jueves, 16 de junio de 2016

CARTA DE UN PRESO POLÍTICO EN EL GULAG ARGENTINO


Lamentablemente al Suboficial (R) de la FAA, señor Julio Rolando Escudero le dieron otro año más de prisión preventiva. Ontiveros escribió una carta al juez federal que entiende en su causa, la cual fue desestimada y lo mantiene injustamente en prisión preventiva sin causa.

Su carta es bien explícita y nos hizo recordar la nota EL GULAG ARGENTINO, la que deja un fiel testimonio de porque los detenidos -en los juicios mal llamados de “lesa humanidad”- se consideran Presos Políticos. Algún día los jueces y fiscales que intervienen en estos juicios deberán explicar lo actuado en este tenebroso episodio de la justicia argentina. ¡SERA JUSTICIA!

Actualmente el Suboficial Ontiveros ha caído en un peligroso estado depresivo y el estado debe velar por su salud… aunque más debería velar porque se respete su derecho a la libertad al igual que el resto de sus camaradas “alojados” en el gulag.

Sinceramente,

Pacificación Nacional Definitiva
por una Nueva Década en Paz y para Siempre


Mendoza, Abril  2016
Juzgado Federal N°1 de Mendoza Secretaria “F”
Juez Federal Dr. Walter Ricardo Bento

Juez Federal Dr. Walter Ricardo Bento

Señor Juez, me dirijo respetuosamente a usted, a los efectos de expresarle mi situación en torno a mi procesamiento y prisión preventiva por delitos de lesa humanidad. No soy un represor, ni un genocida, solo soy el producto de un error, voy a cumplir dos años privado de la libertad, solo porque el fiscal Dr. Dante Marcelo Vega realiza una interpretación arbitraria de mi carrera militar a través de mi legajo personal.

La arbitrariedad puesta de manifiesto en el accionar contra mi persona, queda demostrada, al observar, que la causa en la que estoy imputado comenzó en el año 2004, y hasta la fecha han pasado mas de 12 años, no hay un testigo que me mencione, identifique o asocie con algunos de los hechos investigados, lo que hace para mis abogados y para mi mas incomprensible mi situación.

Yo estuve destinado en la compañía COIN como subinstructor de tropa, porque esa era mi especialidad, muchos jóvenes soldados estuvieron conmigo a lo largo de 5 años cumpliendo con su servicio militar obligatorio, pero eso no me hace un asesino o un delincuente irrecuperable, hoy usted ve un hombre en el ocaso de su vida, pero en aquellos años yo era un joven de 19 años, con el grado de cabo y solo un año de antigüedad en la fuerza, sin ninguna responsabilidad en la conducción ni en el mando de la compañía, ya que no tenia la experiencia ni los conocimientos para ello, por debajo de mi solo estaba la tropa

La otra gran obsesión del fiscal contra mi, tiene que ver con el hecho de ser de “inteligencia” en el año 1980 me anote para ir a la escuela de inteligencia de la Fuerza Aérea, para realizar durante un año el curso de “Auxiliar de inteligencia”, en 1983 en los albores de la democracia, volví a Mendoza a donde permanecí destinado hasta pasar a situación de retiro. Los hechos investigados sucedieron entre los años 1976 y 1978, he buscado en mi mente un sentido a esta aberración, por supuesto no he encontrado una respuesta lógica ¿Qué pasa por la cabeza del fiscal? ¿Es un profesional encargado de investigar y hacer justicia, o es un hombre confundido, caprichoso, enceguecido? ¿Se ha equivocado conmigo? ¿no habrá otros mas? Todas las noches me pregunto ¿porque a mi?

En su búsqueda por encontrar pruebas contra mi, vió  en mi legajo un  diploma de honor, firmado por el General Bussi, fue suficiente para que el concluyera que estaba poco menos ante “RAMBO”.  La Realidad es muy distinta, la Fuerza Aérea ordeno la custodia y seguridad del Aeropuerto “Benjamín Matienzo”  es decir hacíamos guardia. Señor juez con todo respeto le pregunto ¿Cómo puedo luchar contra la imaginación  de un hombre que hace su propia interpretación de hechos que sucedieron 40 años atrás, la palabra de un abogado, un profesional contra mí? Un hombre común, la desigualdad es muy grande , pero confío y espero que usted ponga las cosas en su lugar

Otro desatino tiene que ver con considerarme como jefe u organizador de una asociación ilícita, a esa corta edad solo tenia estudios primarios, no existían ninguno de los avances tecnológicos que la juventud tiene a su disposición para informarse, ese termino hoy tan popular a través de los medios de comunicación y redes sociales era desconocido para mi, soy un suboficial retirado de la fuerza aérea, no un bandido.

Haciendo uso de la posibilidad de dirigirme a las máximas autoridades del país, envié cartas contando mi caso al Presidente de la Nación, al Ministro de Defensa y al Ministro de Justicia. Tiempo después de la secretaría de audiencias de presidencia, le enviaron una carta a mi esposa derivándola a los ministerios de Defensa y Justicia respectivamente, audiencias que ya fueron solicitadas, copias de todas las cartas mencionadas le adjunto a la presente, como así también de lo actuado por mi familia como Infobae y Redes sociales

Hago propicia esta oportunidad para referirme a situaciones que generalmente son planteadas por la fiscalía para denegar la excarcelación: En lo referente al peligro de fuga quiero que sepa señor juez, que la momento de producirse el operativo para detenerme, yo no estaba en mi domicilio, había salido con mi esposa, mis hijas me avisaron y volví inmediatamente, como puede ver tuve todas las posibilidades para fugarme, pero jamás intente eludir la acción de la justicia, testigo de lo dicho son los 3 gendarmes que integraban la comisión.

Relacionado con la posibilidad de amedrentar a testigos, esto en mi caso es imposible, porque como he mencionado al comienzo, no hay ningún testigo que me acuse, es el fiscal a través de mi legajo quien arbitrariamente me pone en esta situación. Nací en un hogar humilde, mi padre (Fallecido) y mi madre, apenas terminaron la escuela primaria, pero en su inmensa pobreza nos educaron en el camino del bien, la honestidad y el trabajo, valores que he honrado a lo largo de toda mi vida

Otro aspecto esta vinculado a la probabilidad de interferir en la investigación de la causa, a través de la destrucción o entorpecimiento en la recolección de pruebas, señor juez como podría llevar a cabo algo así, si de lo único que se vale la fiscalía para acusarme es mi legajo personal y esta en poder del juzgado, por lo tanto no existe la mas mínima posibilidad de entorpecer el accionar de la justicia.

Se van a cumplir dos años de mi detención sin ninguna prueba, todavía no hay fecha del juicio, ni conformación del tribunal, a lo largo de doce años de investigación el fiscal no consiguió una prueba contra mi sin embargo lejos de reconocer su error sigo privado ilegítimamente de la libertad.

Señor juez he leído mucho en estos años y algunas frases me han quedado grabadas, particularmente las que dicen “LA VERDAD A MEDIAS NO ES VERDAD” y “LA JUSTICIA A MEDIAS ES VENGANZA”.

Mi vida, mi libertad y fundamentalmente mi honor y honradez están en sus manos, en sus conocimientos, en su sabiduría.

Un día una de mis hijas me trajo una foto con mis nietos y al pie de la misma decía “NO TE RINDAS!! PORQUE NUNCA SE SABE SI EL PROXIMO INTENTO ES EL QUE FUNCIONARA”. Espero que Dios ilumine su decisión y me permita volver a mi casa en paz a disfrutar de mi familia y los afectos.


Atte. Julio Rolando Escudero 

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