El fallecido filósofo
y semiólogo franco-búlgaro había visitado nuestro país en noviembre de 2010 y,
para sorpresa de muchos, no convalidó la versión kirchnerista de “Memoria,
Verdad y Justicia”
Por Claudia Peiró
Tzevan Todorov y su visita a la Argentina (Getty Images) |
Tzevan Todorov es un
nombre mayúsculo de las ciencias sociales de las últimas décadas, que brilló en
su especialidad –la filosofía del lenguaje- y que fue tan crítico de los totalitarismos de cuño comunista -que
padeció en carne propia en su Bulgaria natal- como del ultraliberalismo y de las tendencias neoconservadoras de los
países capitalistas.
Como crítico feroz
de las dictaduras y genocidios tanto de derecha como de izquierda, algo le
hizo ruido en la política de derechos humanos local
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De visita a nuestro
país para dictar conferencias, Todorov fue invitado a conocer el Parque de la Memoria y las
instalaciones de la ex Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA). Como crítico feroz de las dictaduras y de los genocidios
tanto de derecha como de izquierda, inevitablemente, algo le hizo ruido en la
política de derechos humanos local.
Poco después de su
visita, volcó sus impresiones en una nota en el diario español El País, con el
título "Un viaje a Argentina",
en la cual se expresó muy críticamente sobre lo que vio en esos "sitios de
memoria".
Tras explicar que la
ESMA fue un "centro de detención y
tortura" por el cual pasaron "alrededor de 5.000 personas" y
que durante la última dictadura militar las víctimas de la represión "eran maltratadas en ausencia de todo
marco legal", sometidas a torturas y luego "ejecutadas sin juicio"; y tras mencionar la práctica del
robo de niños y decirse "emocionado"
por la visita, Todorov critica sin
embargo el modelo argentino de "búsqueda
de la Memoria, Verdad y Justicia", por parcial y sectario.
Todorov visitó Argentina en 2010 y criticó la lectura sobre los años |
"Una
sociedad necesita conocer la Historia, no solamente tener memoria", dice
Todorov, para luego señalar que en ninguno de los sitios que visitó vio
"el menor signo que remitiese al contexto en el cual, en 1976, se instauró
la dictadura".
En concreto, se
refiere a que "los Montoneros y
otros grupos de extrema izquierda organizaban asesinatos de personalidades
políticas y militares, que a veces incluían a toda su familia, tomaban rehenes
con el fin de obtener un rescate, volaban edificios públicos y atracaban
bancos".
Aclara que no está "sugiriendo
que la violencia de la guerrilla sea equiparable a la de la dictadura"
porque "no sólo las cifras son, una
vez más, desproporcionadas, sino que además los crímenes de la dictadura son
particularmente graves por el hecho de ser promovidos por el aparato del
Estado, garante teórico de la legalidad".
"Como
fue vencida y eliminada, no se pueden calibrar las consecuencias que hubiera
tenido su victoria –dice en referencia a las organizaciones guerrilleras-.
Pero, a título de comparación, podemos recordar que, más o menos en el mismo
momento (entre 1975 y 1979), una guerrilla de extrema izquierda se hizo con el
poder en Camboya. El genocidio que desencadenó causó la muerte de alrededor de
un millón y medio de personas, el 25% de la población del país. Las víctimas de
la represión del terrorismo de Estado en Argentina, demasiado numerosas,
representan el 0,01% de la población".
Los nombres de los desaparecidos en el Parque de la Memoria |
Como la historia es
una de las materias a las que Todorov consagró años de estudio, su preocupación
pasa por la comprensión del pasado. Cuestiona que la lectura que se ofrece de
ese período en el Parque de la Memoria contribuya efectivamente a aclarar lo
sucedido. "No se puede comprender el
destino de esas personas sin saber por qué ideal combatían ni de qué medios se
servían –advierte-. El visitante ignora todo lo relativo a su vida anterior a
la detención: han sido reducidas al
papel de víctimas meramente pasivas que nunca tuvieron voluntad propia ni
llevaron a cabo ningún acto. (…) Sin embargo, su tragedia va más allá de la
derrota y la muerte: luchaban en nombre de una ideología que, si hubiera salido
victoriosa, probablemente habría provocado tantas víctimas, si no más, como sus
enemigos. En todo caso, en su mayoría, eran combatientes que sabían que asumían
ciertos riesgos".
Su conclusión es que
"la manera de presentar el pasado"
en estos sitios de memoria que visitó en Argentina "ilustra la memoria de uno de los actores del drama", el
de los "reprimidos", pero "no
se puede decir que defienda eficazmente la Verdad, ya que omite parcelas enteras de la Historia".
La Historia nos
ayuda a salir de la ilusión maniquea en que nos encierra la memoria: buenos y
malos, víctimas y verdugos, inocentes y culpables (Todorov)
|
En consecuencia, la
justicia que deriva de esa memoria parcial es también "imperfecta".
"El juicio equitativo es aquel que tiene en cuenta el contexto en el que
se produce un acontecimiento, sus antecedentes y sus consecuencias",
sostiene.
"La
Historia -escribió Todorov- nos ayuda a salir de la ilusión maniquea en la que
a menudo nos encierra la memoria: la división de la humanidad en dos
compartimentos estancos, buenos y malos, víctimas y verdugos, inocentes y
culpables".
Cuando uno
atribuye todos los errores a los otros y se cree irreprochable, está
preparando el retorno de la violencia, revestida de un vocabulario nuevo
(Todorov)
|
Finalmente, hacía una
advertencia hacia el futuro: "Si no conseguimos acceder a la
Historia, ¿cómo podría verse coronado por el éxito el llamamiento al
"Nunca más"? Cuando uno atribuye todos los errores a los
otros y se cree irreprochable, está preparando el retorno de la violencia,
revestida de un vocabulario nuevo, adaptada a unas circunstancias inéditas.
Comprender al enemigo quiere decir también descubrir en qué nos parecemos a él.
No hay que olvidar que la inmensa mayoría de los crímenes colectivos fueron
cometidos en nombre del bien, la justicia y la felicidad para todos. Las causas
nobles no disculpan los actos innobles.
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