69 años después del 17 de octubre de 1945, Roberto Cirilo Perdía, abogado y ex dirigente montonero durante los ‘70, dialogó con NOVA |
Por Luisina
Cincunegui, especial para NOVA
Era el 17 de Octubre
de 1945 y una multitud exigía la liberación del entonces coronel Juan Domingo
Perón. Esa postal quedaría marcada para siempre en la historia argentina como
el nacimiento del movimiento peronista, rebautizado luego “Día de la Lealtad”.
Casi 69 años después,
en un edificio antiguo de la zona de Tribunales de la Ciudad Autónoma de Buenos
Aires, Roberto Cirilo Perdía, abogado y ex dirigente montonero durante los ‘70,
está sentado en su oficina llena de libros.
El mate y el termo sobre el escritorio. Papeles por todas partes.
- ¿Cuándo
comenzó su vida de militante y cómo se unió a Montoneros?
- Durante la secundaria y en los
primeros años de la facultad, milité en la Democracia Cristiana. Luego me di
cuenta que el pueblo miraba otra cosa: el peronismo; y es ahí cuando me uno a
las Fuerzas Armadas Peronistas, que en 1970 confluyeron en la formación de Montoneros.
El país estaba gobernado por un grupo de militares que impusieron su manera de
pensar y proscribieron al Peronismo.
También hay que tener en cuenta el
contexto internacional: se estaban desatando revoluciones en muchas partes del
mundo, lo que influenció la creación de grupos guerrilleros.
- ¿Qué
significó Montoneros en su vida?
- Es una marca que voy a llevar para
siempre. Sin dudas, me cambió la vida. Montoneros es lo que yo viví con mayor
fortaleza y pasión. Un sueño que quedó trunco pero que dejó su energía dando
vueltas por el universo. Nosotros sabemos que no ganamos, esa es la autocrítica
fundamental de la agrupación. Queríamos alcanzar la felicidad del pueblo y
formar una Nación, eso significaba tener el poder y estuvimos muy cerquita,
pero lamentablemente no lo obtuvimos. Históricamente fue algo increíble. No me
arrepiento del camino que elegí.
- ¿Por
qué recurrieron a la violencia?
- Si nos fijamos en la cantidad de
muertes, hoy mueren muchas más personas por la violencia social que en ese
momento por la guerrilla. Considero que la violencia es parte del sistema y del
ser humano. Hoy hay tantas muertes jóvenes como en los años ‘70, sin objetivos
políticos, pero muertes al fin. La violencia no la inventamos los Montoneros,
simplemente pensábamos que había un nivel de violencia que podíamos aplicar
para terminar con la violencia. Pero lamentablemente no lo logramos y pagamos
muy caro por eso.
- ¿Cuál
fue la causa del asesinato de (el ex presidente de facto, Pedro Eugenio)
Aramburu?
- Fue el símbolo del arraigo popular que
tuvo Montoneros. Porque hasta ese momento el pueblo Peronista lo único que
ligaba eran sopapos: muertes, torturas, proscripción del partido. Hasta que, un
día, todos nos dimos cuenta de que los que estaban en el poder también podían
recibir sopapos. Para comprender y entender eso, hay que situarse en la lucha
de aquellos años. La persona que proscribía su manera de pensar había sido eliminada. Fue una reivindicación
importantísima.
- ¿Qué
pasó con el dinero del rescate del secuestro extorsivo a los hermanos Born,
dueños del grupo Bunge y Born?
- La realidad es que teníamos gastos:
enfrentar a la dictadura, mantener a miles de compañeros en la clandestinidad y
otras cuestiones de esos tiempos. Por ejemplo, por día, salían al menos dos
personas del país de manera ilegal. Ellos necesitaban toda la documentación
trucha. Además gastábamos mucho en las armas que las comprábamos en el mercado
negro. También utilizamos el dinero para montar las casas argentinas en otras
partes del mundo, que servían para hacer reclamos contra la dictadura. Nosotros
no dependíamos de ningún estado.
- ¿Qué
fue lo peor que vivió dentro de la agrupación?
- La caída de los compañeros me
provocaba quiebres internos. Muchas veces la persona que veías a la mañana, a
la noche, te enterabas que ya no existía. Igualmente todos los que militábamos
sabíamos en donde nos metíamos y que estábamos todo el tiempo al borde de la
muerte.
- ¿Qué
significó Perón en su vida?
- Fue alguien importantísimo porque
logró unificar el movimiento popular. También creo que podría haber dado
mejores respuestas en los últimos años de su vida que hubieran permitido una
mejor Argentina, pero entiendo que en esos años estaba rodeado por personas que
respondían a otros intereses y no a los de él.
- El
1° de mayo de 1974, Perón echó a todos los Montoneros de Plaza de Mayo, ¿qué
sintió en ese momento?
- Fue un día muy difícil. Yo estaba
junto a Rodolfo Walsh (escritor y periodista) y el guerrillero Horacio
Mendizábal a cargo de la coordinación de la llegada de los compañeros de todo
el país. Cuando Perón dijo eso, desconectamos todos los aparatos que teníamos
para comunicarnos. Fue un quiebre muy profundo en nuestra relación con el
General, y un momento muy doloroso.
- En
el 2013, estuvo preso, ¿Cómo vivió eso?
- Yo sabía que en algún momento iba a
caer. Estaba claro que se iban a cobrar su vuelto en algún momento. También
puede pasar ahora, pero no es una cosa que me desespere. Ya tengo más de 70
pirulos, no es algo que me impida dormir.
- ¿Qué
opina de la gestión de los Kirchner?
- Es una década desperdiciada. Creo que
había grandes condiciones sociales para hacer muchas y grandes cosas. El pueblo
argentino estaba cansado y era un momento especial para avanzar. Aunque hay
cosas, como planes sociales, que no me parecen mal, yo creo que tenían todo
para realizar un cambio y no lo hicieron.
NOTA:
Las imágenes no corresponden a la nota original.
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