domingo, 20 de julio de 2014

QUIEN QUIERA OIR QUE OIGA

El vídeo del discurso del diputado Omar de Marchi corresponde al día de la votación de las leyes de Democratización de la Justicia, fue en octubre de 2013, y llama la atención la fuerte vigencia que tienen las palabras del diputado demócrata por la provincia de Mendoza. Hoy el país ya no se asombra de nada, la desvergüenza de un vicepresidente, que hace poco era el presidente en ejercicio por ausencia de la presidente, no tiene antecedentes en nuestra joven historia.

Pero los pronunciamientos de la Sala I de la Cámara Federal, tienen un tufillo propio de la podredumbre de las instituciones. Señores, ¿hasta cuándo vamos a soportar que solo van presos los ladrones de gallina y los de guante –no tan blancos– se muestran en los más encumbrados puestos públicos del gobierno de turno?

Los invitamos a ver el vídeo y luego leer el artículo de Guillermo Cherashny que les dejamos a continuación, apreciaran que no hay diferencia alguna… el objetivo es siempre el mismo: la impunidad de los funcionarios corruptos.

Con hartazgo,

Pacificación Nacional Definitiva
Por una Nueva Década en Paz y para Siempre


Macri sin juicio oral, De Vido sobreseído y se viene el salvataje a Boudou

Se confirma la primicia de IP sobre el pacto 
entre el PRO y el cristinismo.

El 30 de junio y el 3 de julio pasado escribimos que la Sala I de la Cámara Federal, integrada por los vocales Jorge Ballesteros, Eduardo Farah y Eduardo Freiler, excluiría a Mauricio Macri del juicio oral en la causa por la red de escuchas ilegales montada por Ciro James. Curiosamente dos años atrás, al confirmar esa misma sala el procesamiento dictado en su oportunidad por el juez federal Norberto Oyarbide, resolvió en los siguientes términos: “Mauricio Macri conoció y prestó su conocimiento para instalar una red de escuchas prohibidas en el ámbito del gobierno porteño”. Pero unos meses más tarde, el consejero de la Magistratura Alejandro Fargosi, entonces vinculado al PRO, se abrió de la postura opositora en una reunión clave del Consejo de la Magistratura y votó junto al cristinismo la designación como juez federal del secretario de la Sala I de la Cámara Federal Sebastián Casanello. Esta designación, dados los vínculos del nombrado con el gobierno, fue rechazada por los consejeros radicales.

Cómo funcionó la secuencia

Casanello se hizo cargo del Juzgado Federal Número 7, en el cual Norberto Oyarbide actuaba como subrogante y, como ya sabemos, cajoneó el expediente de la causa en la que se investiga a Lázaro Báez por lavado de dinero y que complicaba a Cristina Fernández y su hijo Máximo Kirchner por el falso alquiler de las habitaciones del hotel familiar Alto Calafate. Y un tiempo después, decidió que no había motivos para enviar a juicio oral a Mauricio Macri, decisión apelada por el fiscal Jorge di Lello. Como ya señalamos, la misma sala, que dos años responsabilizó a Macri por la red de escuchas ilegales, ayer dijo que no hay pruebas para que éste sea convocado a juicio oral como imputado. Como los argumentos jurídicos para esto lucen escasos, suponemos que lo que estaría inclinando la balanza sería la probabilidad de la fórmula presidencial Mauricio Macri-Ernesto Sanz, bendecida por Elisa Carrió, que podría sumar más de 4.500.000 votos en las próximas PASO. Un argumento definitorio para que los camaristas terminaran eximiendo al jefe del macrismo del juicio oral. A esto debemos sumarle que el voto de un representante del PRO fue decisivo para que Casanello se convirtiera en juez federal y a su vez éste mandó al freezer la causa de lavado que afecta a la presidente. Este conjunto demuestra palmariamente la existencia de un pacto político entre CFK y el jefe de gobierno porteño. La segunda parte de este pacto sería mandar a otro freezer la causa Boudou-Ciccone, para que la presidente termine más tranquila su gestión el 10 de diciembre del 2015. O quizás se trate de otras casualidades de las que siempre habla el procesado Boudou. Esta misma Sala I, por esas raras coincidencias, acaba de confirmar el sobreseimiento de Julio de Vido por enriquecimiento ilícito, después que la Cámara de Casación abriera la investigación de nuevo y enviara el expediente a aquella para que busque más pruebas. Esto no lo hizo y sí desestimó a la Fiscalía de Investigaciones Administrativas como querellante y zafó así a De Vido y su señora, Alessandra Minnicelli. Está claro entonces que Macri, Boudou y De Vido son parte de un mismo paquete político-judicial.

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