lunes, 29 de octubre de 2012

Por quién doblarán las campanas el 7D

01:55 MAURICIO ORTÍN, Profesor de Filosofía - UNSa

Desde el oficialismo se repica hasta el hartazgo, aludiendo a los diarios Clarín, La Nación y otros, que en la Argentina no hay libertad de prensa sino libertad de empresa y, por ende, también hasta el hartazgo, se evidencia la idea equivocada que habita en el gobierno sobre ambos derechos. La libertad de prensa y la libertad de empresa no son incompatibles.

Es más, son absolutamente solidarias y una no se puede dar sin la otra. ¿Acaso es posible la libertad de prensa sin la libertad de empresa? Constituye un típico argumento fascista (sobre todo si viene del gobierno), el afirmar, que: el dueño privado de un medio de comunicación -el empresario capitalista- tiene como fin principal el lucro y no informar la verdad.


Desde ya que ganar dinero es fundamental para la subsistencia de la entidad; mas, ello no implica, necesariamente, que informe bien o mal. Son los que compran el diario o escuchan la radio los que deben juzgar esa situación y no el gobierno. Los ciudadanos no son un hato de imbéciles que necesitan de un tutor que les indique cuál periodista o que medio deben escuchar o leer. Allá aquellos, que eligen a Víctor Hugo Morales, 6,7,8, TV registrada y cosas por el estilo. Hay gente para todo en la viña del Señor y todas las opiniones deben respetarse. Otra cosa, claro está, es que seamos todos los que financiamos a estos señores.


Es, absolutamente, lícito el que los empresarios impongan, dentro de un menor o mayor margen de libertad, su impronta al medio que dirigen. Ridículo sería pretender que ello no ocurriera (¿Acaso, el dirigente, Jorge Altamira, en el diario del partido Obrero no hace lo mismo que Magnetto en el diario Clarín). Lo que sí es contrario a la libertad y al sentido común, es que sea el gobierno el que pretenda definir la línea editorial del diario del Partido Obrero, de Clarín o de cualquier otro. Esa manera de proceder con la prensa, tiene un nombre. Se llama fascismo.

Los fascistas, con el objeto de justificar sus abusos, suelen predicar que es falso aquello de que las empresas de medios de comunicación son independientes. Según ellos, responden a clases sociales, oligarquías, sinarquías, sectas e intereses económicos capitalistas internacionales, etc. No se dan cuenta, o no quieren darse, que en la república, la independencia que se exige a la prensa libre es, exclusivamente, para con el estado. A los ciudadanos, sindicatos, partidos, grupos empresariales, clubes deportivos, iglesias, etc. los asiste todo el derecho del mundo para influir, dirigir o erigirse en propietarios de un medio. No así el gobierno, que debe garantizar la libertad de expresión y no amordazarla.

Pero, como vemos, ocurre todo lo contrario. Porque, en discordancia con la actitud adoptada de anteriores gobiernos argentinos frente a la prensa independiente, como los de Alfonsín, Menem y De La Rúa, no hay un sólo día en que la presidente, sus gobernadores o sus correveidiles, no arremetan con invectivas de todo tipo contra los medios que no le son sumisos. De allí, que la desmesurada y sistémica campaña de aniquilación que ha lanzado el gobierno contra Clarín y los medios independientes ha elegido como día D, al siete de diciembre. A no confundirse. Ese día no vienen sólo por Clarín. Vienen por todo y todos...


REFLEXIÓN DEL EDITOR: Los términos Día D y Hora H se usan para señalar el día y la hora en que se iniciará un ataque u operación, en circunstancias en que el día y la hora aún no han sido determinados o es absolutamente secreto. El Día D y la Hora H son únicos para todas las unidades que participan en una operación determinada. En el caso que nos ocupa no es ningún secreto, desde todos los medios oficiales –atril presidencial incluido- se han lanzado todo tipo de amenazas sobre las acciones del ejecutivo el famoso 7-D contra el blanco seleccionado: el Grupo Clarín… lo que no dicen son las consecuencias de esas acciones muy posiblemente ilegales, que afectarán la libertad de expresión y de opción de elección del medio informador por parte de la sociedad argentina. Sabemos cuándo lo harán, no sabemos ¿qué y cómo lo harán? Deseamos que prime la cultura cívica, el respeto a la Constitución Nacional, leyes involucradas y no se presione al poder judicial respetando su independencia de criterio. 

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

No dejar comentarios anónimos. Gracias!