El 17/11 de 2016 se
cumplieron, y aún no salgo de mi
asombro, 10 (diez) años procesado sin
condena y privado de mi libertad.
Para entender lo
irregular de mi situación, tuve un corto periodo excarcelado después de haber
cumplido tres años detenido sin condena, resolución dictada por casación y firme por no haberse
presentado la fiscalía en tiempo y forma.
No obstante mediante
un recurso extraordinario presentado por el fiscal general, la Corte Suprema de
Justicia en un dictado dividido revocó la excarcelación, y aquí me encuentro
cumpliendo 10 años privado de mi libertad desconociendo el estado
argentino, principios básicos de la
justicia universal.
Próximamente cumpliré
80 años, por operaciones en las dos caderas tengo cierta discapacidad. y
ninguna posibilidad en influir en el
proceso en marcha.
Indudablemente la CSJ
no leyó los autos de instrucción donde me imputan cientos de asesinatos, secuestros robo de niños etc.,
con una redacción confusa, maliciosa y contradictoria, una verdadera zanata,
que de haberla leído, se darían cuenta del bochorno judicial que avalaron.
Solo pido que lean
mis dos alegatos donde con pruebas fehacientes demuestro mi inocencia.
Me privaron de mis
mejores años en el ocaso de mi vida, mi nieto más pequeño aun no pudo conocer a
su abuelo.
En una charla a
través de internet, ese pequeño de rulos oscuros, redondos ojos brillantes, y
tonada caribeña, con la espontaneidad propio de un niño de su edad, me preguntó,
si mi hijo era adulto, (es decir su padre).
En una situación normal,
este episodio sería una anécdota cómica familiar, pero en realidad esconde el
drama de mi familia, mis hijos tuvieron que emigrar, mis nietos nacieron en el
extranjero y el nieto más pequeño presa
de una confusión total respecto de su abuelo virtual.
Me han privado de
contarles los cuentos del abuelo, acariciar sus cabellos, velar su sueño y
besar su frente; el tiempo vital disponible es
breve, toda mi familia no podrá olvidar esta injusticia, lo que los
hacen renegar de su condición de ciudadano argentino
Soy un paria civil y
militar, la justicia no cumple con la constitución, el periodismo ignora
nuestra situación y nos anatemiza a todos como genocidas, la Iglesia tibiamente
promete pero no hace nada, le remití al Papa una carta explicando mi situación,
(con la seguridad que fue recibida), en la cual
le pedía una bendición, no solo no recibí nada ni de terceras personas,
sino que se ocupa más de delincuentes reconocidos, que de un pobre viejo
privado de su libertad, condenado a muerte en vida.
Eugenio
Bautista Vilardo
Capitán de Navío IM
(RE)
DNI 4 251 385
Detenido
político
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