"Hemos
aceptado lo anormal como normal".
Petros Márkaris
El título remite a
una noticia que, en el fárrago de informaciones que nos abruma, pasó casi
desapercibida: me refiero a la prisión domiciliaria otorgada a Omar "Caballo" Suárez, el
gremialista ladrón y extorsionador que tanto perjudicó al país desde su puesto
de mando en el Sindicato de Obreros Marítimos Unidos (SOMU).
Sorprendieron las
razones que dieron los integrantes del Tribunal Oral Federal N° 4 para conceder
ese beneficio a este delincuente de 69 años, que invocaron algunos problemas, absolutamente
menores (hipertensión, hipoacusia moderada, cataratas, lumbalgia y un nódulo
sospechoso), que afectarían al reo y que, según los magistrados, no pueden ser
atendidos satisfactoriamente en la cárcel de Ezeiza ni en el Hospital
Penitenciario.
Y me causaron una
monumental indignación ya que, en muchísimo peores condiciones de salud y con
edades que superan en décadas la del Caballo, estos mismos jueces y sus
colegas, verdaderos asesinos togados, mantienen en prisión a casi 2000
militares ancianos, muchos con enfermedades terminales, ciegos y sordos, por
los cuales no tienen consideración alguna, que nos salvaron -como tan bien se
describe en el imprescindible "Crónica
de una guerra negada", de Jorge di Pasquale- de un destino similar al
que ahora corremos el riesgo de volver en octubre. Ya han muerto en las
mazmorras del kirchnerismo, sostenidas cobardemente por Cambiemos, 502 de
ellos.
Nadie puede olvidar
que, por ejemplo, al Tte. Gral. Jorge R. Videla se lo retuvo en la cárcel de
Marcos Paz, pese a haber sufrido una doble fractura de cadera que, desatendida,
lo llevó a la muerte a los 89 años, o al Com. Luis Patti, a quien se hace
declarar en Comodoro Py en camilla, ya que está completamente paralizado.
Cambiando de tema, la
asonada que protagonizó Juan Guaidó esta semana terminó en un previsible
fracaso por la falta de apoyo de unas fuerzas armadas que mantienen una férrea
lealtad al tirano Nicolás Maduro. En la medida en que resulta la lógica
consecuencia de la participación de los jefes militares en los negociados del
régimen (narcotráfico, contrabando de oro y diamantes, importación de
alimentos, combustibles, etc.) y de la filiación marxista de muchos de ellos,
resultaba natural este desenlace, pese a los esfuerzos desplegados con el anzuelo
de una amplia amnistía.
Con la notoria
actividad de Cuba, Rusia y China en el trágico escenario venezolano, países a
los que deben sumarse Irán y el Hezbollah libanés, se aleja la posibilidad de
una salida relativamente pacífica al conflicto, que ya ha provocado la mayor
emigración en la historia de América. Es más, hoy es altamente probable una
terrible conflagración, como la que destruye a Siria.
La amenaza
norteamericana de estudiar una solución militar unilateral tampoco me parece
creíble, aún con Donald Trump en el tablero de comando, ya que acarrearía la
inmediata reprobación de todo el mundo, en especial en la región, y una
consecuente pérdida mayor de prestigio de los Estados Unidos; y ello además del
riesgo de réplica de las potencias involucradas.
En un contexto
bélico, sólo una fuerza multinacional podría desalojar al chavismo del poder,
pero también lo veo como escasamente factible, a pesar de la postura de Brasil,
por la cerrada resistencia de México, Uruguay, Bolivia y Nicaragua. Entonces,
sólo quedaría la posibilidad de hacer un negocio parecido al que terminó con la
crisis de los misiles instalados en Cuba en los 60's, que implicó el simultáneo
retiro de las armas de la isla y el desmantelamiento de las bases que, desde
Turquía, apuntaban a Rusia. ¿Será ahora la península de Crimea la moneda de
cambio?
Y ahora, hablemos de
la Argentina y de la irrupción del kirchnerismo más recalcitrante en el
escenario electoral. La pretensión de Cristina E. Fernández de ser vista como
una "yegua herbívora"
comenzó a diluirse con el adefesio de su ópera prima; pero la actitud de sus
organizaciones aliadas (en especial la CTEP, de Juan Grabois, el asesor de SS
Francisco) cuando reprimieron violentamente a quienes se manifestaban frente a
la Embajada de Venezuela en apoyo de Guaidó, la confesión de Mempo Giardinelli
de la intención de cambiar la Constitución para suprimir al Poder Judicial como
uno de los vértices del Estado, y las propuestas destituyentes de Pablo Micheli
(tampoco investigadas por los aterrados jueces, como las de Hebe Bonafini),
terminaron definitivamente con ese disfraz.
Ya no hay duda de que
su eventual regreso a la Casa Rosada nos llevará sin escalas a la situación
actual Venezuela, con todo lo que ello implica. El mundo ha tomado nota de eso,
y de allí el inédito respaldo que recibe la pobre gestión del Gobierno de parte
de los Estados Unidos, de los grandes líderes europeos, del Banco Mundial y del
FMI.
Ni Jaime Durán Barba
podría haber soñado con una explicitación semejante de parte de la contrincante
elegida por el Gobierno, que ahora va hacia una confrontación directa y, por
eso, se beneficiará con el voto de todos aquéllos que rechazan visceralmente el
terminal clepto-fascismo de falsa izquierda que ella encarna.
Bs.As., 4 May 19
Enrique Guillermo Avogadro
Abogado
E.mail: ega1avogadro@gmail.com
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