martes, 9 de agosto de 2011

El último... que apague la luz!


Estamos a muy pocos días de las llamada “Elecciones Primarias”, mientras el mundo se desbarranca en los mercados temerosos de un mal mayor, la violencia ocupa las calles de Londres y Santiago de Chile… y en nuestro país el Ministro de Economía –en vez de ocuparse de sus altas responsabilidades- se sube a los escenarios para tocar la guitarra y cantar rock tratando de atraer a los jóvenes. La economía en manos del piloto automático… El sueldo apenas alcanza para llegar a mediados de mes, la inflación cada vez pega más fuerte. ¿Los que tienen que velar por nuestro mejor futuro económico, donde están?


En Jujuy se vulnera todo principio de autoridad del estado y se convoca a la Jefa de la Organización Tupac Amarúc para gantizar el orden… ¿Y el Gobernador y sus funcionarios, donde están?

En Tucumán y Salta también se ocupan terrenos ilegalmente y muy poco se sabe de ellos… ¿El periodismo independiente, donde está?


Un Juez de la Suprema Corte de Justicia es sospechado de ser cómplice de una rama de prostíbulos y trata de blancas… ¿La Justicia y el Congreso Nacional, donde están?

Prácticamente la probable estafa de la Fundación de las Madres de Plaza de Mayo, junto a su ex apoderado Sergio Shocklender y a su Presidente Hebe de Bonafini, han desaparecido de los medios… ¿La Justicia, El Congreso Nacional y la Sociedad., donde están?

Los “Presos Políticos” detenidos ilegalmente en prisión preventiva, continúan muriendo por falta de oportuna y adecuada atención médica… ¿La Justicia, donde está?


¿Se fueron todos? ¿No hay responsables de nada?... Por favor al menos que el último apague la luz, así los argentinos tenemos menos que pagar.


09.08.2011 | Política | Por: María Fra Amador

Coherencia en el Error 
Por María Fra Amador para el Informador Público

Cuando devienen las crisis que afectan una nación, hay que repasar la historia para analizar dónde están los errores y los aciertos de sus sociedades y el sistema que las gobierna. En este caso entiendo que es urgente realizar una disección de la historia de la Argentina y concluir, al menos, que el siglo XX y el que ha comenzado se han caracterizado por la “coherencia en el error.”

La coherencia en el error ha sido el “leiv motiv” de hacer política en nuestro país, sin distinción de partido político o de los diversos modos militares de ejercer la misma. El primer error comienza por creernos un país rico. Rico en qué y por qué, me pregunto. Siempre comprendí que la riqueza es algo que se debe construir para adquirirla y mantenerla. Podrán decirme que nuestro territorio es rico en recursos naturales, y que poseemos una población de alto nivel educativo. Opino que son todas verdades a medias y como tales no son verdades; si lo fueran, no estaríamos donde estamos: en la degradación más humillante a la que pueda someterse una nación.

Me preguntan cuál es la degradación. Por ejemplo, algunos de nuestros jueces son rentistas de prostíbulos, otros utilizan la justicia a favor del gobierno de turno condenando a los patriotas que dieron la vida y respondieron a las órdenes de sus superiores para erradicar el comunismo o pseudo comunismo; otros callan… Mientras las Madres de Plaza de Mayo, en el nombre de los derechos humanos, bastardeados, realizan negocios espurios y millonarios con el hábitat de los que menos recursos tienen, con el hambre, y con la sangre de los muertos. Una vergüenza, una humillación aceptada por todos porque hasta ahora ninguno ha sido enjuiciado ni condenado.


Me parece que ésta es una sociedad que ha perdido el sentido de los conceptos “institucionalidad”, “responsabilidad,” “respeto por el bien común” y por sí mismos, el “sentido del orden”, de “legalidad”, de la “autoridad” y el “liderazgo”, del “castigo,” y del “mérito,” entre otros. “¡Sé igual!” Pues con esta actitud “menefreguista” y rentista se nos ha desbarrancando la República. ¡Pero eso sí, la disciplina partidaria ha triunfado junto a la de los punteros políticos, las unidades básicas, las listas colectoras, las listas sábanas, y la de las encuestas mejor pagas!


¡Cómo no vamos a estar confundidos si llamamos elecciones “primarias” a la aberración más extraordinaria que conozco de un sistema electoral! Señores, para los que comprenden, una primaria es una elección interna a los partidos políticos, realizada con mucha antelación a las elecciones generales, con el propósito de elegir al candidato que competirá contra otro de signo opuesto al de su partido. Cómo puede ser que ningún politólogo, constitucionalista, o cualquiera con sentido común no haya denunciado tal aberración. En lugar los políticos y sus secuaces de turno se han vanagloriado diciendo que por vez primera la Argentina tendrá primarias, por supuesto, obligatorias. Como ven, la coherencia en el error nos sigue caracterizando. Las elecciones del 14 de agosto son la “avant premier” de las de octubre.

Mientras nos preparamos para asistir a la “avant premier” del 14 de agosto, profundizamos el error y en la coherencia del error. Así, observamos sin parpadear cómo una de las provincias argentinas más pobres, Jujuy, que posee una tasa altísima de enfermos de SIDA, de pobreza, de indigencia, de desempleo y de trabajo informal, se desangra en una batalla campal entre miles de jujeños que hoy reclaman tierra y techo. Y me pregunto, ¿dónde están los famosos fondos para la vivienda que beneficiaron a la Fundación Madres de Plaza de Mayo, cuya presidente es la Sra. Hebe de Bonafini y su administrador, Sergio Schoklender? Y sigo preguntándome qué relación tiene la Organización Tupac Amaru de Milagro Sala con los fondos para la vivienda de la Fundación Madres de Plaza de Mayo, con Fellner, con la Presidente de la Nación, con la organización La Cámpora, con los movimientos piqueteros… En tanto me sigo haciendo otras tantas preguntas, Milagro Sala recorre los terrenos ocupados en Jujuy presentándose como una “garante” de que los “ocupas” serán censados y recibirán oportunamente su recompensa después del 14 de agosto. Es decir, que recibirán la posesión de un lote. Pero acaso me equivoco, ¿la empresa Ledesma no había donado una cantidad importante de tierras a la gobernación de Jujuy, la cual, a su vez, se había comprometido a construir las viviendas? Al parecer, la única respuesta posible ha sido la ocupación de dichas tierras, porque no hay respuestas. No hay respuestas desde ningún sector, porque la República está bajo la anarquía, y el proceso de “ocupas” se propagará a lo ancho y a lo largo del país man mano pasan los días.


Y una vez más nos volveremos a preguntar “por qué estamos donde estamos.” Ésta ha sido y sigue siendo la forma de reaccionar de la sociedad argentina. ¿Y el mea culpa? ¿Y la autocrítica? ¿Alguien ha escuchado hablar de asumir responsabilidades en algún pasillo?


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