"Si en el futuro no encontramos lo que
buscamos, será porque no sabemos buscar".
Adolfo Bioy Casares
Aparentemente,
el velo tras el que se escondieron durante tantos años los Eskenazy ha
comenzado a rasgarse: esta semana, dos notas periodísticas actuaron como
tijeras y comenzaron a cortar la enmarañada tela que los protegía, y que tantas
veces fueron señaladas en estas columnas desde 2008. Julio Rajneri (https://tinyurl.com/ybvk4zwd) y María
Eugenia Estenssoro (https://tinyurl.com/y73kr5q9)
describieron, con precisión quirúrgica, el más grave y voluminoso escándalo de
corrupción de toda la era Kirchner, que continúa aún hoy por un juicio en
Estados Unidos, que nos puede costar otros US$ 5.000 millones. La ex Senadora
implicó también en las jugosas -para ellos- maniobras posteriores a la
reestatización de un alto porcentaje de la compañía a Miguel Galuccio y su
directorio.
La desmedida
ambición de don Néstor, enmascarada tras la figura de estos fieles testaferros
(al menos, hasta su muerte), no sólo hizo perder a la Argentina la cómoda
autosuficiencia energética de la que disfrutaba, que le permitía además
exportar electricidad y gas a los países vecinos, sino que implicó para el
Tesoro una sangría equivalente a los US$ 50.000 millones por la
consecuentemente imprescindible importación de energía, sobreprecios y coimas
incluidos.
Para
comprender la magnitud del desfalco, basta con pensar qué sucedería hoy con la
economía argentina, tan fuertemente golpeada, y con los índices de pobreza y de
inflación si el país dispusiera de ese dinero: se duplicarían las reservas
internacionales actuales y hubiera resultado innecesario recurrir al auxilio
del FMI; o se podrían construir cientos de rutas, viviendas, escuelas y
hospitales.
Espero que
ahora, los jueces que investigan desde que Lilita Carrió denunciara la
monumental maniobra delictiva que llevó a los queridos Enrique y Sebastián
Eskenazy a YPF, llamen a todos y a todas, finalmente, a dar las explicaciones
del caso, ya bajo la lupa de la SEC en Estados Unidos. El jueves, la Cámara
Federal le ordenó al Juez Claudio Bonadio profundizar la investigación sobre
estos amigos por su rol en el desfalco de la obra pública, otra lata en la que
metieron las manos.
El peronismo,
tan hipócrita siempre, en su versión kirchnerista hoy se rasga las vestiduras
ante el salvavidas del Fondo, que impidió que nuevamente nos ahogáramos, como
había soñado para lograr la impunidad. Olvidó, como hace habitualmente, los
préstamos del organismo a los que recurrió el fundador muerto, y el otro
mega-negociado que montó el bizco con su actual vecino de nube, don Hugo
Chávez, cuando los canceló.
Pero eso no es
nuevo: recordemos que el PJ tiene una enorme representación legislativa y,
mientras se mantiene unido en la inicua persecución a los militares que
combatieron a la subversión, ha cubierto con una pesada manta ignífuga a sus
líderes históricos, que organizaron y armaron hasta los dientes a la Triple A,
de cuyos crímenes nadie habló nunca más. En la neo-historia argentina, la
represión a la guerrilla durante el gobierno de Isabel Perón, sólo resulta
reprochable para quienes defendieron el Comando de Sanidad, el Regimiento 29 de
Formosa, los arsenales de Monte Chingolo, el Regimiento de Azul, etc.; esa
misma tapadera funciona para los políticos que firmaron los decretos de
aniquilamiento de la guerrilla que actuaba en los montes tucumanos, pero no
para los uniformados que lucharon contra ella.
Quienes los
atacaron a sangre y fuego establecimientos castrenses siguen siendo
considerados "jóvenes
idealistas", homenajeados en el Parque de la Memoria (ese que dispone
de 30.000 chapitas para los nombres, pero sólo ha conseguido llenar 8.000, aún
recurriendo a los asesinados por las mismas organizaciones terroristas) por el
Gobierno y, curiosamente, por los mandatarios extranjeros que nos visitan, que
son arrastrados a tirar flores al río aún cuando hayan sufrido similares
atentados en sus propios países.
Esa
persecución ahora se ha trasladado a los héroes de la guerra de Malvinas, ya
que un grupito de ex soldados, todos ellos seguidores de la "viuda negra", denunciaron a
sus oficiales por supuestas torturas que inventaron haber padecido en las
islas, y han sido llamados a prestar declaración indagatoria catorce veteranos,
condecorados por su actuación durante el conflicto bélico.
Y también
continúa contra quienes derrotaron al Movimiento Todos por la Patria (antes se
llamaba ERP) en su salvaje asalto al cuartel de La Tablada, a quienes ahora
acusan de asesinar a sangre fría a los guerrilleros, los mismos que no dudaron
en matar conscriptos y oficiales por el solo hecho de serlo.
La sociedad en
general, también como siempre, mira para el costado, se desentiende y calla
frente a todos estos disparates, organizados por los Kirchner para obtener el
apoyo de la izquierda, pero sostenidos sin solución de continuidad por el
actual gobierno; la Secretaría de Derechos Humanos no sólo impulsa estas
acciones sino que se niega a informar a quién y por qué recibieron los miles de
millones de dólares pagados en indemnizaciones a los terroristas.
Para confirmar
de qué negocio estoy hablando, basta con saber que a los Maldonado, familiares
del tatuador ahogado, se le entregaron casi dos millones de pesos del erario
público para sostener su falsa pretensión de transformar esa tragedia en una
desaparición forzada, víctima del poder.
Deseo que
usted y los suyos tengan una muy feliz Navidad, y que el Señor renacido traiga
bajo el brazo la justicia y la concordia que tanto necesitamos. Hasta el sábado
próximo.
Bs.As., 22 Dic 18
Enrique
Guillermo Avogadro
Abogado
E.mail: ega1@avogadro.com.ar
E.mail: ega1avogadro@gmail.com
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