Estimados:
Es probable que
algunos se sientan ofendidos, o al menos, dolidos por lo que he escrito.
Escrito del cual me hago responsable en un todo.
No soy -esto sería un
pecado de presunción- un católico perfecto. Soy, solo un pecador en el que se
dan cita muchas veces, más de lo que me gustaría, la ira y la soberbia entre
otros pecados. Pero digo lo que digo porque me siento una oveja sin guía.
Porque siento que aquellos a quienes Dios Nuestro Señor pensó como pastores han
aceptado ser simplemente asalariados que no responsables del rebaño.
Quien crea que lo
escrito, a pesar de su dureza, puede ayudarle a quienes dirigen la Iglesia a
que las palabras que son la esencia de lo que pedimos en la Oración por la
Patria no sean solo palabras sino el ruego diario al Señor para que nos de
fuerzas para construir una nación sin exclusión, sin hambre, con trabajo y que
por sobre todo la lucha por el bien común sea lo que nos mueva para que todos
sepamos que hay un futuro, le agradecería que lo divulgaran.
A quienes se sientan
agraviados por lo escrito les pido con toda humildad, perdón
JOSE
LUIS MILIA
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