En la Semana Santa la grey cristiana conmemora la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo, hechos ocurridos hace 1988 años. Este año esa sagrada conmemoración coincidió con la también conmemoración de los 39 años de la Operación Rosario, la que nos permitió recuperar transitoriamente la soberanía de nuestras irredentas Islas Malvinas e Islas del Atlántico Sur.
Salvando
la enorme distancia entre lo religioso y sagrado con la vida terrenal, podemos
decir que la República Argentina también ha tenido su pasión, pareciera que se
encamina hacia su muerte y necesaria resurrección. En ambas
ocasiones el espíritu de la esperanza de un futuro mejor, aflora siempre en el horizonte de
nuestras vidas.
Hoy se
efectúo la tradicional ceremonia municipal en el mismo lugar, en el Monumento a
los caídos en la guerra de las Malvinas, ubicado en la Plaza San Martín. En
ambas celebraciones se destacó la unión de los argentinos en el tema que más
fuertemente nos mantiene hermanados frente a la adversidad.
El Señor
entregó a su propio hijo para redimir a la humanidad, la guerra de Malvinas no
fue inútil… fue desacertada. Solo hay que recordar que el día anterior nuestra
población se encontraba en una grieta más profunda que la que nos divide en
esta época y sin embargo bastó con la recuperación de nuestras islas iderrentas
para que el pueblo se uniera en un solo sentimiento patriótico y de
satisfacción.
Estuvimos
muy cerca de derrotar a la que se consideraba la tercera potencia mundial,
puesto del cual nos encontrábamos muy lejos en el concierto mundial. Los soldados
argentinos sorprendieron primero al enemigo y luego al mundo entero, no
sufrimos una derrota humillante. Con soldados conscriptos enfrentamos a
soldados profesionales mejor equipados, nuestros aviadores realizaron proezas
increíbles que modificaron la doctrina de la guerra aérea vigente hasta ese
momento. Pese a las deficiencias políticas, estratégicas y logísticas, en lo
operacional nuestras fuerzas, con equipamiento obsoleto estuvieron a la altura
de las circunstancias. En la Segunda Guerra Mundial hubo batallas que se
definían en horas, en nuestro caso se mantuvo la posición desde el 1 de mayo al
10 de junio de 1982.
Un grosero error político nacional fue la distorsionada información sobre la evolución de
la batalla y el vergonzoso ocultamiento del repliegue de nuestras tropas.
Hoy
podemos ver como otras naciones depredan nuestras riquezas del mar argentino y
como peligran las intenciones de soberanía en nuestro sector antártico, el
Reino Unido y Chile tienen pretensiones de soberanía sobre nuestro
sector… conflictos abiertos a futuro y que no debemos descuidar.
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