Buenos Aires, 07 de mayo de 2017
Sr. Director:
La Argentina está prisionera…
prisionera de la mentira, del error y la confusión.
La Argentina está prisionera porque
tenemos una justicia corrupta y prevaricadora que ha impuesto arbitrariamente
una “cobertura legal” a una verdadera y manifiesta injusticia. Porque ha
avalado al terrorismo que asoló a la República durante la guerra contra la
subversión permitiendo que cuarenta años después tribunales revolucionarios
juzgasen y condenasen, contra derecho, a las Fuerzas del Orden de la Nación con
el agravante de que quienes iniciaron la guerra, robaron, secuestraron y
asesinaron compatriotas inocentes, gocen de plena libertad e incluso hayan
cobrado millonarias indemnizaciones bajo el falaz argumento de considerarlos
jóvenes idealistas.
La Argentina está prisionera de una
historia inventada que sobre la base de algunas semillas de verdad se ha
impuesto como algo real en la sociedad que alimentada por la propaganda
política y la acción psicológica que transmiten los medios de comunicación
(arma letal de la guerra psicopolítica), termina aceptándola y convenciéndose
de que las cosas fueron así cuando en realidad no lo fueron.
La Argentina esta prisionera de un presidente
que para llegar a serlo dijo “voy a terminar con el curro de los derechos
humanos”. Ello le permitió captar una importante cantidad de votos de la clase
media y cuando accedió al poder y tuvo oportunidad de demostrarlo, hizo todo lo
contrario al rendirle homenaje a los terroristas frente a la visita de líderes
mundiales que visitaban el mal llamado parque de la memoria.
La Argentina está prisionera de una
prensa escrita, radial y televisiva que carece de valores y sólo quiere quedar
bien con lo que está de moda. Es la prensa que en forma cómplice habla de
genocidio en la Argentina cuando se sabe que aquí no hubo tal cosa y que el
empleo de tal término es una estrategia ideológica revolucionaria para
victimizar a los terroristas y enjuiciar a las Fuerzas del Orden de la Nación.
Prisionera de esa prensa que condena a todo aquél que viste uniforme y permite
que a su lado se sienten terroristas que sueltos de cuerpo, como el señor Anguita,
dice ante cuarenta millones de argentinos que ellos luchaban por la revolución
socialista y que para ello robaban bancos, secuestraban, ponían bombas y
asesinaban a compatriotas.
La Argentina está prisionera de esa
prensa que se presta a considerar como “negacionistas” a aquellos que como yo,
negamos el genocidio o la teoría de que el único demonio fueron las FFAA. Y
cuando decimos que lo negamos no lo hacemos sin fundamentos. Lo hacemos porque
conociendo la verdad por haber sido protagonistas, negamos y recontra negamos
lo que no es verdad, avalado por importantes juristas y especialistas en el
tema como en la Argentina lo puede ser el Doctor Jaime Malamud Gotti, que por
cierto tuvo mucho que ver con estos temas durante el gobierno de Alfonsín.
La Argentina está prisionera de la
conciencia de la Patria que constantemente le está reclamando que ha abandonado
a sus héroes de Malvinas que derramaron su sangre por todos nosotros y hoy
están presos de la venganza terrorista que infiltrada en el poder y en la
justicia los condena arbitrariamente. Tales los casos del teniente coronel
Emilio Nani detenido hace un par de días para ofensa de la Patria verdadera, o
del coronel Horacio Losito, entre otros, que ya lleva varios y largos años de
injusta prisión.
La Argentina está prisionera porque su
sociedad sabe que hay otro demonio, el que inició la guerra, el que sembró de
terror a la Patria por más de una década, ese mismo demonio que en boca de uno
de sus principales exponentes, “el perro” (tal su nombre de guerra) Horacio
Verbistky, confesó en su programa de TV que ellos (los montoneros), necesitaban
el golpe de estado para no quedar descolocados con sus actos de terror en pleno
gobierno democrático. Y por ello intensificaron los mismos, a fin de lograr el
caos y que los militares tomaran el poder y los legitimaran. Lamentablemente
los militares cayeron en la trampa y apoyados por toda la sociedad produjeron
el 24 de marzo de 1976.,
En síntesis, la Argentina está
prisionera de una revolución anticristiana que apoyada en los medios de
comunicación dominantes, va avanzando día a día y aniquilando esa escala de
valores tradicionales que nos vienen de nuestra cultura Cristiano Católica que
nada tiene que ver con lo que hoy está pasando en nuestra querida Patria.
¡Por Dios y por la Patria!
Hugo Reinaldo Abete
Ex Mayor E.A.
FUENTE: https://prensarepublicana.com/la-argentina-prisionera-hugo-abete/
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