Debido a las
constantes negativas de la "justicia" argentina, este hombre de 87
años decidió iniciar hoy 25 de julio de 2016, una huelga de hambre.
Miguel Osvaldo
Etchecolatz pone en riesgo su vida ante las actitudes del juez Carlos Rozansky
quien manifestó "Pese a los graves
problemas de salud, Etchecolatz debe purgar su sentencia en la cárcel".
Etchecolatz, hoy en
la mañana, emitió un comunicado que aquí reproducimos.
El artículo de Página/12
UN
FALLO DEL TOF 1 DE LA PLATA CONSIDERO QUE CORRESPONDE OTORGARLE PRISION
DOMICILIARIA AL EX COMISARIO ETCHECOLATZ
Más cerca de una
posible vuelta a casa
Pese a que dos
dictámenes del cuerpo forense sostuvieron que Etchecolatz puede atenderse de
sus dolencias en Ezeiza, donde se encuentra detenido, los jueces evaluaron que
corresponde domiciliaria. Por ahora seguirá en la cárcel por sus otras
condenas.
El ex comisario
Miguel Osvaldo Etchecolatz, con seis condenas por delitos de lesa humanidad en
el haber, podría volver con arresto domiciliario a su amplia casa de Mar del
Plata. Pese a que dos dictámenes del Cuerpo Médico Forense (CMF) confirmaron
que sus patologías pueden ser tratadas en el Hospital Penitenciario de Ezeiza,
donde pasa sus días, el Tribunal Oral Federal 1 de La Plata con votos de los
subrogantes Germán Castelli y Jorge Michelle consideró que por sus 87 años, su
hipertensión arterial y los riesgos de un accidente cerebrovascular (ACV)
corresponde concederle ese beneficio. “Cuando
cada juez de una democracia republicana defiende el respeto de la dignidad de
una persona longeva y afectada en su salud, lo que está haciendo es defender a
la humanidad toda, como base de la libertad, la justicia y la paz en el mundo”,
se citó a sí mismo Castelli. La mudanza no se concretará porque Etchecolatz
tiene prisión preventiva en otras causas. “Lamentablemente
era previsible ya que hay un cambio claro de orientación de política judicial”,
evaluó la abogada Guadalupe Godoy, impulsora de varias de las condenas, quien
recordó que la ex mano derecha de Ramón Camps “fue y es el principal investigado” por la segunda desaparición de
Jorge Julio López.
Etchecolatz fue
condenado por primera vez a prisión perpetua en 1986, en el segundo y último
juicio antes de las leyes de impunidad. Entre 2004 y 2016 recibió sólo cinco
condenas porque centenares de crímenes todavía no llegaron a juicio. El 4 de
abril, luego de que su defensa adujera que no estaba en condiciones de
permanecer detenido, el CMF lo evaluó y concluyó que tenía un buen estado de
salud aparente y un deterioro cognitivo propio de su edad. “Puede seguir cumpliendo su detención en el lugar donde se halla
alojado o en cualquier otro que preste idénticas condiciones de atención y
resguardo físico”, sostuvo.
Cuando el tribunal se
aprestaba a pronunciarse, la defensa y el médico José Luis Francos, del
Hospital de Ezeiza, advirtieron sobre “episodios
de descompensación” y riesgos de “muerte
súbita”. “Si tiene otro pico de presión pueden quedarle secuelas, puede tener
un accidente cerebro vascular”, señaló Francos. Citados por el tribunal,
tanto el médico como Nelsy Beatriz Medina, directora del hospital, plantearon
que allí puede recibir “una adecuada
atención desde el punto de vista médico”, que las descompensaciones podían
darse tanto en el hospital como en su casa, aunque “desde una óptica humanitaria” y “por el soporte social que requeriría su cuadro” sugirieron que se
contemplara el arresto domiciliario. Pero “técnicamente
está asistido”, aclaró Medina. El CMF, por su parte, ratificó su posición:
Etchecolatz “se halla asistido de manera
adecuada”.
Los fiscales Rodolfo
Molina, Hernán Schapiro y Juan Martín Nogueira, a partir de los dos dictámenes
del CMF, entendieron que “puede ser
debidamente asistido y tratado” en Ezeiza, citaron jurisprudencia de la
Corte Suprema de Justicia por la cual el pedido de domiciliaria debía ser
rechazado y advirtieron sobre “el riesgo
procesal” que traería aparejado el beneficio “en orden al claro relajamiento que significa para el control del
detenido”. Sugirieron “extremar los
recaudos” para garantizarle las visitas de sus familiares y que se
analizara la posibilidad de trasladarlo a un penal más cercano a Mar del Plata.
El juez Roberto Lemos
Arias, en línea con los fiscales y los peritos, entendió que el alojamiento en
el hospital penitenciario no conduce “indefectiblemente
a un agravamiento de su estado de salud” ni implica “un trato degradante o inhumano”. Ante “la concurrencia de dictámenes médicos objetivos que concluyen de
manera determinante que las patologías” podían ser tratadas en su lugar de
alojamiento actual, concluyó que el pedido debía rechazarse.
El voto de Castelli
–al que adhirió Michelle– invocó en cambio “el
principio de humanidad de las penas”. Por los “incuestionables problemas de salud”, su “hipertensión arterial de larga data”, los riesgos de un ACV, se
pronunció a favor del arresto domiciliario. La Constitución impone “evitar la mortificación de presos ancianos
y enfermos en las cárceles”, sostuvo Castelli, que ya se había pronunciado
en esa línea en los casos de Rafael Mariani (condenado por sus crímenes en
Mansión Seré), Miguel Angel Almirón y Edgardo Mastandrea. “El juzgamiento en una democracia republicana de cualquier sujeto
encumbrado en una dictadura de exterminio y opresión siempre será acompañado
por el respeto de la dignidad que lo caracteriza como ser humano”,
escribió. Más allá de los dictámenes del CMF, el Hospital de Ezeiza, con 30
camas y una sola enfermera, “lejos está
de acercarse a niveles de una cárcel con alguna atención geriátrica”,
sostuvo. “La dictadura sembró terror y
exterminio, pero el tratamiento humanitario de las personas juzgadas debe
demostrarse proactivamente –al igual que respecto de cualquier interno– como
demostración del respeto del hombre y del correcto funcionamiento de las
instituciones republicanas”, afirmó. Apreció que por la edad y la salud del
condenado no hay “indicadores de riesgo
de fuga” aunque sí correspondería que usara una pulsera electrónica.
“Lamentablemente
era previsible que esto ocurriera ya que hay un cambio claro de orientación de
política judicial”, evaluó Godoy. “Este fallo demuestra que Etchecolatz podría estar cerca de obtener la
domiciliaria. Muchos jueces hoy están tomando resoluciones incluso contra sus
propios criterios previos. No es este caso porque Castelli ha sido coherente
siempre. Pero hay un clima propicio en este contexto de discurso de
‘reconciliación”, explicó. La abogada consideró que “es repudiable porque en el mismo fallo queda claro que está en
condiciones de seguir detenido en (prisión) efectiva” y opinó que los votos
de Castelli y Michelle “no parecen tener
en cuenta que estamos a diez años de la desaparición de Jorge Julio López y que
Etchecolatz fue y es el principal investigado por esa causa”.
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