El avance del narcotráfico reactiva el debate sobre la
conveniencia de incorporar a los militares en estrategias de apoyo a las
operaciones de seguridad; además, el próximo gobierno deberá redefinir el área
de inteligencia y la asignación de recursos
1. Seguridad interior
Desde el retorno de la democracia, la ley impide a las
Fuerzas Armadas intervenir en tareas de seguridad interior. La reforma más
agresiva para cambiar este principio es planteada por el Frente Renovador. Con
más condicionamientos, el frente Cambiemos también avanza en una reformulación
para propiciar una tarea conjunta con las fuerzas de seguridad.
Daniel Scioli.
Ningún vocero del Frente para la Victoria (FPV) accedió a responder a LA NACION
sobre los desafíos del área de Defensa. El año pasado, el gobernador bonaerense
sugirió revisar la prohibición de que las Fuerzas Armadas intervengan en
asuntos de seguridad interior. Pero el ministro de Defensa, Agustín Rossi, fue
terminante: "Involucrar a las
Fuerzas Armadas en el combate del delito narco no sólo no mejoraría la
situación, sino que la empeoraría".
Mauricio Macri.
Para Cambiemos, la Argentina está en una situación de emergencia en materia de
seguridad. "Lo dice la Corte, lo
confirma el Episcopado y también el propio Scioli, que declaró la emergencia en
la provincia de Buenos Aires", advirtió Juan José Gómez Centurión,
militar retirado y ex carapintada que conduce los equipos de Defensa de la
Fundación Pensar, la usina de ideas en la campaña de Pro. En ese esquema, las
FF.AA. intervendrían en apoyo de las fuerzas de seguridad en un plazo definido,
de dos o tres años, para actuar en tareas de apoyo: transporte de helicópteros,
desarrollo de vehículos no tripulados (drones) y control del espacio aéreo.
Sergio Massa. El
Frente Renovador promueve una ley de seguridad ampliada y otra de atribuciones
subsidiarias de las Fuerzas Armadas para que los militares y los agentes de
seguridad puedan actuar en forma complementaria. Ello permitiría incorporar
16.000 soldados profesionales al control de los 9376 km de frontera. "Hoy las FF.AA. sólo pueden intervenir
ante conflictos externos contra ejércitos de otros Estados. Si hubiera un
ataque de EI o de grupos terroristas, los militares no podrían intervenir",
precisó el diputado Ramiro Gutiérrez, vicepresidente segundo de la Legislatura
bonaerense y mano derecha de Massa en materia de seguridad, justicia y defensa.
2. Amenazas
¿Hipótesis de conflictos eran las de antes? Hoy nadie
plantea escenarios de desconfianza y temor frente a los países vecinos. Por el
contrario, todos llaman a una integración regional para enfrentar amenazas
externas que no siempre tienen uniformes y banderas identificatorias. El
narcotráfico y el terrorismo asoman como enemigos potenciales.
Daniel Scioli. El
ministro Agustín Rossi insistió varias veces en que el área de Defensa "no trabaja con hipótesis de
conflicto" y afirmó que "no
se piensa en eso cuando se desarrollan las capacidades de las Fuerzas
Armadas". Al margen del despliegue de efectivos para los operativos
Escudo Norte y Fortín II, en la frontera, sectores del oficialismo entienden
que los militares no deben ser expuestos al combate del narcotráfico.
Mauricio Macri. "El conflicto de la disputa territorial
ya no existe más, más que de hipótesis de conflictos hay que hablar de modelos
modernos de amenaza y planificar fuerzas que estén preparadas para
enfrentarlas", describió el referente de Pro en temas de Defensa. En
esa visión, las amenazas globales son el terrorismo, el narcotráfico y el
delito transnacional. El ex ministro Horacio Jaunarena, referente de la UCR,
percibe que hay una desprotección del territorio. "El río Paraná es la avenida del contrabando, el mar es depredado
por la pesca ilegal, no hay radares ni control del espacio aéreo. La situación
es crítica."
Sergio Massa. La
campaña apunta a declararle la guerra al narcotráfico. Promueve la Fuerza de
Operaciones Antidrogas, una agencia federal con personal entrenado para actuar
en situaciones de riesgo y especializado en narcocriminalidad. "Se va a nutrir de los mejores recursos
de cada fuerza", explicó Ramiro Gutiérrez. Impulsa, además, una ley de
derribo y otra de extinción de dominio. "Tenemos
que evitar la mexicanización de la región. El país entró en el ciclo de la
narcocriminalidad: desde la siembra y producción hasta el lavado de activos,
con blanqueo de capitales. Se llevan la plata y nos dejan los adictos",
resumió. Los militares colaborarán en operaciones logísticas (patrullajes,
radares y comunicación). El contacto con la gente serán las fuerzas de
seguridad.
3. Inteligencia
La política militar en el período kirchnerista se resume en
el creciente poder que acumuló el teniente general César Milani, hombre fuerte
de la inteligencia militar, con un manejo presupuestario de casi $ 600 millones
-cuadruplicó los recursos en cinco años- y su decisión de poner al Ejército al
servicio del proyecto nacional y popular.
Daniel Scioli. Conocido
el alejamiento de Milani, en junio de este año circularon versiones de que en
los meses anteriores el ex jefe militar había cultivado buen diálogo con el
candidato presidencial. El paso al costado se lo pidió el compañero de fórmula
de Scioli y candidato a vicepresidente, Carlos Zannini, quien tiene una buena
relación con el jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas, general
Luis Carena, formado también en la especialidad de inteligencia, área que hoy
tiene una fuerte presencia en la cúpula militar.
Mauricio Macri. "Hay que quitarle al área de
Inteligencia las funciones agregadas en los últimos años, que violan las leyes
de defensa y de seguridad interior. No se justifica que tengan un equipamiento
para escuchas", precisó el vocero del área de Defensa del candidato de
Cambiemos. Sostiene Gómez Centurión que la inteligencia militar tiene que
entrenar para maniobras tácticas en operaciones militares e insiste en que "no hay un fundamento legal ni
operativo para que las FF.AA. hagan inteligencia interior". El ex
ministro Jaunarena, en tanto, advirtió que Milani aprovechó la amplia
discrecionalidad de los recursos presupuestarios para equipar el área de
inteligencia y armó un grupo paralelo para tareas requeridas por el Gobierno.
Sergio Massa. En
el plan del Frente Renovador, las Fuerzas Armadas sólo podrán hacer
inteligencia por una delegación específica, a través de la ley de atribuciones
subsidiarias. "La intervención
temporal de las fuerzas militares en cuestiones de seguridad estará acotada a
finalidades determinadas. Por ejemplo, urbanizar la villa 1-11-14",
contó el vocero del área. Insistió en que "tendrán
vedado hacer inteligencia cuando cumplen funciones de seguridad ampliada,
excepto la delegación específica, de acuerdo con el objeto fijado".
4. Presupuesto
Con un presupuesto de $ 22.000 millones para el área de
Defensa y una inversión que representa el 0,8% del PBI, la escala salarial del
personal militar se redujo a uno de los índices más bajos. Entre el jefe del
Estado Mayor y un soldado voluntario hay una proporción de 2,5 en el sueldo
básico, cuando hay consenso en que la relación debería ser de 5 a 1. La
existencia de suplementos cubre esa deficiencia, pero distorsiona los sueldos
de los militares retirados. Además, los sueldos y los gastos operativos
consumen más del 80% de los recursos, lo que deja poco margen para la inversión
y el equipamiento.
Daniel Scioli. A
pesar de las restricciones, el Gobierno reivindica la recuperación de las
capacidades operacionales de las fuerzas, con la inversión de $ 930 millones en
equipamiento, que permitieron al Ejército repotenciar vehículos mecanizados y
camiones, además de modernizar helicópteros y renovar 120.000 uniformes. Ello
no impide ver deficiencias en el mantenimiento de unidades.
Mauricio Macri. Para
Cambiemos, en el corto plazo hay que recuperar las capacidades básicas de las
fuerzas. El diagnóstico indica que la Armada tiene que volver a patrullar el
mar argentino, controlar la pesca ilegal y la entrada y salidas de buques, y la
Fuerza Aérea, detectar e interceptar las naves hostiles o no identificadas. "Hoy esa capacidad es nula. Sólo se
invirtió en comprar material de espionaje con fondos reservados",
planteó Gómez Centurión. La Argentina invierte el 0,8% del PBI en Defensa y estima
que para recuperar la inversión habría que llegar al 1,2% del PBI.
Sergio Massa. En
el Frente Renovador, que propicia un análisis conjunto de todas las Fuerzas
Armadas y de seguridad, hacen el siguiente cálculo: hoy el presupuesto conjunto
del sistema penitenciario, Justicia, Defensa e Inteligencia, suma $ 69.000
millones. De ese monto, 50% va a Seguridad y 38% a Defensa, donde casi 80% se
destina a salarios y cargas previsionales. "Así,
las fuerzas están condenadas a no desarrollarse", estimó Ramiro
Gutiérrez. Entiende que los 76.000 hombres de las Fuerzas Armadas deben mejorar
sus salarios, así como el equipamiento y la capacitación.
5. Ascensos
Con un plantel de 17.000 hombres y mujeres, el Ejército
tiene más de 50 generales, la cúpula más numerosa desde el fin del gobierno
militar, cuando contaba con 72.000 soldados en los cuarteles. La errática
política de ascensos y retiros militares de la última década, con la política
de portación de apellidos y promoción de oficiales leales, se coronó con la
designación de la primera mujer general, María Isabel Pansa, que acompañó a la
Presidenta como edecana en los últimos ocho años.
Daniel Scioli.
Tres veces defendió el kirchnerismo en el Senado los sucesivos ascensos del ex
jefe del Ejército César Milani, a pesar de las denuncias que lo implicaban en
la desaparición del soldado Alberto Ledo, en 1976.
Mauricio Macri.
Cambiemos considera prioritario restaurar y diseñar un sistema profesional de
ascensos, que evalúe las competencias, la experiencia y el desempeño de los
oficiales y suboficiales. "Despolitizar
las Fuerzas Armadas y lograr que los ascensos no se ordenen en función de su
origen, su apellido y la filiación política. Eso deslegitima a sus integrantes
y quiebra la disciplina", explicó Gómez Centurión. Una mirada más
amplia aporta la UCR, al proponer cambiar "el
sistema arbitrario de ascensos que se aplica por amiguismo y promover el
mérito".
Sergio Massa. En
función de las amenazas que puede presentar la lucha contra el narcotráfico, el
Frente Renovador atiende la teoría que advierte sobre la probabilidad de que
las fuerzas de seguridad que toman contacto con el crimen y con el crimen
organizado puedan corromperse. "Hay
que minimizar el riesgo de corrupción. Cada funcionario no sólo tiene que
justificar sus decisiones y acciones, sino también rendir cuentas de las
decisiones y acciones ante un tercero responsable", señaló Gutiérrez.
Impulsará, así, un control inicial en la selección de los recursos humanos, que
no sólo tienen que ser aptos por sus competencias y conocimientos, sino también
por su rectitud. A ello seguirán auditorías mixtas (externa e interna), como en
Hong Kong y en Nueva York, y finalmente un control del controlador, a través
del supervisor.
FUENTE: http://www.lanacion.com.ar/1836535-defensa-nuevas-amenazas-para-replantearlas-prioridades-para-las-fuerzas-armadas
FUENTE: http://www.lanacion.com.ar/1836535-defensa-nuevas-amenazas-para-replantearlas-prioridades-para-las-fuerzas-armadas
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