Hoy temprano
me fui al penal de Ezeiza llevado por Alberto C. y la gestión de Justicia y
Concordia.
Ahora, al
calor de mi familia, en casa, veo en Netflix un concierto de Hans Zimmer,
tratando de bajar la angustia
Ellos
quedaron en sus celdas, agradecidos, serenos y dignos.
Allí esperan
en silencio. Sin quejas ni recriminaciones. Sin resentimiento ni flaquezas.
Amables,
limpios, ordenados y sonrientes administran sus carencias y soledades.
No piden la
escupidera.
Están
ahí, son militares que hicieron la guerra por vos, por mí y por todos.
Están presos
por los métodos... y por haber ganado con las armas.
Compartí el
día con ellos.
Te
cuento para desahogarme, lo comparto para aliviar la culpa por dejarlos ahí,
con sus soledades penas y traiciones y abandonos para que se pudran en la
cárcel.
Quería
contarte que están bien, que tienen la frente alta y la vista al frente.
Están
enteros, a pesar de todo, y esperan.... esperan y esperan.
Más que los
gritos de los malos, mucho más, les duele nuestro silencio.
¿El
silencio de los buenos?
Juan
Martín Perkins
@JuanMPerkins
NOTA:
Las imágenes y destacados no corresponden a la nota original.
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