@ricardoangoso
"¿Quedarán
impunes los crímenes de las FARC?".
"Hay
que reducir de una forma drástica los gastos innecesarios del Estado y
concentrarse en los que generen inversión y desarrollo social y económico.
Tenemos que lograr que Colombia vuelva a recuperar el equilibrio económico, que
hoy no lo hay, y retomar el rumbo del impulso perdido bajo el anterior
gobierno".
Paloma Valencia es analista política, abogada y Senadora por la República por el Centro Democrático. Uribista desde la primera hora y fiel escudera del presidente Uribe, en esta entrevista se muestra muy optimista y positiva con respecto al nuevo curso político que comienza de la mano del electo Iván Duque. Valencia también cree, sin dudarlo, en la inocencia del expresidente Uribe y considera que las criminales de las FARC deben pagar por sus crímenes.
Ricardo
Angoso: ¿Cómo ha quedado la Justicia Especial para la Paz (JEP) tras su última
revisión legislativa?
Paloma
Valencia: Nosotros hemos logrado como primera victoria del
gobierno electo de Iván Duque que los procesos a los militares se suspendan y
que haya una reglamentación especial para la Fuerza Pública. Nosotros creemos
que los militares no pueden ser tratados de la misma forma que los terroristas,
sino con una normatividad especial. Otro aspecto fundamental que nosotros hemos
defendido es que los magistrados que juzguen a los militares deben conocer el
oficio de la milicia, saber qué es lo que están tratando y que sepan cuales son
los manuales operaciones de nuestras Fuerzas Armadas sin que se generen
beneficios que premien a la delación.
Y es que es muy grave
que a cambio de las confesiones se obtenga la libertad porque entonces se está
forzando a que la gente confiese para que quede libre e incluso que eso se haga
a base de mentiras. Nosotros también consideramos que se debe defender el bueno
nombre de la institucionalidad, en este caso de las Fuerzas Armadas y también
de nuestra policía, y es por ese motivo por el que hemos solicitado con éxito
esa transición para que el nuevo gobierno pueda ejecutar los nuevos cambios que
son fundamentales.
R.A.:
¿Cree que el Fuero Militar que fue suprimido por el presidente Alvaro Uribe se
volverá a implementar, qué pasará con el mismo?
P.V.:
Lo que es curioso del Foro Penal Militar es que hoy está consagrado en la
Constitución de la República. De hecho, el gobierno presentó algunas
proposiciones para crear un Fuero Militar rígido y con algunas modificaciones
que presentamos el presidente Uribe y yo misma. Hoy el Fuero Militar dice que
sirve para todas las operaciones que se hayan efectuado con órdenes emanadas de
una forma legítima. Y que los militares deben ser juzgados por jueces que
conozcan bien a las Fuerzas Armadas. Pero, en la práctica, lo que ha ocurrido
es que el Fuero Militar ha ido desapareciendo porque muchas de sus competencias
fueron absorbidas por la justicia ordinaria, algo que no se entiende porque
finalmente decisiones administrativas de rango inferior han ido en contra de lo
que dice la Constitución misma. Ese asunto me parece inadmisible y así lo hemos
hecho saber.
LOS
JUICIOS A LOS MILITARES
R.A.:
¿Cree que en Colombia puede llegar a ocurrir lo de Argentina donde los
militares están siendo procesados, condenados y cumpliendo largas condenas?
P.V.:
No, yo creo que esa situación no se dará en Colombia, ni siquiera con la JEP.
Creo que los militares en Colombia no se van a encontrar en esa situación, sino
que aquí la pregunta es más bien al revés, es decir, si los terroristas de las
FARC, que han cometido miles de crímenes atroces, secuestros, delitos de todo
tipo y acciones terroristas brutales, por relatar algunas de sus tropelías, van
a pagar un solo día de cárcel por esos hechos. ¿Quedarán impunes todos esos
delitos? Y en ese caso, nosotros, desde el Centro Democrático, creemos que la
Corte Penal Internacional (CPI) debería actuar y tomar las oportunas medidas
para que se haga justicia y que los miembros de las FARC que han perpetrado
todos esos hechos atroces respondan ante la justicia y sean condenados. No
admitiremos nunca que se le imponga a
Colombia esta situación de abierta impunidad que se nos pretenden imponer desde
algunas instancias.
R.A.:
¿Qué expectativas tiene ante el nuevo curso político y ante el nuevo gobierno
del presidente Iván Duque?
P.V.:
Tengo muchas y positivas expectativas ante el nuevo gobierno. Creo que tiene
ante sí grandes retos y desafíos, sobre todo en el área económica, para poner
en marcha el aparato productivo colombiano, asunto que, en mi opinión, requiere
una drástica bajada en los impuestos y que, al mismo tiempo, se mejoren los
ingresos de los que tienen un salario mínimo. Es muy importante que mejoren los
ingresos de los que viven con el salario mínimo y los que están en la economía
informal. En Colombia más del 50% de la población vive con un salario mínimo y
eso significa que el gran desafío del nuevo ejecutivo es que debe de mejorar
los ingresos de los más pobres. Tenemos que ser capaces de generar una economía
productiva que sea capaz de crear nuevos empleos y también mayor riqueza para
todos. Tenemos que bajar los impuestos, subir el salario mínimo y, al mismo
tiempo, reducir el gasto público con medidas de austeridad que considero
absolutamente necesarias. Hay que reducir de una forma drástica los gastos
innecesarios del Estado y concentrarse en los que generen inversión y
desarrollo social y económico. Tenemos que lograr que Colombia vuelva a
recuperar el equilibrio económico, que hoy no lo hay, y retomar el rumbo del
impulso perdido bajo el anterior gobierno.
EL
FLAGELO DE LA CORRUPCIÓN
R.A.:
¿Qué posición tiene el Centro Democrático ante el grave problema de la
corrupción que padece Colombia y ante la próxima consulta sobre este asunto?
P.V.:
Yo fui parte de la negociación entre el Partido Verde y el Centro Democrático
ante la consulta sobre las medidas anticorrupción y llegamos a acuerdos
importantes sobre este asunto. Y, además, me tocó convencer a mi partido sobre
la consulta, algo que como usted sabrá no estaba muy convencido, y que aceptara
sus contenidos, que aunque con falencias y debilidades, incluso con problemas
de redacción, tenía aspectos de fondo que considero fundamentales. El mensaje
de fondo, considero, es que los colombianos nos movilicemos contra la corrupción
y sus dañinas consecuencias, mandando una señal a los políticos tradicionales
de los ciudadanos de a pie no quieren la corrupción de ninguna forma.
No hemos podido
comprometernos en la campaña electoral como hubiéramos querido porque se nos
atravesaron problemas centrales, como por ejemplo la persecución política y
penal al presidente Uribe, lo que nos impidió un mayor trabajo de calle para
que la gente conociera nuestras propuestas en este sentido. A este respecto, la
defensa de la inocencia del presidente Uribe es una prioridad y no vamos a
permitir que se le atropellen sus derechos. Mientras los criminales están en
libertad, hombres inocentes como Uribe son sometidos al examen de una justicia
que opera muchas veces por razones políticas.
En Colombia, además,
tenemos el problema de los falsos testigos para imputar a inocentes en delitos
que nunca han cometido, como pasa ahora con el presidente Uribe. Es un problema
de graves consecuencias para todos. Hay personas en la cárcel, con grandes condenas,
que se dedican a levantar falsos testimonios contra personas respetables y así
dañarles su imagen para siempre, obteniendo a cambio de esas falsas acusaciones
rebajas en sus penas y beneficios carcelarios. No se puede permitir que
criminales comprobados y condenados enloden la imagen de hombres que, como
Uribe, sirvieron al país de una forma ejemplar y limpia. Pero, en definitiva,
no perdemos de vista que la corrupción es uno de los grandes problemas del país
y que debe ser enfrentado con medias eficaces y audaces.
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