January 7 2009 at 7:08 AM
Para
desmemoriados y memoriosos:
Frases
del entonces juez Alfredo Bisordi, titular del máximo tribunal penal del país
(26 de abril de 2007).
...
“El supuesto retraso de causas contra los militares es una excusa para sacar
jueces, con miras a asegurar a Kirchner (y familia) la impunidad en los
presuntos delitos de corrupción”.
...
“Me faltan nueve meses para irme. No los he molestado, no los voy a molestar,
lo que pasa es que pueden llegar causas por corrupción”...
En un escrito de
fuerte contenido político con el que acompañó su presentación ante el Consejo
de la Magistratura tildó a Kirchner de
traidor a la patria, de incipiente
tirano y de aprendiz de déspota no ilustrado, acusándolo además de
encabezar una venganza de la
organización Montoneros, de haberse refugiado y haber hecho buena letra
durante la dictadura y de haber apoyado las privatizaciones del gobierno del
Dr. Carlos Ménem.
También tuvo palabras
(y no de elogios) para con la Corte
Suprema a la que acusó de ser funcional al Gobierno y de haber convalidado
las tropelías de los juicios políticos.
En el escrito en
cuestión, los ataques más viscerales los dirigió contra la diputada Conti, a la que acusó de estar ebria de poder y de hablar
con un tonito mezcla de soberbia e ignorancia, y contra el diputado Kunkel, a quién
imputa de haberlo mandado a apretar.
Bisordi, el idiota
inservible de la dictadura según el coro de las huestes de Piumato (secretario
general del gremio de los judiciales), repartió en su defensa criticas de las
que pocos se salvaron; criticó a legisladores del oficialismo; a varios de sus
colegas de Casación; a jueces de la Cámara en lo Penal Económico; a organismos
de derechos humanos; al diario Página 12; al Colegio de abogados de la Capital;
al entonces jefe de Gabinete, Alberto Fernández, etc.
¿Qué fue de Bisordi?.
Por lo menos él tuvo lo que hay que tener bien puestos para decirles de frente
lo que les dijo, sin reserva alguna.
En azul y blanco, Hugo
César Renés
Mi opinión:
Más que de un
Gobierno que hace de la Justicia mil jirones, la transformación deberá provenir
de la ciudadanía a través de un proceso de presión social que la vaya
generando, junto a una mejor selección de sus dirigentes; porque todo cristiano
sabe que cuando ni la caridad, ni la justicia, presiden las acciones de los
hombres, éstos se degradan hasta alimentarse de los manjares de la más abierta
inmoralidad. ¡Esta es nuestra situación!
NOTA:
Las imágenes y destacados no corresponden a la nota original.
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