Lo reventaron a palos, le pegaron un tiro, lo envolvieron y encintaron su cuerpo, lo cargaron y lo llevaron hasta un barranco catamarqueño, lo arrojaron y acordaron no decir una palabra.
Simularon
su desaparición y búsqueda. Burda e impunemente.
Nunca se sabrá qué le pasó por varias
razones. Lo mataron donde gobierna un
señor feudal patrón, dueño y señor de una corrupción estilo mafiosa. De
esas coloniales, donde las categorías humanas son medievales.
No se sabrá nunca qué pasó porque nadie
reclamará por él. Porque era un peón rural sostén de una familia con 6 hijos
que venía de cobrar haberes. Porque no era piquetero. Porque la izquierda está ocupada en el asesinato de George Floyd para
no incomodar al gobierno nac&pop... y de paso pegarle a Donald Trump.
Nunca se sabrá porque nadie lo subirá al
altar del relato.
Porqué
se llama Luis Espinoza y no Santiago Maldonado.
Porque no tiene amigos mapuches ni un
hermano como Sergio, funcional al curro de los DDHH y la indemnización
perpetua.
Nunca se sabrá porque la ministra de
seguridad es Frederic y no Bullrich… y la maldita Gendarmería ya responde a “otros mandos naturales”.
Luis Espinoza pasará al olvido sin crónica
en Página 12 ni en El Cohete a la luna... porque hay que echarle una mano al
verdugo de Nucete… o al senador abusador de sobrinas…,
Lo
que queda muy claro es el doble estándar del poder, la hipocresía y caradurez
de su doble moral.
Esta vez nadie caretea en actos con la foto
de Luis, ninguna maestra pegará la foto en el pizarrón, ningún piquetero levantará su bandera al grito de Luis Espinoza
¡Presente!
Cuando el terrorismo de estado es
nac&pop, entonces no cuenta y se convierte en una herramienta democrática
más.
Ningún
periodista hizo un minuto de silencio ni se fotografiaron redacciones enteras
con el retrato de Luis. Esta vez no. El covid 19
nos impide ser justos con eso de la ley pareja para todos.
Nobleza
obliga, para ser justo, debo poner en estante aparte aparte a Diego Leuco que
en soledad reclama por Luis. Me hizo acordar a la
monja Marta Peloni.
Luis Armando Espinoza, trabajador rural,
padre de 6 hijos, no murió.
Para la democracia tucumana de Manzur y
Alperovich, se fue de paseo a Catamarca. Como los artistas que se van de gira.
¿Se habrá ido en un vuelo del avión
sanitario de la provincia? No, mala mía, el avión está disponible solo para el
señor feudal.
Cosas
del relato y su doble moral.
Juan
Martín Perkins
FUENTE: https://www.facebook.com/762182277/posts/10158105744967278/?sfnsn=scwshmo&extid=bAAtvTTrT1CBMOyu
NOTA: El título, las imágenes y destacados no corresponden a la nota original.
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