Hoy tengo
resentimiento y bronca contra mi pueblo ovejuno, contra los sanguinarios
vándalos terroristas de ayer y de hoy que fueron modelando nuestro actual
perfil social; contra los jueces
federales cómplices por ideología y/o complacientes por cobardía con el
accionar de aquellos, y contra los políticos que ayer, atormentados y temerosos
por la violencia subversiva desatada entonces exclusivamente por su ineptitud y
permisivismo, supieron suscribir y ordenar desde los poderes de la nación el
aniquilamiento de aquellas bandas terroristas y hoy, con total desparpajo las
apoyan o, como el pueblo, se hacen los distraídos y miran para otra parte,
total....
Pero esos “señores” dentro de los cuales incluyo a
un sector del sindicalismo, a mí no me
la pueden contar porque vi, viví y sufrí aquella historia macabra en la que junto a mis camaradas de armas y de
seguridad, junto a algunos compatriotas
supimos defender al pueblo argentino y su democracia de aquella amenaza terrorista, en
cumplimiento de la orden del entonces Presidente Constitucional y Comandante en
Jefe de las FF.AA. junto a la adhesión
a esa disposición de la inmensa mayoría
parlamentaria.
Hoy, por esas cosas
extrañas de la política y la Justicia,
los que entonces impartieron y/o apoyaron con sus firmas y resonantes
discursos aquellas órdenes, descansan en paz y/o en libertad, los que aun
viven, mientras que los que las cumplieron están arbitraria e ilegalmente
presos o muertos (en combate o en prisión). Fueron, tanto los que ya no están
con nosotros como los que aun viven, PRESOS
POLÍTICOS, la mayoría sin sentencia
firme y sin arresto domiciliario a pesar de su edad.
No olvido al ver la
situación que padecen esos camaradas de armas,
que los mal llamados “jóvenes
idealistas” ayer nomas supieron sin límites ni fronteras, matar criaturas,
tomar cuarteles, secuestrar ciudadanos y pedir dinero para liberarlos; poner bombas y, como si fuera poco, matar a 3
jefes de policía: Villar, Cardoso y Cáceres Monie. Son los mismos que hoy
coordinan las actividades subversivas para Sudamérica desde el Foro de San
Pablo (Brasil); o que, habiendo ocupado
algún sillón en la Casa Rosada mimetizados en el partido justicialista, fueron
construyendo complicidades en todos los poderes de la Nación, haciendo de
nuestra democracia una simulación para vengarse de la derrota sufrida y
robarnos a todos…
Hoy los vemos actuar hipócritamente como políticos “buenos”, o como locutores o periodistas
en los distintos medios de comunicación masiva, o en los sindicatos “duros” engañando a la juventud
(formando opinión) sobre cómo fue aquella historia de guerra que el pueblo
argentino conoce muy bien como se desarrollo, porque la sufrió, pero por conveniencia o cobardía se hace el distraído
para no comprometerse ni tomar parte en la defensa de aquellos que supieron
protegerlos y salvaron al país de padecer un baño de sangre mayor.
¡Qué tristeza! ¡Cuánta
miseria cívica y social! ¡Qué pueblo de mierda tenemos…! sin
convicciones, sin compromisos, ni lealtad de ninguna índole, dividido y
quebrada su voluntad de SER LO QUE SUPO
SER, no hace mucho y muy pronto, si no cambia de actitud, SERÁ
LO QUE MERECE SER: NADA.
EL
SILENCIO Y LA FALTA DE COMPROMISO DE NUESTRO TIMORATO PUEBLO, ES ATERRADOR… Y NUESTRO COMÚN ADVERSARIO
IDEOLÓGICO SIGUE AVANZANDO… ROBANDO, MINTIENDO, Y ASESINANDO… y nos sigue
acechando...
Por ello hoy
comprendo la desazón existente en mis camaradas presos, en sus familiares y
amigos ¡Tanto sacrificio, tanto dolor y muerte para nada…! Y lo peor… es que
casi, casi, estamos en los albores de
repetir otro 70… pero ellos ahora están mejor infiltrados, organizados y
pertrechados. Hay mucho armamento que ingresó
ilegalmente… robaron 600 kg de pólvora negra que nunca apareció y
alguien tiene…, robaron armamento de unidades militares y munición de
Fabricaciones Militares…
Representantes de la
Cámpora fueron designados en el RENAR y
desde allí acreditaron la tenencia, portación,
e ingreso de armas indiscriminadamente… y la droga llueve en nuestro
país con la cual se financian para desestabilizar al Gobierno…
El daño social,
económico y cultural que padecemos es evidente.
Arrastramos ideas
equivocadas sobre el camino que conduce al progreso y a la justicia social
No hay hasta el momento
(¿la habrá?) alguna condena por los distintos casos de corrupción, ni siquiera
avances sustanciales en las distintas causas pese a estar la Justicia atosigada
de pruebas al respecto
"VOY A TERMINAR
CON EL CURRO DE LOS DERECHOS HUMANOS..."
usted sabe quien lo dijo; hasta la fecha, como la lluvia de inversores: NADA!!!
En azul y blanco, Hugo Cesar Renés
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