Desde nuestro modesto
lugar manifestamos un fuerte apoyo al Diputado
Provincial de Salta Andrés Suriani, es impensable que en el Siglo XXI aún
se persiga a una persona por expresar libremente sus creencias y pensamientos.
Suriani ha demostrado que no es un legislador que actúa en forma políticamente
correcta… él simplemente es un político
correcto y sus acciones así lo confirman.
Es lo mismo que hacen
los corruptos que están presos… ellos no
son presos políticos, son políticos presos por ser delincuentes.
No se los puede comparar los con hoy verdaderos
Presos Políticos, el colectivo de las personas que combatieron al
terrorismo… a quienes no se les aplicó una justicia ajustada al derecho
nacional e internacional, se les aplicó un derecho diseñado a medida para que
los vencidos terroristas pudieran hacer su venganza.
Para quienes tienen
dudas los invitamos a ver el documental Será
Venganza!! realizado por el cineasta argentino Andrés Paternotro y producido por el Centro de Estudios Salta.
UNA
REACCIÓN CULTURAL COMIENZA EN EL NORTE
Agustín
De Beitia
@agustindebeitia
En el reciente debate
parlamentario por el aborto legal, las provincias del norte de nuestro país
fueron las que terminaron inclinando la balanza en contra de ese proyecto
demencial, con el aporte de 22 de los 37 votos negativos que hubo en el Senado.
Salta fue uno de los cuatro distritos en los que ese rechazo fue unánime. Y de
esa provincia de arraigada religiosidad y amor a las tradiciones surgen ahora
las primeras señales de una reacción cultural más amplia.
Quien la encabeza es Andrés Suriani, un diputado provincial
por Cambiemos que estuvo al frente del movimiento provida. El legislador, que
se considera un hombre de fe, que defiende los valores que recibió con el
Bautismo, es un raro caso en la coalición que detenta el poder nacional. No
sólo se opone al aborto, sino que en los últimos meses también se puso de pie
contra el laicismo y contra el adoctrinamiento en las escuelas mediante la
infiltración de la ideología de género, a la que considera "un flagelo que pervierte el
orden natural".
Con 53 años, padre de
cinco hijos, uno de ellos fallecido, Suriani habla claro y dice lo que muchos
piensan mientras otros políticos hacen ejercicios de equilibrismo. "Sacaron
a Dios de las escuelas y ahora quieren meter la ideología de género",
se lamenta. "No se puede permitir
que les digan a los chicos cómo masturbarse, que decidan si son hombre o mujer,
porque eso no es igualdad, son perversiones", remarca.
Ya cuando era
concejal estuvo en primera fila para exigir que se restituyera el monumento que
destruyó el kirchnerismo y que rinde homenaje a los héroes de Manchalá, esa decena de soldados que resistió en una
escuela rural un feroz ataque de 117 hombres del ERP en 1975. Una toma de
posición sobre los trágicos años '70 que contrasta con la indiferencia de su
partido.
Desde el triunfo de
la ola celeste, Suriani pasó a la ofensiva en la "guerra cultural".
Su desafío a la corrección política sintoniza con aquellos que desde las redes
sociales proponen levantar la apuesta. Los que, frente el pedido de separar a
la Iglesia del Estado, replican con la exigencia de apartar la ideología de los
colegios. Tal vez éste sea un punto de inflexión, el fin de un retraimiento, de
un repliegue discursivo, acomplejado.
Como era de esperar,
se prepara un escarmiento para su
osadía. Hay quienes quieren echarlo de la Cámara de Diputados provincial por
oponerse a la ideología de género.
¿CASO
EJEMPLIFICADOR?
En un diálogo con La
Prensa Suriani, que es secretario de la Comisión de Educación de la Legislatura
de Salta, comenta que ya es la segunda vez que "el Observatorio de la Mujer", que está conducido por la
licenciada María Laura Postiglione,
una de las feministas más radicalizadas de Salta, y Pía Ceballos, del colectivo LGTB, piden sanciones en su
contra". En la primera oportunidad "por
estar en contra del aborto y a favor de las dos vidas". Ahora la
acusación es por "violencia simbólica" (sic) y "discriminación".
La Cámara votará mañana sobre su situación.
Los medios se ensañan
con él por estas horas luego de que expresara que el feminismo y la homofobia "son términos utilizados por la
ideología de género para sacar provecho". Pero Suriani aclara que
siempre ha estado "a favor de la
igualdad de oportunidades y derechos" y que nunca negó que exista
violencia contra las mujeres, como se le atribuye.
Es posible que
Suriani quiera ser tomado como caso testigo. Que se lo quiera castigar para
disciplinarlo o para disuadir futuros levantamientos.
Pero la causa que
enarboló toca una cuerda sensible de un sector de la población que no está representada por los medios ni por
muchos de los legisladores. Una primera manifestación de padres para
solidarse con sus dichos fue convocada para mañana a las puertas de la
Legislatura salteña.
Hay un país que
despertó con el aborto y que espera que su dirigencia la escuche, que exige un
cambio en serio. Salta tiene reservas morales para abonar una cauta esperanza.
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