Todos los medios, la mayoría de los
analistas políticos, los formadores de opinión hablan del discutible y
controvertido contenido del proyecto oficial sobre la “democratización” del Poder Judicial.
Todo es casi absurdo, empezando por el
término de “democratización” de la
Justicia. Ni que hablar del contenido del proyecto.
Pero si hilamos fino y nos detenemos en
observar el contexto completo en que se desenvuelve este nuevo lamentable y
repudiable episodio de las decisiones del gobierno y de la vida
parlamentaria, podemos arribar a otras
conclusiones.
En principio cuando se analiza una
determinada acción del gobierno, en particular de este no confiable gobierno, si así lo podemos llamar, deberíamos tratar de
determinar cuál es el objetivo ulterior de la acción del gobierno.
¿Por qué tanta premura? ¿Por qué tanta
urgencia? ¿Por qué una ley de tanta importancia, ya que roza aspectos
constitucionales y modifica el equilibrio de los tres Poderes previstos en
nuestra Carta Magna, debe ser resulta y aprobada entre gallos de medianoche?
¿Por qué ahora, después de tantos años
en el Poder el oficialismo se emperra en sancionar esta controvertida ley? ¿Por
qué tantos esfuerzos gubernamentales en lograr ello, sabiendo que una enorme
mayoría de la ciudadanía no está de acuerdo, ni en la forma ni en el fondo con
el proyecto?
Pienso que detrás de las nefastas
consecuencias directas de aprobarse el proyecto, la finalidad ulterior surge
bien clara. Es por un lado una gigantesca y maquiavélica operación de
diversión para distraer la opinión pública de otros graves problemas que
tiene el gobierno.
Pero también esta urgencia y apuro está
originado, en que actualmente se están destapando
múltiples ollas, dejando claramente en evidencia la escandalosa corrupción del ex presidente desde prácticamente
el inicio de su gestión y de la actual mandataria y muchos de sus funcionarios
y allegados.
El ocaso de este gobierno tan corrupto es una posibilidad cada vez
más cierta. Y de ello
se desprende la necesidad de poder maniobrar con jueces amigos, para como mínimo, lograr una
posición relativa más favorable cuando empiecen a desfilar por los Tribunales
Federales.
Todos debemos recordar que llegado ese
día, para dar nacimiento a uno nuevo
país es absolutamente imprescindible terminar totalmente con
la impunidad. Siempre
existieron pactos espurios para lograr la impunidad con aquellos que dejan el
Poder.
El próximo cambio en el gobierno, deberá
asegurar, de una vez por todas, que aquellos que delinquieron sean juzgados con
el mayor rigor posible para fundar las
bases de un nuevo país. Una nueva República, así con mayúscula. Se
deberá acabar definitivamente con la impunidad de los funcionarios corruptos.
24-Mar-13
Dr. ALFREDO RAÚL WEINSTABL
No coincido con el autor, respecto de los motivos de tanta urgencia en obtener la "democratización del poder judicial".
ResponderBorrarNo digo que no esten en la mira de los KKs, pero creo que son secundarios en sus propósitos.
Tengo para mi, que su objetivo principal, es dar un paso mas, en la destrucción del "estado burgues"; en el fin del sistema republicano de gobierno, ya han logrado destrozar el sistema de estado Federal, sometiendo a las provincias y conviertiéndolas en meras Satrapias.
Subalternizar al poder judicial, mas que para lograr futura impunidad (que es cierto esta en sus miras)o tapar las equivocadas políticas sociales, económicas etc, responde a la imperiosa necesidad de obtener sentencias favorables, para seguir avanzando sobre las libertades, derechos y garantias que mal o bien, hemos venido sosteniendo hasta nuestros días dentro de la forma Republicana.
Es un avance mas, hacia una dictadura como Cuba, Venezuela, Nicaragua, Ecuador, Vietnam, Cora del Norte etc.
Si logran su objetivo, cercano esta el día en que corran el cerrojo, sobre las libertades de transitar libremente (salir o entrar del pais), de prensa, el derecho a la propiedad, del cual ya solo vivimos una ficción. gracias
Es una opinión valedera más. Pero que no comparto. El kirchnerismo medular sabe que ha cometido tantas transgresiones a la CN, a las leyes y actos de corrupción que saben que esta vez, por la magnitud de sus errores y torpezas, no habrá impunidad ni tampoco misericordia.
ResponderBorrarTambién saben que las próximas elecciones la pierden por varios cuerpos. De ahí la vertiginosa carrera para situarse en este futuro cercano en una posición relativa favorable.
Transcribo la opinión de un santacruceño que conoció íntimamente y de cerca al matrimonio Kirchner: “No son comunistas, ni peronistas, ni socialistas, ni de centro, ni de derecha, básicamente son ladrones”
En mi concepto, una cosa no quita la otra, suman. Además, hay otro motivo más: mantener la impunidad. Si tuviésemos República, Jueces independientes, que no tuviesen algún pasado no muy claro, seguramente podrían juzgarlos a todos quienes componen esta inmensa e intricada asociación ilícita. Sería una afrenta a la dignidad de los argentinos que miramos como vacía nuestra argentina que justicias de otros países investiguen lo que aquí no lo hacen o dejan que las causas, como la de María Julia, prescriban por el paso del tiempo.
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