1975 - 28 AGOSTO -
2014
Ayer nos olvidamos de
recordar este atentado terrorista y de homenajear a sus víctimas.
Nada hacía suponer
que en el cumplimiento de una misión rutinaria, cuando trasladaba de regreso a
sus hogares al personal de la Gendarmería Nacional, que había sido destacado en
Tucumán, podría ocurrir algo así.
Años después, el 1 de
Junio de 1982 en la Guerra de Malvinas, volando sobre el Atlántico Sur,
mientras cumplía la misión exploración y guiado para poder ubicar, en
oportunidad, a los blancos navales y atacarlos con precisión; fue derribado por
el enemigo el Hércules C-130, matrícula TC-63, avión que también figura en las
páginas de la historia Antártica Argentina.
Sí, esto fue noticia
el 28 de Agosto de 1975, que mucha gente ya no lo recuerda y otros, aquellos
que tienen menos de 30 o 40 años de edad, lo desconocen, porque no habían
nacido o eran demasiado chicos.
Ese día cuando
todavía no habíamos salido del estupor de otros hechos similares, recibimos una
noticia que nos conmocionó, el avión Hércules C-130 de la Fuerza Aérea
Argentina, matrícula TC-62 había sido derribado a las 13:05 horas, por una
bomba colocada y hecha estallar por control remoto, en plena carrera de
despegue, que la habían colocado en el desagüe que pasaba por debajo de la
pista de aterrizaje del Aeropuerto de Tucumán "Teniente Matienzo",
quedando un cráter en el cemento de 12 m de diámetro por 2 de profundidad.
Se trasladaban 114
efectivos de la Gendarmería Nacional,
con destino a la Provincia de San Juan, de los cuales, en el día del atentado,
se habían registrado seis fallecimientos
y veintitrés heridos, nueve de ellos de gravedad.
Esta operación se
llevó a cabo con una gran precisión, pero por la pericia de la tripulación se
evitó que este atentado criminal alcanzara proyecciones de catástrofe, salvando
las vidas de más de un centenar de almas que se encontraban a bordo, como así
también el desastre que podía haber ocasionado de haberse precipitado sobre el
Barrio Obrero situado a continuación de la cabecera de pista de dicho
Aeródromo.
El aparato se
destrozó al caer a tierra y quedó envuelto en llamas, explotando con
impresionante violencia, lo que causó pánico entre los habitantes de la zona
próxima al Barrio San Cayetano.
Los restos del avión
quedaron esparcidos en un radio de aproximadamente 300 metros, mientras que el
grueso de la estructura se incendiaba a un costado de la pista envuelto en
llamas y en medio de una columna de humo negro visible a gran distancia del
lugar.
La tarea de rescate
se hizo muy difícil para los bomberos que estaban atacando el fuego, debido a
las explosiones posteriores, causadas por los tanques auxiliares de combustible
y el material transportado a bordo.
Un hecho
significativo que merece ser recordado, fue que mientras se incendiaba el avión
y entre las explosiones, se vivieron escenas heroicas por parte de los
bomberos, la gente del lugar, como así también de los tripulantes del Hércules
y Gendarmes que habían podido salir de este infierno y volvían a rescatar a los
que quedaban atrapados entre los restos del avión, el cual quedó totalmente
destruido.
Gendarme Raúl Remberto Cuello |
En esta acción
valerosa pereció por asfixia el Gendarme
Raúl Remberto Cuello, quien salió ileso del avión y entró repetidas veces,
salvando valiosas vidas, hasta quedar atrapado por las llamas en el que sería
su último intento, dando un ejemplo de
valor y coraje llevados hasta el supremo sacrificio.
Las autoridades del
gobierno constitucional a cargo de la señora Presidente de la Nación Argentina, Maria Estela Martínez de Perón,
condenaron enérgicamente este accionar terrorista.
Tratemos de recordar
hechos significativos que han ocurrido en el país, que el tiempo o los hombres lo pasan al
olvido, esta vez rindamos homenaje a aquellos servidores que perdieron la vida,
a quienes quedaron con secuelas y todos aquellos que con pericia, valentía y
arrojo, evitaron un mal mayor.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
No dejar comentarios anónimos. Gracias!