Estimados Amigos y Camaradas:
Los verdaderos y únicos Presos Políticos de la República Argentina son los ex miembros de las Fuerzas Legales del estado, quienes cumplieron las órdenes de aniquilar[1] el accionar subversivo-terrorista emanadas desde los más altos niveles del gobierno democrático (1975), las cuales fueron continuadas por el último gobierno de facto que lo hizo ante un reclamo social generalizado.
Algunos de ellos ya han cumplido más de 19
años de prisión, algunos con sentencia definitiva y otros no, los señores
abogados defensores de esos soldados han demostrado plenamente que los llamados
juicios de lesa humanidad están plagados de irregularidades jurídicas… pero los
tribunales han desestimado en forma sistemática esas
irregularidades las que han sido reconocidas por fiscales actuantes en las
diferentes causas, por ejemplo: la Dra. Mirna Goransky.
No nos vamos a extender más en este tema,
ya es suficientemente conocido por todos. Sólo nos remitiremos a la pregunta
del título de esta breve nota sobre la injusticia ignorada por todos ¿Creen
ustedes que ellos y sus familias deben seguir sufriendo esa persecución sistemática?
¿Se les puede decir Felices Fiestas, en un país que carece de seguridad
jurídica?
Señores, la casa no está en orden… se está
desarrollando el aniquilamiento de la república en aras de lograr la impunidad
de los gobiernos más corruptos de la Argentina, paso a paso se van ejecutando
las fases del Foro de Sao Paulo y los políticos de la oposición, aún no se
enteraron.
En pleno siglo XXI nuestro país, que estaba
destinado a ser una potencia mundial a fines del siglo XIX y principios de
siglo XX, hoy se encuentra caminando por el borde de la cornisa y en cualquier
momento caemos al precipicio. De ser un país receptor de inmigrantes, ahora
nuestros hijos y nietos solo desean emigrar a un país que los reciba y les
permita alcanzar la felicidad y prosperidad que se merecen por sus esfuerzos de
estudios y trabajos realizados o por realizar.
¿Felices Fiestas? Somos de la opinión que
no tenemos nada para celebrar.
[1] Según la
Real Academia Española de la Lengua significa: “Reducir a la nada” y/o “Destruir
o arruinar enteramente”. Ese verbo transitivo fue empleado por el gobierno
peronista elegido democráticamente por la mayor cantidad de votos de la
historia del país y explícitamente empleado en los llamados 4 decretos de
aniquilamiento del año 1975.
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