La palabra “reconciliación” es rechazada de plano
por cierta ideología y algunas organizaciones de los Derechos Humanos, sin
embargo en su más puro sentido significa el «restablecimiento de la concordia
y la amistad entre dos o más partes enemistadas».
Nuestro país quedó
gravemente herido de odio y enemistad, después de la terrible Guerra Revolucionaria de los años ’70.
La necesidad política de los primeros años de la recuperada democracia, fue
destruir el “poder” adquirido por las
Fuerzas Armadas, las que en el siglo XX, en más de una oportunidad debieron
hacerse cargo de solucionar problemas nacionales creados por ineficaces políticos
que no supieron encontrar las soluciones políticas adecuadas y siempre apelaron
a “golpear las puertas de los cuarteles”…
les resultaba una puerta fácil para “escapar
a sus responsabilidades”.
Es así que llegamos a
un actual conflicto político, en el cual se ha sometido a la justicia a uno
solo de los actores de la citada guerra. Las Fuerzas Legales del estado que
cumpliendo órdenes emanadas del más alto poder político de aquella época –ya sea
democrático o de facto– han sido perseguidas, investigadas, enjuiciadas y en
unos pocos casos condenadas y los terroristas que declararon e iniciaron la
guerra, con el único objetivo de alzarse con el poder político, se encuentran
libres de todo cargo y culpa.
La solución a esta
grave situación no es jurídica, especialmente con un poder judicial sometido o
avasallado por el ejecutivo, es esencialmente política y será una de las
pesadas herencias del próximo gobierno. Hoy un hombre de la Iglesia es atacado
por pensar en esa dirección que es contraria al camino de la venganza impuesto.
En nuestro espacio
pensamos que una «reunión amistosa post-conflictual, entre aquellos antiguos
adversarios, ayudaría a restaurar la
relación social alterada por ese conflicto. En ese sentido, la reconciliación
es un mecanismo de resolución del mismo.
Un acuerdo,
conformidad y armonía entre las personas: entre hermanos ha de existir
concordia.
Arribar a la
concordia después de muchos años de conflicto, es una necesidad social que
ayudaría a la pacificación nacional, dejar atrás el pasado y utilizar todos
nuestros esfuerzos en reconstruir el país destruido en la «década perdida».
Sinceramente,
Pacificación
Nacional Definitiva
Por
una Nueva Década en Paz y para Siempre
El obispo de Villa María, Samuel Jofré
Giraudo, aseguró que “los juicios
(por violaciones a los derechos humanos durante la dictadura) son discutibles”
y que serían “juicios políticos”. El
prelado consideró en declaraciones publicadas por el sitio Web http://www.lmcordoba.com.ar/ que “los
juicios son discutibles porque en la Justicia se nombraron infinidad de cargos
puestos a dedo que le hicieron perder credibilidad al Poder Judicial”.
En Villa María, afirmó, “hay voces serias, bien plantadas, que
hablan de juicios políticos”. Además, en una evidente reivindicación de
la teoría de los dos demonios, señaló que “los militares no fueron los únicos
culpables”, y aseguró que una
eventual amnistía “tiene sentido para la
reconciliación”. “La represión
hoy es una mala palabra”, dijo, y la justificó para “terminar con el desorden, sino está la cancha libre”.
Las sorprendentes
definiciones políticas de Jofré Giraudo
merecieron el repudio de Asamblea
Permanente por los Derechos Humanos (APDH) de Villa María. “El señor obispo ha usado palabras fuertes,
hirientes, dolorosas, antidemocráticas, para un pueblo que aún no se ha podido
recuperar de la tragedia de la última dictadura”, señaló la Asamblea. “El señor obispo inocentemente o por
cuestiones más profundas, ideológicas o políticas, está intentando hacer surgir
la ‘teoría de los dos demonios’, y justificando de alguna manera los cientos de
miles de detenidos, por sólo defender un Estado democrático, los más de 30 mil
desaparecidos y robo de bebés nacidos en cautiverio, todos por la misma causa”.
Jofré
asumió como obispo de Villa María en mayo de 2013. Había sido designado en ese
cargo por el ex Papa Benedicto XVI.
NOTA:
Las imágenes y destacados no corresponden a la nota original.
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