Buenos Aires, 22 de febrero 2018
Sr.
Director:
Desde hace muchísimos años, en varias cartas de
lectores y artículos he venido denunciando todas las canalladas, hipocresías,
vilezas e indignidades del traidor Balza. En la mayoría de esos escritos siempre
dejé claro como idea fuerza, el hecho de que algún día este vil militar iba a
pagar todo el daño irreparable que causó en el Ejército Argentino y en el resto
de las FF.AA. Y hoy nuevamente, el larguirucho general nos vuelve a convocar
porque está cosechando toda la basura que sembró.
Ocurrió que en el día de ayer, 21 de febrero de
2018, el inimputable personaje se hizo presente en el Regimiento de Patricios
para participar de la ceremonia de asunción del nuevo JEMGE, el general Claudio
Pasqualini. Y de entrada nomás, esta actitud ya nos plantea algunos
interrogantes: ¿Cómo siendo el militar más despreciado por sus pares de la
historia militar, se atreve a presentarse en público?... ¿Cómo es posible que
lo inviten sabiendo que es el más grande traidor de sus camaradas y destructor
de las FF.AA. Sanmartinianas?.
Intentando encontrarle alguna explicación a
semejante despropósito, digo que Balza es como Cristina Kirchner, ambos son
enfermos y no tienen conciencia cabal del mal que han hecho, es más, ambos creen
que son próceres a quienes los argentinos les debemos mucho. Tienen una
enajenación total de la realidad que se ve alimentada por esos grupos de
obsecuentes que nunca faltan y que siempre quieren quedar bien con los que
están cerca del poder. Sin haberlo visto porque no estuve presente, no tengo
dudas que de esta clase de gente, ayer hubo varios que se acercaron a saludarlo
¿cómo está mi general? ¿qué dice mi general? ¿tanto tiempo mi general?...
pusilánimes, cobardes y obsecuentes…
Y si este tipo destruyó al Ejército y la mayoría
de sus cuadros lo desprecia, ¿quién lo invita? ¿y para qué lo invitan?.
Sinceramente no encuentro respuesta coherente a semejante desacierto. Solamente
se me ocurre que todo se debe a esa deformación militar que hace que si el
ceremonial militar dice que hay que invitar a los que fueron jefes del
Ejército, se lo invita sin importar que este sinvergüenza destruyó a la
institución.
Pero la cosecha en algún momento llega… Y un
grupo de valientes mujeres se le plantó delante y lo increpó diciéndole lo que
muchos militares deberían haber hecho y no hicieron. Bravo por esas valientes
esposas de oficiales que lo trataron de canalla, traidor, hipócrita y otros
epítetos por los cuales el sinvergüenza debió retirarse del histórico Regimiento.
Y llama la atención cómo siendo ésta una
extraordinaria noticia para cualquier periodista, la misma no haya sido
levantada en los principales medios de comunicación.
¿Acaso complicidad?... qué duda cabe.
¡Por Dios y por la Patria!
Hugo Reinaldo Abete
Ex Mayor E.A.
NOTA: Las imágenes y audio no corresponden a la nota
original.
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