El Papa Francisco saluda a la Presidente de Argentina
Seis
palabras. Fue todo lo que atinó a decir Cristina
de su encuentro con el Santo Padre.
Y la emoción explica tal lacónico comentario. Estar frente a Francisco y ser tratada con tal
sencillez y cordialidad justifican que quien no suele ahorrar párrafos en sus
extensas disertaciones, haya resumido la recepción en seis palabras.
De
lo contrario, a no dudarlo, muy otra habría sido su reacción. Seguramente
habría incluido que nunca la había besado alguien tan humilde, tan solidario,
tan generoso con los desposeídos, tan valiente contra la injusticia, tan severo
contra la corrupción, o que no había recibido beso alguno de quien año a año la
hubo invitado a presidir el Tedeum Patrio pese a sus continuos y despectivos
rechazos.
Que
nunca la había besado quien, a su diferencia, estuvo con las víctimas y deudos de Cromagnon, así como de la tragedia ferroviaria de la Estación Once,
con las madres del dolor, con los humildes y los olvidados. En fin, que a nuestra Presidente la emoción que la embargaba le impidió expresar todo lo
que hubiera deseado decirnos. Es comprensible, en su lugar cualquiera habría
perdido el habla.
Juan Manuel Otero
Muy emocionada y casi al borde las lágrimas se la vió a la Presidente Cristina Fernández de Kirchner cuando tuvo que saludar al Papa. Cuando se acercó a Francisco, la primera mandataria argentina le estrechó la mano y no pudo contener el llanto, visiblemente emocionada.
Yo me pregunto si no será una de sus tantas farsas. Como diría mi abuela "lágrimas de cocodrilo".
ResponderBorrarMis saludos,