por Enrique Guillermo Avogadro
“La Historia no la escribe quien gana
sino quien sobrevive”.
Fabiano Massini
Cuando enfrente hay tahúres violentos, que
no hesitan al avanzar descaradamente contra la democracia y las instituciones
de la República, ¿hasta cuándo debemos mantener los buenos modales y ser
políticamente correctos?; ¿el miedo cerval a la PresidenteVice seguirá
paralizándonos, como hace con el propio peronismo, los barones del Conurbano y
hasta con los gobernadores?
El artículo 21 de la Constitución establece
que todos estamos obligados a armarnos para defenderla, según las leyes que al
efecto dicten el H° Aguantadero y el Poder Ejecutivo; o sea, para evitar que
sea pisoteada por los inescrupulosos políticos y los ladrones, debemos esperar
a que ellos mismos nos convoquen a hacerlo, algo verdaderamente kafkiano.
Deberemos ser los argentinos de a pie quienes asumamos la responsabilidad, y el
riesgo consecuente, de hacer frente a como dé lugar a este arbitrario régimen
que se va convirtiendo rápidamente en despótico.
Hay que agregar que, si la situación
socio-económica se sigue complicando, y seguramente lo hará, la desesperación
de Cristina Fernández ante la probabilidad de volver a perder el poder la
llevará a intentar un fraude monumental en las elecciones de este año, o a
activar un autogolpe de Estado recurriendo a los presos liberados, los barrabravas,
los sicarios del narcotráfico y hasta aquéllos asesinos terroristas de los 70's
que aún sobreviven enquistados en las entretelas del Gobierno.
Sabemos que, en la Argentina, el
"largo plazo" es la semana próxima, por lo cual discutir cómo actuar
ante las urnas dentro de tres años equivale a hacerlo sobre el sexo de los
ángeles; en especial cuando, en ese lapso, la República que nuestros
antepasados fundaron en 1853 habrá dejado de existir definitivamente. Cristina
Fernández, con la aquiescencia del rastrero Presidente Pinocho, está demoliendo
con prisa y sin pausa las instituciones de la Constitución y, mientras tanto,
también destruye la economía con la clara determinación de convertir a los
ciudadanos en nuevos pobres, exclusivamente dependientes de la dádiva estatal
para sobrevivir, y transformarlos en cautivos clientes políticos; cualquier
parecido con el régimen chavista de Nicolás Maduro no es una mera coincidencia.
En ese sentido van los descarados ataques
al Poder Judicial y la Procuración General en los cuales quieren "meter
mano", la apropiación de todas las cajas del Estado y la dilución de los
organismos de control, el desconocimiento de la propiedad privada, la
gigantesca emisión y la incontrolable inflación, el congelamiento de las
tarifas de la energía y de la salud prepaga, la intervención en las
telecomunicaciones, la creación de nuevos y confiscatorios impuestos, los
controles de precios, la imposición de la cuarentena más larga del mundo (con
el cierre de tantas empresas, la pérdida de millones de puestos de trabajo y la
masiva fuga de compañías internacionales), la destrucción de todo el aparato
productivo, el capitalismo de amigos, la reedición de la demencial guerra
contra el campo y la prensa libre y, peor aún, la catástrofe educativa que han
generado los gremios kirchneristas con el tácito apoyo del genuflexo Gobierno.
Contra lo que muchos opinan, no hay en
estas acciones ignorancia alguna sobre las reglas de la economía y de las
consecuencias que de aquéllas se derivarán, sino que están perfectamente
planificadas para lograr el establecimiento de una monarquía hereditaria y la
impunidad de los innumerables delitos cometidos por la PresidenteVice y sus
hijos.
En el orden geopolítico, la decisión del
Instituto Patria, que ella comanda, está cerrando todas las puertas que, luego
de una renegociación exitosa con el FMI, pudieran reinsertarnos en el mundo
occidental y, de ese modo, convirtiendo a China en la única alternativa para
financiar el monumental déficit que produce este Estado saqueado, tan caro e
ineficiente. Basta recordar que, durante su mandato como Presidente, entregó a
Xi Jinping una fracción de nuestro territorio para instalar una base militar
que no reconoce la soberanía argentina y que ha obligado a nuestros vecinos a
reinstalar hipótesis de conflicto armado; en el caso de Chile, la situación se
agrava por la presencia, a ambos lados de la frontera, de comunidades pseudo
mapuches dispuestas a lograr violentamente la independencia de su inventada
nación y que aquí son patrocinadas por organismos y funcionarios públicos.
Ante ese negro panorama muchos nos
preguntamos qué hacer para evitar ese cantado final y cómo impedir el éxito de
ese nefasto proyecto populista y pobrista que avanza, que nos transforma en
ranas en agua crecientemente caliente y que, como ya hemos dicho infinidad de
veces, nos lleva a Venezuela sin escalas, adhiriéndonos a las también genocidas
dictaduras de Cuba y Nicaragua, con el
apoyo de China, Rusia e Irán.
Los verdaderos hombres del campo -no la
tímida y lábil Mesa de Enlace- nos están mostrando el camino de la resistencia
y la rebelión civil, y también nosotros debemos volver a las calles a expresar
nuestra indignación no sólo por la conducta del Gobierno sino por el pasivo
comportamiento de la oposición, a la cual concedimos el 41% de los votos y que
-con algunas conspicuas excepciones- permanentemente nos defrauda. Y, por
supuesto, recurrir a todas las instancias internacionales para que nos ayuden y
no consientan que aquí se cometan las mismas tropelías que hicieron tan
tristemente famosos a los regímenes caribeños.
Bs.As., 9 Ene 21
Estimado Dr. Avogadro:
ResponderBorrarDesde todo punto de vista coincido con sus apreciaciones sobre la trágica situación que padece nuestra Patria.
Con honestidad le digo que con mi edad de 79,no quisiera dejar este mundo sin tener la esperanza de tener un país que sea respetuoso de la ley ,la solidaridad bien entendida ,bajo los preceptos del cristianismo,la verdad histórica y no este relato tan infantil como la educación que hoy tenemos en la Argentina,plagada de un sesgo político sin ningún freno moral ni ético,denostando a nuestros Padres de la Patria ,reemplazándolas con figuras poco conocidas y algunas de dudosa moralidad.Ayer un amigo me envió,un articulo sobre un sargento de caballería de origen Francés que intervino en la Batalla de San Lorenzo ,muerto en combate,y en su pueblo natal tiene una placa con su nombre y el nombre del teniente Coronel San Martín como conductor de los granaderos, honrando su participación en la misma al sargento Dominique Pourtau. Nosotros no honramos a nadie,estamos llenos de nombres vacíos,sin contenido.Como emprendemos el camino de la recuperación de este pueblo y esta nuestra Patria?.Saludo Atte Alberto Yoffe
Muchísimas gracias, Alberto.
BorrarCreo, sinceramente, que el futuro está en manos de los argentinos de a pie, porque quienes han sido elegidos para representar a la oposición, en general, han desertado de ese fundamental papel, como quedó probado con su actitud en el Consejo de la Magistratura; en él, fueron habilitadas designaciones de jueces militantes con excusas banales, cuando hubieran podido bloquearlas.
Por su parte, la Corte Suprema sigue manteniendo silencio en temas fundamentales, como la inconstitucionalidad de la reforma de ese mismo Consejo o de la quita de recursos a la ciudad de Buenos Aires.
Un muy fuerte abrazo.
Enrique Guillermo Avogadro