Enemigo, porque así
debería ser considerado como tal todo aquel
empeñado en llevar a cabo acciones destinadas a que, directa o
indirectamente, el gobierno fracase en su gestión de recomponer la debacle
recibida en distintos órdenes, aunque mucho me temo que se verá escaso de
tiempo para lograr un retorno a una aceptable normalidad ante tanta
tergiversación de valores, no sólo en relación a la magnitud y complejidad de
la tarea sino también en cuanto a las zancadillas de todo tipo que
cotidianamente el enemigo le pone y le pondrá para que fracase en su empeño,
con las elecciones parciales de medio término en 2017 y la generales de 2019
como objetivos si previamente, el enemigo, no logra materializar su evidente
propósito con anticipación a esos eventos, con un desencadenamiento similar al
que terminó con el gobierno de De la Rúa.
Dos años vista a las
elecciones de 2017 y cuatro a las de 2019, parecieran muy escasos como para que
los resultados positivos de un programa de gobierno se puedan apreciar y el
electorado vote en consecuencia.
Enemigo enquistado en
distintas áreas del propio gobierno como funcionarios y empleados públicos y
otros sectores del quehacer nacional que, abiertamente o desde las sombras,
harán lo indecible para provocar, dudas, descontentos y frustraciones en la
población que otros se encararán de divulgar y amplificar para lo cual cuentan
con periodistas militantes en medios adictos como Radio del Plata AM 1030.
Enemigo que, con
falsas, absurdas, o distorsionadas razones, lleva a cabo demostraciones con los
consiguientes trastornos e implicancias de toda índole. El pasado jueves 12 de
mayo, a pesar que el rector de la UBA reconoció públicamente que el Gobierno le
había asignado los fondos necesarios para funcionar, de igual manera llevaron a
cabo las farsas conocidas tal como las clases en espacios públicos mientras
que, en una bien planeada y ejecutada maniobra,
una horda de denominados cooperativistas ocupó el flamante edificio del
gobierno porteño en Parque Patricios superando las custodias policiales, para
de inmediato armar en su interior carpas y ollas populares en lo que debiera
constituir un serio llamado de atención
en cuanto a las capacidades operativas del enemigo quien cuenta con la
experiencia de antiguos montoneros, de cuya capacidad para alterar verdades
para llevar agua para su molino da fe el hecho que han logrado éxito en
aparecer como jóvenes idealistas y no como despiadados asesinos e imponer la cifra de 30.000 desaparecidos
que se acepta como verdad consagrada con acciones perfectamente coordinadas
para atacar a todo aquel que se atreva a poner en duda la veracidad de esa
cifra, exigiendo descaradamente retracciones o renuncias en caso de tratarse un
funcionario público que en solitario se atrevió a expresarse y que hasta en
polarizadas funciones teatrales se ha hecho despiadada crítica del mismo en
cada una de ellas por haberse expresado con verdad en relación a esa absurda
falacia destinada, en su tiempo a logran
fondos en Holanda al tiempo de procurar que lo ocurrido en la Argentina fuera
considerado como un genocidio con las derivaciones e implicancias del caso.
De modo que caben
esperar tiempos complicados ante un enemigo que no se resigna a un papel de
leal opositor y hará todo lo posible,
apelando a cualquier medio, para soliviantar a las masas con la habilidad de
aparecer como víctima ante cualquier intento de asegurar un mínimo de orden tal
como ocurre en cualquier país evolucionado.
El domingo 15 de
mayo, pasadas las 22, el ex embajador ante el Vaticano y actual miembro del
Parlasur por el FPV, comentó con el conductor del programa el plan de procurar
que el Papa visite la Argentina en 2017 y entonces hacer aparecer las
concurrencias masivas a que dé lugar tal acontecimiento como una forma de
expresión de repudio de la sociedad al gobierno, precisamente, hago notar yo,
en un año electoral.
A diario se dan
hechos y actitudes de los que sólo trasciende un inevitable mínimo tal como las
insólitas recientes declaraciones del pseudo científico Paenza, o los que se
dieron, por acción u omisión, el pasado 15 de mayo durante la entrega de los premios Martín Fierro,
ponen en evidencia que lejos de achicarla, el
enemigo hace todo lo posible por ensanchar la mentada “grieta” para
llevarla a un abismo ideológico imposible se superar y que el enemigo
pretendería hacer desaparecer con la definitiva “neutralización” de los que no
coincidan con sus objetivos de desintegrarnos del mundo evolucionado y afianzar interiormente
la vigencia del nefasto populismo que, con altibajos, ha degradado esta
sociedad a lo largo de los últimos 73 años.
VOX CLAMANTIS IN
DESERTO[1]
[1] Es una lástima que el autor
use un seudónimo, estamos de acuerdo con
lo que expresa en su nota y por eso la publicamos.
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