lo haga la Justicia.
Y el plazo del que dispone para lograrlo es
relativamente corto, porque el año próximo habrá elecciones y es altamente
probable que, ante la aterradora realidad que quedará expuesta tan pronto el
Presidente y su equipo de falsos expertos levanten la "cientocincuentena" que hoy la vela, el oficialismo las
pierda y, con ellas, muchas de las bancas que hoy convierten al H° Aguantadero
en una simple oficina de despacho express de sus deseos.
La forma en que el kirchnerismo se conduce
confirma que el diálogo dejó de ser posible; se puede discutir con quien piensa
una forma distinta de democracia republicana, pero no con quien sólo quiere
destruirla. Con mayoría propia en el Senado, generó un conflicto de poderes con
final abierto. Desobedeció flagrantemente una medida cautelar dictada por una
Juez Contencioso Administrativo Federal, María Alejandra Biotti, que le ordenó
no discutir el desplazamiento de sus colegas de la Cámara Federal Penal, Leopoldo
Bruglia y Pablo Bertuzzi, a quienes Cristina Fernández detesta porque no están
dispuestos a someterse a sus alocadas órdenes. Ahora será la Corte Suprema
quien resuelva el entuerto, tal como debiera haber hecho en el expediente donde
fue decretada la inconstitucionalidad de la modificación en la composición del
Consejo de la Magistratura, que dio tanto peso al sector político, y duerme
allí hace cuatro años.
Pero también protege a uno de sus mayores
cómplices políticos, el Gobernador de Formosa, Gildo Insfrán, el señor feudal
que se hizo con el poder hace décadas y la ha convertido en la más pobre del
país mientras el Presidente lo enaltece como ejemplo para sus pares. El Juez
federal Ariel Lijo resolvió que la causa penal en su contra continúe su trámite
en la Justicia provincial, claramente colonizada y obediente al acusado. En esa
causa se investiga el multimillonario honorario pagado por la Provincia a The
Old Found, la empresa creada por Alejandro Vandenbrole para permitir a Amado
Boudou robarse Ciccone, la fábrica de billetes; la excusa fue el ¡asesoramiento
para renegociar la deuda provincial con el Estado nacional!, cuyo Ministro de
Economía era por entonces el mismo Boudou.
Y el jueves por la noche, el Senado
convirtió en ley la moratoria impositiva cuyo artículo 11 es un traje a medida
para Cristóbal López y Fabián de Souza; ahora éstos, que robaron más de US$
1.000 millones de nuestros impuestos para comprar con ese dinero empresas y
medios de comunicación, no sólo podrán pagar ese monto en crecientemente
devaluadas cuotas en pesos, sino que hará caer el juicio penal tributario que
la misma AFIP les había iniciado.
El problema es que el Instituto Patria,
desde donde la Vicepresidente maneja los títeres con los que ha colonizado la
Presidencia, el Consejo de la Magistratura, la Procuración del Tesoro, la
Oficina Anticorrupción y la Fiscalía de Investigaciones Administrativas, ambas
cámaras del Congreso, la Agencia Federal de Inteligencia, la ANSES, la AFI, la
AFIP, más algunos cargos que aún pretende, como la Procuración General, es el
único que tiene un plan concreto de gobierno, aunque éste sea populista y
clientelista.
Estoy convencido que el Poder Judicial
necesita una profunda reforma. Pero también sé que la eterna duración de los
juicios, sobre todo los vinculados a la corrupción, no se debe únicamente a la
mala conducta de algunos jueces que ya todos conocemos; el Código procesal aún
vigente permite a los defensores interponer innumerables recursos, justificados
o "chicanas", que impiden
que los procesos terminen, en tiempo y forma, con sentencias firmes, sean de
absolución o condena.
No puedo entender el apoyo que recibe
Cristina de los más pobres, porque el monumental robo de los recursos públicos
que concretó la familia Kirchner y sus cómplices son, precisamente, los que
faltan para enfrentar la actual situación socio-económica. ¿No genera dudas a
los fieles de esa extraña religión la permanente exhibición de riquezas mal
habidas?, ¿no se enteraron acaso de los patrimonios que todos ellos
impúdicamente muestran en hoteles, campos, empresas, joyas, autos de lujo,
aviones y yates?, ¿no se dan cuenta que la droga que está matando a sus hijos
se mueve sin control por la asociación que los narcotraficantes mantienen con
el poder?
El lunes la gente llevará a la calle varias
consignas diferentes, porque los reclamos son muchos. Además de protestar
contra la reforma judicial, habrá pancartas contra la corrupción impune, el
confinamiento que ha sumido al país en la miseria y el hambre, la inseguridad
que tiñe de sangre todas las ciudades, los trabajos y empresas perdidos, y es
razonable que así sea. Para que el Gobierno entienda que no aceptaremos que nos
conviertan en Venezuela, deberemos ser una verdadera multitud, medida en cientos
de miles de ciudadanos, responsables y con las precauciones sociales del caso.
Bs.As., 15 de agosto 20
E.mail: ega1avogadro@gmail.com
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