Según información reciente, el señor Vicealmirante (R) Don Antonio Vañek de casi 90 años
encarcelado en Marcos Paz, se cayó en su celda el pasado lunes a las 04:00
horas. Fue derivado a un hospital público,
desde entonces permanece internado en la guardia médica, tomó frío, sufre
neumopatía y necesita un marcapasos; en el mencionado nosocomio no funciona la
unidad coronaria. Su familia y abogados defensores hacen trámites
desesperadamente para que se autorice su traslado al Hospital Naval Pedro Mallo… luchan para salvar su vida. En otros
hospitales públicos y privados no hay lugar para su atención.
Hoy como todos los Presos
Políticos, el Vicealmirante Vañek
tiene prohibida la atención en los
hospitales militares, por una injusta y discriminatoria decisión del Ministro de Defensa, Ing. Agrónomo Agustín Rossi. No se
tiene en consideración su avanzada edad y su estado de salud, es una persona
con alto riesgo de vida, lo que se presenta como un caso similar al señor General Videla, que perdió su
vida por falta de atención adecuada y rayana con el delito de abandono de
persona por parte del Servicio
Penitenciario Federal y jueces
responsables del cuidado de su vida.
Una vez más el señor Capitán de Corbeta (R) Don Pablo Eduardo García Velasco, quien se encontraba internado en el Hospital Naval recuperándose de las consecuencias de una prolongada huelga de hambre -la que lleva a cabo en señal de protesta por su injusta detención- además se encuentra en tratamiento por padecer cáncer de próstata y por expresa orden del TOF5 ha sido trasladado a la Unidad Penal de Ezeiza.
Capitán de Corbeta (R) Pablo E. García Velasco |
Hortensia, madre de García Velasco |
Sabemos que por su convicción y necesidad de atender debidamente a su madre, el Capitán Pablo Eduardo García Velasco ha reiniciado una estricta huelga de hambre -no ingiere alimentos sólidos, ni líquidos- lo que motivará en breve una descompensación física, que obligará a su inmediata evacuación e internación a un centro hospitalario con capacidad para salvar su vida... a no ser que los jueces y el SPF hayan decidido que es tiempo de dejarlo abandonado a su suerte y cumpla su condena a muerte no escrita.
Por otro lado un Oficial
Jefe de la Armada que tiene autorización
del Tribunal para visitar a su esposa en su domicilio, enferma grave de
cáncer, el Servicio Penitenciario Federal lo traslada custodiado por ocho
personas, esposado, con un protocolo de revisión previa de todo el edificio,
como el departamento y luego los 8 uniformados tipo Swat permanecen en el
departamento de pequeñas dimensiones, con la obligación de proveerle vianda
hasta que es trasladado de vuelta al penal. Este exceso, es un nuevo acto de
persecución política y escarnio contra
los detenidos por supuestos delitos de Lesa Humanidad, estando la mayoría de
ellos sin condena, y encarcelados hace más de 10 años.
Es hora de acabar con esta política persecutoria y
denigrante de las FFAA, el presente y el futuro nos exigen una mirada
superadora de los errores del pasado -los cuales son compartidos por la mayoría
de la sociedad-, debemos alcanzar la concordia y reconciliación que nos
permitan crecer como una Nación digna de legar a las generaciones que nos precederán.
Sinceramente,
Pacificación Nacional Definitiva
por una Nueva Década en Paz y para
Siempre
Familiares de militares presos,
protestan frente al Ministerio de Justicia y Derechos Humanos. Piden la
renuncia de Alak
En el día de la fecha, en horas de la mañana, un grupo de
mujeres pertenecientes a la Asociación de Familiares y Amigos de los Presos
Políticos de Argentina se presenta al Ministerio de Justicia y Derechos Humanos
de la Nación con el objeto de exigir una inmediata reunión con el titular del
organismo, Dr. Julio César Alak.
Motiva la solicitud la permanente violación de los derechos
humanos sufrida actualmente por el personal detenido por hechos relacionados
con los trágicos hechos que dividieron a los argentinos en la década del 70.
Porque más allá de las aberraciones jurídicas cometidas en nombre de la ley por
jueces prevaricadores e inescrupulosos, el estado argentino no deja de
sorprender todos los días, con medidas arbitrarias y selectivas que menoscaban
los derechos más elementales de una porción de la población carcelaria.
Como en la época del nazismo más furibundo, el método de la
represalia se ha instituido en el estado argentino. Por la fuga de dos
detenidos, sufren sus consecuencias los que permanecen todos los días
cumpliendo con dignidad el arbitrario castigo impuesto. En un claro atentado contra
la integridad de la vida humana, se priva a detenidos que cuentan con más de 60
años, de la atención médica indispensable para poder mantenerse con vida. Los
establecimientos carcelarios, no cuentan con la infraestructura de salud
necesaria para cubrir las necesidades de personas que tienen en el presenta más
de 60, 70 u 80 años de edad.
El Hospital Militar constituye el lugar natural donde física
y mentalmente, estos hombres deberían atender sus dolencias en el ocaso de sus
vidas. Pero la política del odio y de la venganza, instituidos desde los
ámbitos gubernamentales, pretende aplicar una pena de muerte encubierta, para
regocijo y aplauso de quienes han hecho de los derechos humanos un negocio
rentado sumamente lucrativo.
Nos presentamos ante el Ministerio de Justicia porque le
corresponde a este organismo tutelar el respeto y goce de los derechos humanos
de toda la población argentina, incluyendo en esta categoría a nuestros
familiares y amigos. Venimos con la serenidad y la firmeza de estar reclamando
aquello que nos corresponde. No venimos a rogar, ni pedir clemencia. Como
familiares de soldados, venimos con la frente alta a reclamar por nuestros
derechos.
Porque no estamos dispuestos a permitir que, en nombre de
los derechos humanos, se termine aplicando un genocidio sobre el grupo humano
que nos representa. Porque no tenemos ninguna duda de que en el presente, desde
el estado argentino, se está persiguiendo a nuestros familiares y amigos, como
grupo humano con identidad propia, privándolos de derechos reconocidos
universalmente, lo que constituye lisa y llanamente, un crimen de lesa
humanidad.
María Cecilia Pando
DNI 18046597
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