LA SUMA DE TODOS LOS MIEDOS
Por Christian Sanz
Lanatta, Aníbal, CFK y el expediente que nadie conoce
Mientras la sociedad no termina de desayunarse respecto de
la evaporación de los hermanos Cristian y Martín Lanatta, nuevos detalles se
van conociendo respecto de su “escape” y se suman a la ya refrendada cadena de
desconfianza ciudadana.
¿Se escaparon por su cuenta o alguien más los ayudó? ¿Quién
está detrás de lo sucedido? ¿Por qué decidieron evaporarse ahora?
Independientemente de las respuestas a esas preguntas, hay
un dato que los medios omiten mencionar y que es fundamental para tratar de
entender lo sucedido.
Tiene que ver con un expediente judicial que reposa en el
despacho de la jueza federal María Romilda Servini de Cubría y que investiga
las responsabilidades políticas del triple crimen de General Rodríguez.
Los Lanatta, que cumplían prisión por ser los autores
materiales de ese hecho, debían declarar en esta “nueva” causa, que se inició
luego de que se conocieran las condenas impulsadas por el fiscal Juan Ignacio
Bidone en el juicio que se desarrolló en Mercedes, provincia de Buenos Aires.
Allí, Aníbal Fernández zafó por poco: nadie se animó a decir
que él era la persona que todos identificaban como el “Morsa” y que planificó
el triple asesinato de 2008.
Sin embargo, en este nuevo expediente, que encuentra al
kirchnerismo alejado del poder, aquellos que temían por sus vidas, han decidido
revelar toda la verdad: que Fernández mandó a ejecutar a Sebastián Forza,
Damián Ferrón y Leopoldo Bina porque temía que le arrebataran el negocio del
tráfico de efedrina.
El primero de los arrepentidos pudo verse ante las cámaras
de Periodismo para Todos, se trató del mismísimo Martín Lanatta, quien en
agosto pasado apuntó directamente contra el exjefe de Gabinete de ministros de
la Nación.
Y allí aparece la novedad, lo que pocos saben: el hoy
prófugo debía declarar dentro de unos días ante Servini de Cubría.
Lo que pudiera revelar Lanatta va más allá del triple
crimen, también roza el manejo del narcotráfico desde la cúpula del poder
kirchenrista y hasta los aportes de campaña de Cristina Kirchner del año 2007.
Es que, en la nómina de aportantes, aparecen varios
personajes vinculados con el tráfico de estupefacientes. Entre ellos, está Ibar
Esteban Pérez Corradi, sindicado por la embajada de Estados Unidos como el nexo
entre carteles de droga mexicanos y laboratorios medicinales argentinos.
Se trata de otro de los prófugos del asesinato de Forza,
Ferrón y Bina: de hecho, pocos saben que es el nexo clave entre Aníbal
Fernández y los ejecutores del triple crimen. Es decir, los dos pares de
hermanos, los Lanatta y los Schillaci.
Pero hay más: Pérez Corradi fue socio de Forza, quien a su
vez también aportó dinero a la campaña de Cristina a través de su droguería
Seacamp.
Si a lo antedicho se suma que Servini de Cubría tiene en su
poder un peritaje que demuestra que se lavó dinero en la campaña del Frente
para la Victoria de 2007, todo empieza a cerrar.
Se trata de un estudio inobjetable, hecho por los
prestigiosos peritos de la Corte Suprema de la Nación.
En el contexto mencionado, comienza a entenderse el temor
que circunda a los kirchneristas que abandonaron el poder hace apenas unas
semanas, principalmente Aníbal y Cristina.
Una misma jueza tiene en su poder dos expedientes que
complican sus deseos de impunidad.
A su vez, como se explicó, ambas causas están conectadas
entre sí. Ergo, lo que sigue es solo cuestión de tiempo.
Servini de Cubría, que responde a los intereses del herido
peronismo tradicional, ha decidido avanzar de manera implacable. Los elementos
para hacerlo, ya los tiene.
Lo único que podría hacer peligrar su estrategia es que
desaparezcan los testigos que ha llamado a declarar. Suspicazmente, eso es lo
que parece que ha empezado a ocurrir.
FUENTE: http://periodicotribuna.com.ar/17201-lanatta-anibal-cfk-y-el-expediente-que-nadie-conoce.html
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