domingo, 7 de agosto de 2011

¿Son Gente con Swing o son Agentes del Terror?

La “Gran Fito” contra los porteños es que le daban asco por ser gente egoísta. Gente si swing…

Seguramente el poder K y sus seguidores son “gente con swing” grueso error del cantautor devenido en columnista del panfletario Página 12, “su gente con swing” no da asco, son de terror… Les dejamos un afilado artículo de Carlos Manuel Acuña.


06.08.2011 | Política | Por: Carlos Manuel Acuña

EL FRACASO DEL “MODELO”
Por Carlos Manuel Acuña para el Informador Público

Ha llegado el momento para afirmarlo con mayor contundencia: el “modelo” ha fracasado. Si bien son numerosas las señales indicativas de esta afirmación, elegiremos las más expresivas y, sobre todo, aquellas que dibujan un mal presagio para el escenario político, presagio peligroso y alarmante por lo que vamos a decir enseguida. Como uno de los males de la época consiste en privilegiar las definiciones materiales y entre ellas las económicas, iniciaremos nuestras reflexiones con una síntesis de éstas últimas. Lo haremos con la prevención de que, gane quien gane las elecciones, las correspondientes medidas que tendrán que adoptarse inevitablemente contendrán, inexorables, una carga de notable incidencia social. A ese peligro nos referimos.

¿Lo sabrá Ricardo Alfonsín, que aceptó a un economista para que lo acompañe en la lista como candidato a vicepresidente? Es posible, pero no lo dice con precisión. Entre quienes tienen posibilidades ciertas de resultar electo, sí lo hace Eduardo Alberto Duhalde y, para que no quede lugar a dudas, añade a sus mensajes las inquietudes concurrentes por la inseguridad que se extiende, el avance de la artificial y cada vez más corta “cultura del no trabajo” o el rechazo a la amenaza por los proyectos latentes para liberar el consumo de la droga.


En realidad son tres las candidaturas con posibilidades. Las ya mencionadas y, todavía, la de Cristina Fernández de Kirchner. Pero vayamos por partes. En coincidencia con los plazos electorales, el kirchnerismo se encuentra abocado a agotarse en una carrera para ganarle a la explosión que ya tiene la mecha encendida y que se ha anticipado con estallidos todavía menores, si los comparamos con lo que se avecina. Primero Jujuy, luego Tucumán y ahora con amenazas en el conurbano, la sociedad argentina debe prepararse a recibir los estruendosos resultados del famoso “modelo” que se agota. Los subsidios por más de 15 mil millones de dólares hacen imposible a cualquier economía que debe quitarles a los jubilados los recursos que les pertenecen para concretarlos en el tiempo y cautivar votos que, pese a todo, se muestran esquivos. Con las reservas genuinas del Banco Central -que no son las que se informan y apenas superan los 10 mil millones de dólares-, con las variables del costo de vida alteradas para llegar a los comicios, con una política basada en el consumismo para engañar a la tranquilidad pública, con las exportaciones agropecuarias limitadas por razones carentes de lógica, el futuro ofrece una certidumbre: el agotamiento y las consecuentes medidas para recomenzar de nuevo. Todo esto dentro de un marco externo severamente alterado, con ajustes en las principales economías y medidas que son las inversas a las que hasta hoy, sigue el gobierno kirchnerista.


Esto deberá cambiar y podemos decir que no son pocos quienes evalúan los ajustes que dejará el kirchnerismo como herencia o que deberá adoptar Cristina si se produce el milagro de un triunfo ajustado, por pequeño que sea. Ese ajuste se dará en todos los órdenes: impositivamente, con una reducción drástica del gasto todavía desatado e incluso -léase con detenimiento- una posible devaluación y una baja compulsiva de los salarios. Por decirlo brevemente, un enfriamiento de la economía con una paralela e inevitable convulsión social. ¿Esto ha sido buscado expresamente? ¿Forma parte del pensamiento íntimo del dominante maoísta Carlos Zannini? ¿Integra las recomendaciones de Ernesto Laclau y Chantal Mouffe, los sociólogos preferidos de Cristina?

El verdadero poder en las sombras, Zanini

Es difícil contestarlo, pero lo cierto es que ése es el camino buscado.

Ahora los hechos de Jujuy demuestran que fueron planificados hace bastante tiempo atrás. Registran la presencia de elementos bolivianos y desconocidos que intervienen con su activismo armado. Contenida la información mediática, la realidad es tan grave que la invasión del aeropuerto provincial y los cortes de ruta tienen alteradas las comunicaciones internas en Jujuy, a lo que debe agregarse la limitación impuesta a las informaciones. Para colmo, la Casa Rosada le pidió ayuda a Milagro Sala para superar la situación. Algo así como si en los setenta, se hubiera recurrido a Santucho, Firmenich, Kunkel o Verbitsky. Otro dato expresa con elocuencia lo que sucede. El gobierno local dispuso la expropiación de tierras para levantar viviendas, pero el caso es que el ingenio Ledesma ya había donado años atrás una superficie apta para levantar barrios que nunca se iniciaron o quedaron congelados o a medio hacer. ¿Esperaban un acuerdo para extender también allí a la estafa del proyecto de las Madres de la Plaza de Mayo? Es posible, pero las familias del personal policial jujeño que figuraban como adjudicatarias de las viviendas aún sin techo y apenas con paredes, decidieron ocuparlas. En consecuencia, el gobernador Barrionuevo no controla la situación, no puede dar órdenes y el gobierno central, paralizado, no atina a intervenir la Provincia. La primera y más directa consecuencia es la extensión artificial del conflicto a Tucumán, donde se repite una idéntica argumentación para avanzar en el descalabro social. Alperovich reprime con violencia pero hay grupos que resisten armados. Hace tiempo hablamos aquí de anarquía pero, objetivamente, aún falta para que se pronuncie con amplitud.


Muchas veces se habló de esta posibilidad, que no se dio en los setenta, cuando la población reclamaba y apoyaba la intervención militar. Lo primero que hizo el alfonsinismo primero y el kirchnerismo después fue destruir a las Fuerzas Armadas, suprimir la autoridad policial, eliminar los aparatos de inteligencia internos y alterar los Códigos Penales -un viejo sueño del ministro Zaffaroni- para, simultáneamente, no dar solución a los problemas básicos de los sectores más necesitados, alimentar las divergencias, mentir sobre el pasado revolucionario y alentar a las organizaciones que lo defienden. ¿Casualidad, intencionalidad o simple ineptitud?


Por cierto hay respuestas que hoy dejamos a cargo de nuestros lectores, aunque hay más elementos para alimentarlas. Hace un par de días -tal vez tres-, desde los sectores piqueteros creados y pagados por el kirchnerismo se iniciaron presiones sobre el gobernador de Buenos Aires, Daniel Scioli, con algunos nombres y apellidos: D’Elía y Pérsico, entre otros, para que disponga la “inmediata expropiación de un millón de lotes en el Gran Buenos Aires para viviendas”. ¿Expropiación o incautación? ¿Tierras fiscales o privadas? ¿Una simple alteración de la tranquilidad pública o un instrumento para incorporar contenido doctrinario a la contienda electoral? ¿O tal vez otra extensión de los planes de Hebe Bonafini y Sergio Schoklender, amparados oficialmente para utilizar una estructura que no ha sido desmantelada?


Todo es demasiado serio para continuar sólo con preguntas que requieren una contestación inmediata y contundente. Hasta ahora, los primeros resultados electorales descalabraron las expectativas del oficialismo, que insiste con la cantinela de que “Cristina ya ganó”, pese a que hasta ahora Cristina perdió. Las miradas están puestas entre los principales candidatos. Hay conversaciones reservadas que se desarrollan mientras la mayoría de los políticos callan. De todos modos, dejamos pendientes unas inquietudes adicionales. ¿Se reformará el sistema político...? ¿Habrá decisión y firmeza para reconocer la realidad y enfrentarla...? ¿Se presentará finalmente Cristina a las elecciones...?


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