Dejamos constancia que a pesar de la foto (una demostración que debió ser impedida por la justicia) en la R.A. no hay una sola condena por el delito de genocidio. |
Una vez más, como tantas otras anteriormente, la justicia vuelve a
mostrar su no independencia del poder político. Ahora lo hace ante la gran posibilidad
que el kirchnerismo o cristinismo regrese al poder.
Lamentablemente nos quedamos con la amarga sensación que los jueces solo
se hicieron los valientes contra los militares y demás miembros de las Fuerzas
Legales del estado… ellos sabían que por su formación profesional ese
colectivo de personas se sometería de derecho y acataría las decisiones de la
justicia.
Como lo expresara hace muy poco Juan Martín Perkins, “ellos
están enteros, a pesar de todo, y esperan.... esperan y esperan”. Cabe
preguntarse: ¿Qué es los que ellos
esperan? Para este espacio ellos esperan que el estado les garantice el
debido proceso y que la justicia mida a todos con la misma vara, por esa
esperanza paciente es que hemos iniciado nuestra petición para que se
disponga una auditoría jurídica sobre todo lo actuado en los llamados juicios
de lesa humanidad, con participación de la partes y se cumpla el dictamen de
los peritos… no permitamos otro caso como el de Santiago Maldonado.
Por Miguel Wiñazki
CON
HUGO MOYANO Y GERARDO FERREYRA VOLVIÓ LA TRANSPARENCIA
Los
sobornadores van siendo excarcelados y los muertos de la AMIA no tendrán
justicia.
La foto de Gerardo Ferreyra festejando su libertad. (minutodecierre.com) |
Llegó la
transparencia. Arribamos al fin a la era de la verdad. Sinceramente ya todo se
perfila con luminosa claridad. En la tribuna de la CGT aunada ahora a la CTA,
se vio claro: los Moyano y sus amigos y sus viejos enemigos expusieron con su
pura presencia la realidad sin camuflage. Son ellos. Nunca se fueron. La burocracia sindical argentina con su
fuerza incólume y petrificada no defrauda jamás. Cuando despertamos los
dinosaurios seguían allí. Alberto Fernández advirtió que no puede prescindir de
los antiguos reptiles.
Los fósiles
vivos no están solos. Ahora vuelven al ruedo compañeros arcaicos, liberados y
millonarios como Gerardo Ferreyra, el dueño de Electroingeniería acusado y procesado por pagar coimas,
quien ha enunciado, para que quede claro el numen de su pensamiento
esclarecedor: “El juicio por la causa de
los cuadernos no va a arrancar nunca, como el de la AMIA”.
El ideario
nacional y popular fue explicitado en blanco sobre negro: la causa de los cuadernos ya fue. Y si vos querés y si no querés da
igual, la de la AMIA también.
Los compañeros
sobornadores van siendo excarcelados, y los muertos de la AMIA no tendrán
justicia. Fernando Esteche, agitador intelectual y material del Pacto con Irán
está en la calle, y todos juntos con los Moyano, con Gildo Insfrán, con Manzur,
con Alicia Kirchner, con Alberto Rodríguez Saá y con los corazones batientes
del nido profundo de la Argentina feudal mantienen férrea la sartén por el
mango y al mango también.
Alberto
F. deberá lidiar con todos ellos. Resuenan los tamboriles de las
murgas, los bombos de los descamisados tutelados por los gordos que reinan como
Budas amantes del asado y del vino con soda.
El
país es una fiesta.
Aturden los
simplismos que llueven desde todos los olimpos de los poderosos argentinos.
La
salud del modelo corporativo y feudal de la Argentina es rebosante.
Mantiene gran potencia electoral, y une a caciques políticos, grandes barones
de la industria, sindicalistas oligarcas, y sectores de la Justicia que no
quieren estar lejos de la hoguera del poder real que ya irradia su potencial
calor y protección.
La sociedad
pareciera percibir que el modelo feudal corporativo es más eficaz en términos
económicos.
Para eso ha
contribuido el FMI. Ha sido una solución que es a la vez un grave problema. En
Ecuador, también bajo ajuste del Fondo, hay estado de sitio, o de excepción,
como lo llaman allá tras la explosión de la gente ahogada por el desgaste de
los bolsillos vacíos y los aumentos. No es una comparación arbitraria. Lenin
Moreno había invertido las políticas verticalistas y bolivarianas de Rafael
Correa, su otrora socio y luego gran enemigo. Lenin parecía haber vencido al
correísmo. Ahora el bolivariano observa el desmoronamiento progresivo de su
sucesor, así como Cristina mira desde su ascenso la parábola en baja de Macri
que transita altisonante por las calles buscando el improbable milagro.
El
capitalismo feudal latinoamericano no se concilia con el esquema
liberal, trasnacional, crediticio y disciplinador del Fondo que suma historias
de auxilios fracasados.
Es un
escenario complejo, un laberinto con dos salidas atascadas; la de aguda
cleptocracia feudal por una parte, y por otra parte la de las deudas contraídas
e impagables en tiempo y forma.
Hay algo más,
hay un núcleo cultural, un bloqueo socioemocional sellado a fuego. Es una
barrera, una piedra gigante que impide salir. No es un conjuro tramado por
demonios externos. Es lo que llamaron algunos filósofos latinoamericanistas un “núcleo
ético mítico”, un conjunto de creencias raigales que trabaron la
imaginación política, que nos embrujaron con la suposición de que la
subordinación a los jefes comarcales eternos de las provincias, a los
gremialistas inmunes a toda investigación, y a los líderes hechiceros y
carismáticos nos protege de todo mal.
Es un gran
miedo, un pánico, una parálisis existencial y colectiva que nos ata siempre al
mismo sitio. Es una mitología uteromórfica, cálida y matadora.
El núcleo
feudal es un sistema inmunológico frente a toda novedad, es una garantía de
repetición de lo mismo por sobre la irrupción de cualquier diferencia. Los que se presentan como diferentes
también repiten los viejos errores; como la levedad demagógica respecto de
la economía para prometer sin poder hacer. Esto atravesó también los últimos
cuatro años.
Todo es un
delirio que prevalece, que viene de lejos, que hipnotiza, que vence, que domina
y que somete.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
No dejar comentarios anónimos. Gracias!