por Enrique Guillermo Avogadro
"Mañana tal vez tengamos que sentarnos frente a
nuestros hijos y decirles que fuimos derrotados. Pero no podremos mirarlos a
los ojos y decirles que viven así porque
no nos animamos a pelear"
Mahatma
Ghandi
Ante la callada y cobarde resignación de la
sociedad entera, Cristina Fernández y sus devotos militantes continúan haciendo
de las suyas, a punto tal que, sólo en el año 2020, Argentina descendió doce
puestos en el índice mundial de corrupción que elabora Transparencia
Internacional. La entidad justificó ese monumental retroceso en los
desvergonzados ataques de la PresidenteVice a la Justicia y a la Procuración
General; produce asombro en todo el mundo civilizado que aquí sean los propios
procesados quienes intentan remover a los magistrados que los juzgan, como
hicieron años ha con el Procurador Esteban Righi cuando lo eyectaron de su
cargo por imputar a Amado Boudou, por entonces Vicepresidente de la República.
Esta semana tuvo nuevas actuaciones en ese
escenario de pos-verdad llamado lawfare, con la manifestación realizada ante la
Corte Suprema, en la que participaron altos funcionarios de la Nación y de la
Provincia de Buenos Aires, y durante la cual se arrojaron cientos de bolsas de
basura. El reclamo de libertad de los pretendidos presos políticos Amado
Boudou, Milagro Salas, Julio de Vido, etc., todos ellos condenados por
corrupción y gozando de sus mansiones malhabidas, constituye un doloroso
recordatorio de la situación de los dos mil ancianos que derrotaron a la
subversión en los años 70's y cuarenta años después se pudren en la cárcel, ya
que los jueces prevaricadores les niegan sistemáticamente la concesión de esa
misma prisión domiciliaria a pesar de sus años y de sus achaques de salud.
Pero, ¿qué se podía esperar de esta manga
de falsarios que sólo brega por los derechos humanos de antiguos y enriquecidos
terroristas mientras desconoce la permanente violación de los mismos que hoy
ejecuta el sátrapa formoseño, elevado por Alberto Fernández al podio triunfal
de los mejores gobernadores?
La declaración de Sergio Aceitoso Massa,
socio político del Frente para Todos, Presidente de la Cámara de Diputados y
tercero en la línea de sucesión presidencial, en el sentido de negarse a
habilitar la discusión sobre eventuales indultos o amnistías para esos
delincuentes, generó una fortísima reacción de la propia tropa de la
PresidenteVice. A coro, salieron a pegarle el abandonado ex Ministro De Vido,
el militante Víctor Hugo Morales, la ex Embajadora Alicia Castro, el energúmeno
Luis D'Elía, el proxeneta Raúl Zaffaroni y varios más.
D'Elía lo amenazó con revelar las oscuros
entretelones del fabuloso negocio del cloro en el país, propiedad de Mauricio
Filiberti, y la corrupción en AySA, comandada por Malena Galmarini, casualmente
la mujer de Massa. Y De Vido se sumó arrojando fuertes sospechas sobre la
reciente operación de compraventa de Edenor, empresa que compró el trío de "expertos en mercados regulados" formado
por Daniel Vila, José Luis Manzano y el mismo Filiberti, todos íntimos amigos
del Aceitoso. Espero que el lunes, cuando se reinicie la actividad judicial
después de la feria de enero, algún fiscal decida investigar esas imputaciones,
toda vez que las mismas constituyen imputaciones de gravísimos actos de
corrupción gubernamental.
El panorama no puede ser peor. Los gremios
de los "trabajadores de la
educación", aliados de siempre del kirchnerismo, amenazan con
prolongar indefinidamente la tragedia que significó la irremediable pérdida de
un año lectivo; la creciente inflación llevará más miseria y hambre a los más
humildes; el desmadrado gasto público de los dilapidadores ladrones que nos
gobiernan obligan a imponer nuevos impuestos que aplastan a la actividad
productiva; y la estupidez de reutilizar viejas recetas económicas probadamente
fracasadas, sumadas a la absoluta inseguridad jurídica, actúa como una barrera
infranqueable a las inversiones externas, única fuente de trabajo genuino.
Así, la frase del epígrafe nos interpela a
todos y nos insta a luchar para evitar que esta asociación ilícita que hoy nos
gobierna siga saqueando al ya exhausto y demolido país y destruyendo, una a
una, todas las instituciones de la Constitución. Tal como nos anunció el
Presidente Pinocho en su discurso inaugural, volvieron para ser mejores, en su
conducta criminal. El cacareado "gobierno
de científicos" no sólo ha demostrado su grotesco fracaso en la lucha
contra la pandemia, después de haberse comparado con tantos países exhibiendo
datos falsos en filminas y discursos, sino que ejerce la más abyecta inmundicia
al lucrar con vacunas e insumos hospitalarios, y con alimentos que adquiere a
precios escandalosos.
Todos los que queremos democracia,
República y Constitución debemos unirnos en la santa misión de derrotar a estos
canallas en las urnas, utilizando todas las pacíficas armas de las que
disponemos para impedirles continuar con la destrucción y el robo. Los hombres
de campo nos han señalado el camino de la rebelión y, como seguramente el
Gobierno intentará más manotazos confiscatorios en su contra, serán quienes
otra vez estarán en la primera línea de este combate terminal; y el
kirchnerismo tendrá el somatén que preanunció Juan Perón. Sería un estupendo y
razonable final de la historia para Cristina Fernández y su tropilla de
canallas travestidos.
Bs.As., 30 Ene 21
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