La justicia federal
pone todo su empeño, tiempo y recursos en la investigación de denuncias por
hechos de hace más de 40 años y en el encarcelamiento de ancianos hasta sus
fallecimientos, arguyendo la injerencia que sobre las estructuras de poder a la
que pertenecían hace cuatro décadas configura un riesgo procesal. A su vez,
inicia causas penales contra el fiscal que reclama el desafuero y la detención
de un actual diputado altamente sospechado de la corrupción que destruye las
posibilidades de progreso institucional, social y económico ampliando los
sectores de pobreza e indigencia y consecuentemente multiplicando las muertes
de hoy. No es el río el que está turbio.
María
Laura Olea
DNI 13.968.163
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