"No
por casualidad las reformas son tan difíciles.
Ni por otra razón quien quiere cambiar de verdad las cosas,
para propiciar al país un horizonte de mayor bienestar
y progreso, a veces se siente solo".
Ni por otra razón quien quiere cambiar de verdad las cosas,
para propiciar al país un horizonte de mayor bienestar
y progreso, a veces se siente solo".
Fernando
Henrique Cardoso
Esta tarde, a las
19:00 (con mis amigos, nos reuniremos a las 17:45 en Callao y Juncal, para
después marchar al Obelisco), quienes queremos vivir en paz y en
democracia y estamos hartos de aquéllos
que quieren, una vez más, poner ambos valores en riesgo, saldremos a las plazas
de todo el país a expresarnos. No se trata de una marcha a favor del Gobierno,
sino a favor de la Constitución y de la ley. Piense usted de qué lado de esa
línea esencial está y, si coincide con ambas premisas, hágase un favor a usted
mismo, a sus hijos y a sus nietos, y acompáñenos.
No importa que tenga,
como yo mismo, tal o cual queja respecto a la gestión del Gobierno, porque hoy
es otra cosa lo que está en juego: la Patria misma. Es que el más impúdico
peronismo, el que está agazapado y quiere retornar, sólo entiende el diálogo si
éste conlleva el control de la calle; si se las dejáramos, si permitiéramos que
continúe la impunidad, todo estará perdido. La mayor prueba de cuánto preocupa
el tema la constituye la ingente campaña que desató en las redes, con mensajes
contradictorios, para debilitar la convocatoria.
Porque, si
permitiéramos que los ladrones y criminales de siempre, que quieren evitar la
cárcel y seguir robando, ahora saquen a empujones y panzazos a las actuales
autoridades, nos miraríamos en el espejo más terrible que hoy ofrece nuestra
región, la tristísima Venezuela, un país en el que ha desaparecido todo esbozo
de legalidad, donde la gente se está muriendo de hambre, donde se encarcela sin
juicio, donde no se puede acceder a los remedios y, pese a que flota sobre un
mar de petróleo, el chavismo ha llevado a la ruina a fuerza de latrocinio y
narcotráfico.
Jorge Fernández Díaz,
a quien nadie puede acusar de hombre de derechas, acuñó una metáfora genial
para describir la sensación de insatisfacción de muchos argentinos ante una
economía que, según creen erróneamente, no termina de levantar cabeza: "El jumbo venía en picada, la cabina permanecía tomada
por jihadistas y los pasajeros se disponían al infierno del final. De pronto
Macri y sus muchachos derrotaron a los mujahidines, tomaron el control,
evitaron que la nave se estrellara y comenzaron a estabilizar el vuelo: en ese
instante los viajeros se quejaron porque el pollo de la cena estaba frío".
No pretendo quitarle
responsabilidad al Presidente, porque llevo más de un año enrostrándole haber
cometido el imperdonable error de no informar a la ciudadanía acerca del estado
real del país y su economía cuando Cristina Kirchner literalmente le tiró el
gobierno -recuerde que ni siquiera aceptó entregarle formalmente los atributos
del poder- por la cabeza.
Muchos dicen que no
están dadas las condiciones para que se produzca un golpe de estado de la
oposición más cerril, y podría coincidir con esa posición si se tratara de
tanques en la calle, como sucedió cuando fueron derrocados Arturo Frondizi,
Arturo Illia y tantos más. Pero hoy estamos frente a algo infinitamente peor:
recuerde qué pasó en el acto del 24 de marzo en Plaza de Mayo, y la renovada
apología que muchos políticos peronistas están haciendo del ERP y Montoneros.
Cabía esperar algo así de Bonafini o Carlotto, de los grupos guevaristas o de
las izquierdas trotskistas, pero no de tipos como Pichetto o Gioja. Si se
califica públicamente al Gobierno de ilegítimo y dictatorial, como se hizo
hasta en La Haya, se habilitan las posturas de quienes finjan resistir a la
opresión y tomar las armas -las bombas, los secuestros- para desalojarlo.
Y hasta quienes huían
del kirchnerismo -al cual apoyaron tan callada y humillantemente durante doce
años- como si fuera la peste, se juntaron tan contentos en el congreso del PJ
para distribuirse las miserables canonjías partidarias. Hasta Patotín Moreno ha
vuelto al ruedo en estos días, clamando por una unidad que los contenga a todos,
incluido Sergio Massa y su desmemoriado Frente Renovador; si lo lograran, una
vez más estaríamos en manos de una asociación ilícita cuyo único propósito es
recuperar el poder y, con él, robarnos el futuro a mansalva.
Quiero manifestar mi
admiración más profunda por María Eugenia Vidal, Gobernadora de la Provincia de
Buenos Aires, quien logró evitarnos a todos, más allá de los bonaerenses, que
Anímal Fernández triunfara en ese distrito y, con ello, permitiera que Lancha y
el Chino (verdaderamente, parecen apodos carcelarios) se instalaran en la Casa
Rosada. Esta semana, Marcelo Longobardi y Jorge Lanata la entrevistaron en
conjunto (puede escucharlo en https://tinyurl.com/lhtxqzw),
y debo confesar que consiguió emocionarme.
Cambiando de tema, y
dado que la Legislatura de la Provincia que encabeza ha sancionado una ley
(espero que la vete) que establece como verdad revelada la cifra de 30.000
desaparecidos -reconocidamente falsa- y prevé sanciones para quien la niegue,
me permito formular una sugerencia: que los organismos que exigen la
continuidad de ese dogma y pretenden seguir haciendo negocios y política con él
mientras nos niegan el acceso a la historia, suministren los datos filiatorios
de todos ellos (nombre, número de documento, etc.).
Para concluir, quiero
expresar mi conmovido agradecimiento a todos y cada uno de ustedes que se
solidarizó conmigo y me ofreció su apoyo y acompañamiento por mi denuncia por
incitación a la violencia y apología del delito que formulara, y que está en
manos del Juez Claudio Bonadío. De verdad, ¡muchas gracias!
Bs.As., 1° Abr 17
Enrique
Guillermo Avogadro
Abogado
E.mail: ega1avogadro@gmail.com
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