Este es un análisis de Baher Kamal, periodista de
nacionalidad española y origen egipcio, donde desmitifica alguno de los
estereotipos más comunes sobre los árabes, la región de Medio Oriente, los
musulmanes y el islam.
Análisis de Baher Kamal
MADRID, 14 dic 2015 (IPS) - De todos los temas sobre los que
se han vertido toneladas de tinta y dicho millones de palabras, pero con
frecuente escasez de información de fondo, pero en cambio basándose en general
en supuestos erróneos que conducen a conclusiones equivocadas, el de Oriente
Medio es quizás uno de los más destacados.
Para empezar, es creencia común -demasiado reiterada por los
medios- que existe un tal “mundo árabe”
o “nación árabe”. Los políticos y
medios de información árabes hablan, además, de “patria árabe”.
Simplemente esto no es exacto.
En primer lugar, porque muy poco tiene que ver uno de
Mauritania con uno de Omán; un marroquí con un yemení; un egipcio con un
bahreiní, y un iraquí con un somalí, solo por mencionar algunos ejemplos. Cada
uno ellos posee diferentes raíces étnicas, historia, lengua original,
tradiciones y creencias religiosas.
Ejemplo: los amaziguí -también conocidos como bereberes- son
un grupo étnico indígena del norte de África que vive en las tierras ubicadas
entre la costa del océano Atlántico y el desierto occidental de Egipto.
Ahí, hay entre 25 y 30 millones de bereberes que hablan su
idioma propio (que no es árabe), aunque el número total de comunidades
bereberes (incluyendo aquellas que no hablan esta legua) se estima sea mucho
mayor.
Estas comunidades fueron sistemáticamente “arabizadas” e “islamizadas” desde la conquista arabo-musulmana del norte de
África en el siglo VII. En los países del norte de África, como el caso más
notable de Argelia, las autoridades lanzaron vastas campañas de “arabización”.
Así que no todos los árabes son realmente árabes. Sería más
exacto hablar de pueblos y naciones “arabizadas”
e “islamizadas” que de mundo o nación
árabe.
En segundo lugar, porque no todos los musulmanes son árabes,
ni todos los árabes son musulmanes.
Véase los siguientes siete datos clave acerca de árabes y
musulmanes:
1. No todos los
musulmanes son árabes
Según las principales estadísticas coincidentes, el número
de musulmanes que hay en todo el mundo asciende a cerca de 1.600 millones, en
comparación con los estimados 2.200 millones de cristianos.
De este total, los países árabes albergan a unas 380
millones personas, esto es menos de 25 por ciento de todos los musulmanes que
hay en el mundo. Sin embargo:
2. No todos los
árabes son musulmanes
Y es que mientras que el islam es la religión de la mayoría
de las poblaciones de los países árabes, no todas ellas son musulmanas.
De hecho, se estima que los cristianos árabes representan
entre 15 y 20 por ciento de la población combinada de los 22 países árabes. Por
lo tanto, los musulmanes árabes constituyen menos de la quinta parte de los
musulmanes de todo del mundo.
Los cristianos árabes se concentran principalmente en los
territorios palestinos, Líbano y Egipto
-aquí representan hasta 13 por ciento de la población total que asciende a 95
millones de habitantes según el censo de 2014.
Así, se da el caso de que hay más musulmanes en Gran Bretaña
que en Líbano, y más en China que en Siria, por ejemplo.
3. Los principales
países musulmanes son asiáticos
Según el centro estadounidense de investigaciones Pew
Research Center, los porcentajes de los principales grupos religiosos fueron en
2012: cristianismo 31,5 por ciento de la población mundial; islam 23,2 por ciento; hinduismo 15,0 por ciento, y
el budismo 7,1 por ciento.
Pew estima que en 2010 había 49 países de mayoría musulmana.
De estos, los países del sur y sureste asiáticos representarían alrededor de 62
por ciento de todos los musulmanes del mundo.
De acuerdo con estas estimaciones, la mayor población
musulmana concentrada en un solo país vive en Indonesia, que alberga al 12,7
por ciento del total de musulmanes.
Pakistán (con el 11,0 por ciento del total) es el segundo
país más elevada mayoría musulmana, seguido por India (10,9 por ciento) y Bangladesh
(9,2 por ciento).
Pew estima que alrededor de 20 por ciento de los todos
musulmanes viven en países árabes, y que dos estados no árabes -Turquía e Irán-
son los de mayoría musulmana en el oriente medio.
A este hecho de que los países más grandes con mayor número
de musulmanes no son árabes, se suma el otro de que un alto porcentaje de la
población musulmana en el mundo vive en Afganistán, Bangladesh, Irán,
Indonesia, Pakistán, Turquía y otros que no son árabes.
4. Los grupos
musulmanes más grandes
Se estima que entre 75 y 90 por ciento de los seguidores del
islam en el mundo son suníes, mientras los chiíes representan entre 10 y 20 por
ciento.
Los conflictos violentos, a veces armados, que se desatan
entre estas dos “escuelas” de
interpretación de los preceptos religiosos del islam son a menudo debido a
factores políticos.
Pero esto no es exclusivo de los países árabes. Recuérdese
el caso de Irlanda del Norte con sus tres décadas de conflicto armado entre las
comunidades católica y protestante.
5. Los musulmanes no
tienen su propio Dios
En árabe (el idioma en el que el libro sagrado, el Corán,
fue escrito y difundido) la palabra “mesa”
se dice “tawla”; un “árbol” se llama “shajarah”, y un “libro”
es “ketab”. En árabe “Dios” es “Alá”.
Además, el islam no niega en absoluto la existencia del
cristianismo o de Cristo. Los reconoce plenamente y rinde expreso respeto
debido a la Biblia y el Talmud.
La principal diferencia es que el islam considera a Cristo
como el “profeta” más cercano y más
querido de Dios; no su hijo.
6. “Tradiciones” islámicas
El islam aterrizó en el siglo séptimo después de Cristo en
los desiertos del Golfo o la Península Árabe. Allí, ya desde antes, hombres y
mujeres cubrían sus rostros y cabezas para protegerse de las tormentas de calor
y arena. No se trata, por tanto, de una imposición religiosa del islam.
Entretanto, en los desiertos árabes, incluso antes de la
llegada del islam, la población hacia vida nómada, con los hombres viajando en
caravanas comerciales, mientras que las mujeres y los ancianos se ocupaban de
la vida cotidiana de sus familias. Las sociedades árabes y, más tarde,
islámicas eran, pues, principalmente matriarcales.
En cuanto a las mutilaciones genitales, estas son comunes al
islam pero también al judaísmo (circuncisión masculina) y a muchas otras
creencias religiosas, en particular en África.
Y del mismo modo que las otras grandes religiones
monoteístas, hubo y hay clérigos musulmanes que fueron utilizando la fe como
instrumento para aumentar su influencia y poder. Esto explica por qué tantas “nuevas tradiciones” han sido
paulatinamente impuestas a los musulmanes. Este el caso, por ejemplo, de
cuestionar el derecho de las mujeres a la educación o de imponer el hiyab
(velo).
Al igual también que otras grandes religiones monoteístas,
hubo y hay clérigos musulmanes que fueron usando su influencia para promover
brutales acciones inhumanas. Este es el caso de los fundamentalistas, fanáticos
y radicales grupos como el yihad.
Pero tampoco esto ha sido un caso exclusivo de los
musulmanes a lo largo de la historia de la humanidad. Baste recordar la
invasión hispano-portuguesa de América Latina, donde fueron exterminados
enteras poblaciones indígenas y el cristianismo impuesto con la espada para
gloria reyes, emperadores y papas.
7. La “religión” del petróleo
Otro lugar común, y por lo tanto demasiado dado por ciencia
cierta, es que los productores de petróleo son árabes y musulmanes. Esto
tampoco es exacto.
Para empezar, la Organización de Países Exportadores de
Petróleo (OPEP) se fundó en 1960 en el entonces bajo mandato británico Iraq,
por cinco países: Irán, Iraq, Kuwait, Arabia Saudí y Venezuela.
Más tarde se fueron incorporando Qatar (en 1961), Indonesia
(1962), Libia (1962), los Emiratos Árabes Unidos (1967), Argelia (1969),
Nigeria (1971), Ecuador (1973), Gabón (1975) y Angola (en 2007).
En otras palabras, la actual membresía de la OPEP incluye a:
Angola, Ecuador, Gabón, Nigeria y Venezuela, ninguno de ellos es árabe o
musulmán, sino estados cristianos. En cuanto a Indonesia e Irán, se trata de
países musulmanes, pero no árabes.
Además, hay otros grandes productores y exportadores de
petróleo y gas que no son miembros de la OPEP, como Estados Unidos, que produce
más crudo (13.973.000 barriles por día) que Arabia Saudí (11.624.000); Rusia
(10.853.000); China (4.572.000 millones); Canadá (4.383.000, mayor producción
que Emiratos Árabes Unidos o Irán o Iraq); Noruega (1.904.000, más que Argelia) y México, entre otros.
Una vez más, ninguno de estos productores de petróleo y gas
es árabe ni musulmán.
Por lo tanto, el petróleo no solo es árabe o musulmán; al
contrario: hay más petróleo “cristiano”
que “musulmán” o árabe.
En resumen, no todos los musulmanes son árabes (estos son
menos de 20 por ciento del total mundial); no todos los árabes son musulmanes,
y… ¡no todos los árabes son siquiera árabes!
Editado por Estrella Gutiérrez
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